˗ˏˋ • 𝕭𝖊𝖇𝖎𝖙𝖆 ࿔*:･ﾟ🎀

Como jode la gente.

~3~

POV Iker:

Ahora solo debo prepararme para la universidad. Retrasarme dos semanas no es bueno.

Encendí todas las luces de mi habitación y me lancé a la cama encendiendo mi teléfono. Parecía vibrador de tantos mensajes que llegaban.

Iker: Como jode la gente.

Leía los mensajes desde la barra de notificaciones. Uy si, el que se la pasa ignorando. Un mensaje llamó más mi atención que todos los demás, Katherine. Maldita sea.

Apagué el teléfono y lo tiré a un lado de la cama. Solo me quedé mirando al blanco techo de mi habitación. Tomé una almohada y la puse detrás de mi cabeza mientras bajaba mi otra mano hacia mi teléfono al sentir como vibraba nuevamente.

-- ¿Por qué no me deja en paz?

Descolgue la llamada de Katherine y lo primero que escuche fue un "como te gusta desaparecer"

>¿Qué quieres?

¿por qué me estás ignorando?<

>¿por qué deberías tener mi atención?

Porque soy tu novia, ¿no crees?<

>¿como? Ja! ¿Qué te hace pensar que eres mi novia?

Que hace un mes estamos saliendo<

>No salgo con interesadas.

Colgué la llamada y dejé mi teléfono a un lado nuevamente. Salí de mi habitación y fui directo al bar del sótano. Agarré una botella cualquiera y me senté en el sofá para encender la T.V.

-- Estoy enfermo -Lo primero que apareció en aquella T.V fue una foto de Rose, así es, la hermanita de mi mejor amigo-

Quite la foto y apague la T.V para buscar unas cajas y comenzar a meter algunas cosas en ellas. Las subí y las dejé con las demás cajas en la sala de estar.

Fui a mi habitación y solo me tiré a la cama para tratar de dormir.

POV Rose:

...: ¿Qué te hicieron esos chicos?

Rose: Nada madre, ¿por qué no entiendes que no me hicieron nada?

Daisy: Porque los hombres son unos aprovechados.

Rose: ¿Y yo qué?, por lo que se, no soy una entregada -miré a mi padre y luego a Mateo quienes estaban ignorando la conversación con mi madre-

Daisy: No lo sé... tal vez lo eres.

Rose: Eh terminado. -me paré de la mesa y llevé mi plato al mesón de la cocina para luego ir a mi habitación-

Como molestaba esa mujer. Me senté delante del espejo y comencé a cepillar mi cabello para terminar por hacerme dos trenzas bajas, apagué las luces y fui a tratar de dormir, aún faltaban treintena minutos, pero estar con mis padres es una tortura.

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Apagué la alarma y me levanté de la cama rápidamente, es como si estuviese en automático.