Un día fuera.

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~25~

POV Rose:

- ¿Puedo volver a tener un teléfono?

- No.

- ¿Por qué no?

- Te vas a volver a ir.

- ¿A estás alturas crees que lo haría? Vaya. ¿Y a donde iría según tú?

- No sé, pero lejos de mí.

- Con esa actitud pues no lo dudaría - Metí una uva a mi boca - Ni con esos "castigos".

- Deja de mencionarlo.

- ¿Por qué? ¿Te molesta recordarlo? - Levanté un poco mis piernas dejando ver mis rodillas rojas- ¿No se ven bonitas las marcas?

- Estaba enojado.

- Esa no es un justificación, papi.

- Bien, te voy a comprar tu teléfono, solo cierra la boca.

Nunca me había gustado tanto verlo Arrepentido.

- Buenos días, estrellitas.

- ¿Estrellitas? ¿Buenos días? ¿Qué haces aquí? - Pregunté viendo a una desarreglada Lizzy.

- Hoy no quise ir a la universidad - Respondió tomando asiento en la mesa - Ayer llegué muy tarde a casa, hoy decidí quedarme.

- Te vas a arrepentir de haber hecho eso - Le dijo Iker poniéndose de pie.

- ¿Ya te vas?

- Así es.

- Pero si apenas llego. Tenía tiempo sin verlos.

- Vuelvo al mediodía... o tal vez mas tarde. No lo sé.

Inmediatamente Iker cerró la puerta aquella pelirroja se acercó a mi.

- ¿Qué te sucedió?

- Emm... - Lentamente coloqué mis piernas debajo del mantel de la mesa - Me caí.

Es increíble ver como su actitud cambió de un momento a otro.

- ¿No deberías estar en clases?

- Suspensión... por dos semanas.

- Oh, ¿Y que dijo Iker al respecto?

- Solo se enojó...

Quedamos en silencio durante un tiempo. Ella volvió a su lugar anterior y yo me puse de pie lentamente para llegar mi plato a la cocina.

- ¿Y Juliana? - Preguntó Lizzy desde la mesa.

- Según Iker, no podrá venir hoy.

Trataba de volver a la mesa pero cada paso que daba era una pequeña punzada en mis rodillas y cadera.

Desafortunadamente Lizzy entró a la cocina justo cuando estaba apunto de caerme. Se acercó a mí para cargarme.

- Ya conozco sus juegos...

- ¿De qué hablas?

- Rose, tengo un año aquí, ¿Acaso creíste que no iba a enterarme? - Me llevó hasta uno de los sofás en la sala de estar - Veo tus marcas. Escucho como el te ordena y tu lo obedeces... Y mi habitación no está muy lejos de la de ustedes.

- Me da miedo.

- ¿Qué te da miedo?

- El - La miré - Está enfermo. Aveces se enoja de más y de manera muy brusca, aunque nunca me ha pegado directamente con sus manos, al menos no con malas intenciones.

˗ˏˋ • 𝕭𝖊𝖇𝖎𝖙𝖆 ࿔*:・゚🎀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora