Somos distintas, somos iguales

Parte 26

Amity mira a su madre con cierta incredulidad en sus ojos – O sea... que mi otra madre siempre estuvo conmigo todo este tiempo y ¡¡yo ni puta idea tenía!! – Eleva la voz en un tono molesto y ahora dirige la mirada hacia la ojiverde – ¿Y ud por qué nunca me lo dijo? –

Para Lilith, su mayor miedo era ser rechazada y justamente se estaba sintiendo de esa manera en ese instante... su mirada poco a poco se empezó a aguar demostrando su vulnerabilidad ante la joven bruja... quería articular algo, pero de su garganta no lograba emitir ningún sonido, sus cuerdas vocales estaban paralizadas, y a causa de no poder expresar lo que su dolido corazón quería transmitir...colocó una de sus manos en su pecho para apaciguar de cierto modo esa angustia.

Mientras que Odalia al ver a su amada en esa posición tan desvalida, dirige una mirada amenazante a su hija para exclamar – ¡Lilith tampoco sabía nada de esto! ella se enteró recientemente ayer, así que no le vengas a elevar la voz de esa manera – dice tajante – después de todo, ella sin saberlo, fue mas madre que yo – dice tratando de recuperar su compostura – La única culpable soy yo, es conmigo con quien debes descargar tu resentimiento – traga saliva – Jamás pude sentir algo por Alador, por lo mismo no quise tener un bebé con él... nunca dejé que me tocara. Mi único consuelo era tener un bebé con la bruja que era dueña de mi corazón, así que hice un ritual de parto sin el consentimiento de Lilith... e hice lo que tenía a mi alcance para hacerlo – pasa su lengua para humedecer sus labios – poseía algo de ella, y como requisito era obtener el ADN de ambas brujas para poder concederte en mi vientre... – confiesa –

La joven bruja seguía mirando expectante a su madre con la respiración agitada por la adrenalina que sentía en el momento, y expresa resentida con su voz quebrada – Eso quiere decir que fui concedida con "amor"... sin embargo no fuiste capaz de entregarme el mas mínimo cariño que se supone que una madre le entrega a sus hijos –

Odalia suspira – Reconozco que no fui una buena madre, sé que me temías, sé que nunca te di una palabra de aliento, sé que nunca te pregunté por tus días o por tu estado emocional... – baja la mirada – Yo también viví aterrada todos estos años, yo también fui controlada y sentía la presión de Alador al criar una hija bajo los estándares de la élite... se supone que debíamos controlarte para que solo siguieras ordenes y quitarte la capacidad de elegir por ti misma –levanta su cabeza para sostener la mirada de su hija – Amity, lamento todo el daño que te hice, sé que no puedo retroceder el tiempo, pero... puedo actuar bien en el presente, para tener un mejor futuro –

La respiración de Amity se fue regulando al escuchar atentamente cada palabra de su madre y ya mas calmada pregunta: – ¿Desde cuando estas enamorada de la señorita Lilith? –

Odalia:– Desde el inicio de nuestra etapa escolar Lilith y yo fuimos compañeras de clases, nos hicimos buenas amigas y con el tiempo fuimos cultivamos un cariño diferente, mas intimo... hasta que en nuestra adolescencia nos dimos cuenta que estábamos enamoradas de una a la otra y comenzamos una hermosa relación de pareja que luego terminó una vez que culminamos la universidad... ya qué ahí fue cuando me enteré que mis padres habían preparado mi matrimonio arreglado con Alador. No me dejaron seguir mi propio camino... tuve que dejar atrás a la bruja, a la mujer que amaba, pero no pude dejar atrás el sentimiento que sentía hacia ella – suspira –

Amity: – Y ¿Por qué no pudieron seguir su relación a escondidas? – pregunta, causando impacto en ambas brujas mayores –