NUEVE 🌺

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- Gracias, Lisa - Musitó Jennie al dejarla en su habitación.

Luego de que a Nam le dieran el parte médico de sus padres, Lisa fue obligada a volver a la habitación que ocupaba. Ya había estado demasiado tiempo fuera de ésta y aunque estuviera recuperada aún no contaba con la suerte de tener sus defensas altas para no contraer ninguna enfermedad.

Y... El hospital estaba inundado de nuevos pacientes con enfermedades fuertes que no serían recomendables para la chica.

- No ha sido nada, he querido quedarme más tiempo pero...

- Pero nada - Interrumpiéndola sonrió con sinceridad la pelinegra - has escuchado lo que el médico te dijo y, no queremos que salgas perjudicada por andar de rebelde por allí, ¿Verdad? - Arrugó un poco su nariz haciéndola quedar graciosa, Lisa río un poco contagiando también a Jennie.

-¿Quién lo dice? - Contestó juguetonamente.

- Pues yo, Kim Jennie - Apuntó su pecho, cogió aire e infló su pecho.

- Entonces, le haré caso a mi Kim Jennie - Asintió con una sonrisa.

Ambas quedaron mirándose y aunque no dijeran nada, entre esas miradas había un montón de significados que aún no lograban descifrar pero que pronto estarían tan atentos en ellas.

- Debo volver, he dejado a Nam solo y no creo que sea tan buena idea ello - Murmuró la chica sonriéndole.

- Claro que sí, ve con él y cuando pueda salir de mi cárcel iré con ustedes - Asintió. Jennie se acercó hasta Lisa para plantar un suave beso en su mejilla, Lisa sonrió ante eso y cogió la mano de la pelinegra para imitar el mismo acto.

- Adiós Jennie - Susurró en su oído.

- Adiós, Lalice - Ella hablo de la misma forma que la peliverde, dándole una última mirada, se perdió detrás de la puerta.

- Kim Jennie - Sonrió nuevamente y negó levemente.

<...>

Lisa miraba su móvil mientras terminaba de borrar algunas fotos innecesarias que seguían en el, apenas hoy lo tuvo en sus manos ya que se lo habían prohibido por varios días, a decir verdad, no le necesitaba pero ahora que lo tenía, creía que hacer lo que hizo era totalmente necesario para cerrar una etapa de su vida, una que se llevó años de su vida, que al final no valieron nada.

Sintiendo como la puerta de su habitación era tocada, pronunció un leve "Adelante" sonrió y dejó su móvil de lado al pensar que podría ser Jennie o quizá Nam, el chico le había dicho que iría unos momentos a su habitación para conversar, dándose vuelta con la misma sonrisa, está se borró al segundo que notó quien verdaderamente era.

—¿Qué haces aquí? — Pregunto secamente.

— Hola Lisa, he venido a verte — La peliazul exclamó dándole una sonrisa cual ella no devolvió. —¿Puedo? — Pregunto refiriéndose a si realmente podía pasar. Suspirando, asintió. Estaba segura que se arrepentiría cómo toda mala decisión que tomaba en su vida. —¿Cómo te sientes?

— Bien.

Tan cortante y tosca como solía ser en la vida real que llevaba afuera de este hospital, Ryujin la miro con algo de dolor en sus ojos, pero eso no le importó a Lisa.

Ella le había causado un dolor terrible que aún no se iba del pecho, lo tenía instalado como si fuera una estaca imposible de sacar.

— Oye, Lalice...

— Lalisa para ti — Formuló. — Solo di lo que quieras de ir y vete Ryujin.

— Quiero disculparme contigo, se que fue lo que sucedió cuando te fuiste de mi casa y no puedo evitar sentirme culpable respecto a esto — Lisa notó como algunas lágrimas caían por su rostro pero aún así no tuvo una pizca de amabilidad con aquella chica.

— «¡Claro que fue tu culpa, tu jodida culpa!»;— Tranquila, he sido yo la causante de todo esto, no hay mucho por decir y si eso es to... — Pero quien fue interrumpido fue ella.

— Lisa, escúchame ¿Si? Quiero pedirte perdón por lo ocasionado, jamás pensé que podrías llegar.

