˗ˏˋ • 𝕭𝖊𝖇𝖎𝖙𝖆 ࿔*:･ﾟ🎀

Un juego distinto.

~19~

Coloqué mi cabello con cuidado sobre uno de mis hombros mientras mis manos temblaban. Miraba a mis piernas las cuales también estaban temblando.

- ¿Está mal que me guste?

- ¿Me lo preguntas a mi? Cariño, está mal que a mi me guste - Se acercó a mi y me tomó en sus brazos.

En eso tenía razón...

Me llevó al baño y me dejó en la tina ya llena de agua caliente. Lo primero que hizo fue atar mi cabello, lo normal.

- ¡Rosa! - Dije girandome hacia el al ver como sacaba una pequeña canasta llena de esferas de jabón.

- Bien - Dejó caer la bola rosa sobre el agua por lo cual comenzó a hacer una pequeña cantidad de espuma en pocos segundos.

Me encogí en mi lugar abrazando mis piernas mientras picaba la esfera con mi dedo. Iker se recargó de la tina desde afuera, su cabello suelto casi llegaba al agua.

- Rose, lo siento...

- No importa, papi.

- Me sentí obligado

- Ouh, está bien... Quando mi baciò anch'io mi sentii costretto (Cuando me besó, yo también me sentí obligada) - Le respondí con indiferencia mientras seguía jugando con la esfera.

- ¿Qué? - Me miró - ¿Como qué "cuando me besó"?

- Pues eso.

- Oh no, "eso", no - Se puso de pie y salió del baño - Puedes terminar.

Comencé a destruir el jabón con mis manos lentamente hasta deshacerlo, dejé que se fuera el agua y me metí a la regadera.

.

Envolví la toalla alrededor de mi cuerpo y solté mi cabello. Salí del baño y al mirar hacia delante pude ver a Iker sentado en la silla del escritorio. Escuché aquellos palmadas a las que me había acostumbrado e inmediatamente me acerqué a el y me senté en sus piernas.

- ¿Ya te dije que me encantas? - Dijo abrazandome.

- Si, muchas veces, papi.

- ¿Ya te dije que me encanta que me llames así? - Río seguido de su pregunta.

- Sí, papi.

- Suena tan hermoso - Podía notar la emoción en su hablar - ¿Bebé, en algún momento piensas dejar a papi?

- Yo... no voy a dejar a papi - Lo miré, estaba sonriendo.

- Así me gusta - apretó mis mejilla y dio un beso en una de estas - Vamos a cambiarte.

Me cargó y me dejó en la cama (que aparentemente ya tenía sabanas limpias). Desenvolvió la toalla de mi cuerpo y me recostó en la cama, no se que pensaba hacer pero no tenía ganas de preguntar.

- Tendrás esto por el resto del día.

- ¿Qué cosa...? - En ese momento sentí uno de esos juguetes extraños - ay no...

- Tranquila, no será tan malo. No es como que no lo hayas tenido dentro durante todo un día - Escuché como reía.

- No me gusta - Me senté en la cama.

- Ya te gustará - Acarició mi cabeza y luego fue al baño - Puedes comenzar a cambiarte.

Me moví incomoda en la cama. Me levanté para ir al armario, es incómodo caminar con esto.

- Veamos... - Al abrir la puerta del armario lo primero que ví era algo de ropa apartada... tomé la que estaba más apartada, el siempre la ponía ahí.