— Oh claro, ¿Esperabas a la Santísima Virgen de Chapi? — Resopló con incredulidad. — Te había dicho que iría por ti, tenía una sorpresa y lo que me lleve yo fue la peor mierda. ¿Crees que no me ha dolido? Joder Ryujin, yo realmente te amaba — «Aun creo hacerlo» — y qué tú vengas con estas asquerosidades, fue lo suficiente como para decir basta.

A este punto, Ryujin lloraba como Magdalena por las cosas que decía ella, aunque no fueran más que verdades.

— Lisa, no seas tan dura joder... — Murmuró mientras secaba sus lágrimas.

—¿Qué no lo sea? Maldición Shin, solo estoy diciendo la verdad. ¿A qué has venido? Solo dilo y ya, conozco perfectamente cada intención tuya. — La señaló.

La peliazul tomo una respiración y conectado miradas con la chica, notó como Lisa no tenía ni un poco de empatía por esta, al menos, no lo hacía en esos momentos que parecía ser tan dura como una roca.

— Quiero pedirte una nueva oportunidad — Farfulló acercándose hasta ella, agachándose tomo sus manos mirando como la expresión de Lisa cambiaba por completo.

—¿Qué? — Estaba asombrada.

— Lo que oyes, y—yo quiero una nueva oportunidad contigo, se que me he comportado como una verdadera ramera a tu lado...

« Ella lo ha dicho, no yo»

—...Pero aún así, deseo poder estar a tu lado, quiero tenerte conmigo y acompañarte en esto tan duro que estás pasando...

—¿Por qué no has venido desde el primer momento? — Pregunto sin soltar las manos de Ryujin. Esta pareció estar algo descolocada con la pregunta, pero contestó simplemente.

— Porque no lo supe hasta hoy.

Lisa río;— ¿Por qué sigue mintiéndome? El profesor Choi ha dicho a toda la clase el porqué de mi ausencia, tú compartes las mismas horas conmigo, Jimin y Hoseok. ¿Qué tan estúpida me crees? — Ahora sí, su rostro era un poema. Movía su boca intentando buscar alguna explicación, pero Lisa negó.

— Lisa, yo... Joder, es cierto lo sabía — Admitió— pero eso no quita el hecho de que he venido hasta aquí, perdiendo mi puto orgullo, ¿No es suficiente?— A leguas podía notar lo enojada que estaba.

—¿Tú puto orgullo? — Negando para si mismo, soltó las manos de la chica. — Yo he sido quien tuvo los cuernos por quien sabe cuánto tiempo, ¿Y me vienes a decir del orgullo? ¡Orgullo mis tetas! — Alzó la voz haciendo que Ryujin se levantará de tope.

— Lo siento, se q—

— Lo siento y nada, pero no deseo verte ya. Hazme el favor de irte, ¿Sí? No necesito tener más mierdas tuyas, creo que no lo merecí y tampoco lo merezco en estos momentos. Ryujin, lo nuestro acabo aquel día. Nuestra relación se fue a la basura gracias a ti.

—¡Tú has tenido la jodida culpa! — Exclamó perdiendo la paciencia. — Tú y tú estúpida ganas de ser la mejor en todo, incluso en clases tan inútiles como los talleres. Necesitaba mi tiempo para estar contigo, tú no me lo dabas — le reprochó cruzándose de brazos.

Tirando su cabeza hacia atrás, Lisa volvió a suspirar por quien sabe que vez.

— Lo siento por querer un futuro digno, lo siento.

—¿De verdad? — ella quería golpearse en el rostro.

—¡Claro que no! No debo pedirte perdón ni por la puta, ¡Vete ya! No quiero volver a verte, no deseo verte ni en una jodida figurita. Solo seremos compañeras de clases. Vete Ryujin — Al notar como está no hacía caso a su pedido, grito perdiendo la paciencia — ¡Qué te vayas, mierda!

La peliazul nuevamente soltó unas cuantiosas lágrimas, pero aún así, salió con su cabeza en alto.

Respirando fuertemente, Lisa cubrió su rostro reteniendo sus lágrimas que querían caer.

Hasta el momento él no había llorado por ello, hasta el momento...

911- JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora