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-toda la universidad dice que eres una puta Minho, dicen que hasta con los profesores para tener una buena calificación cada semestre, quien diría que esa cara tan linda terminaría siendo la prostituta de la escuela.

-N-no es verdad...

-¡No mientas imbécil!, todos lo saben así que deja esa cara de inocente y empiézate a quitar la ropa que no tenemos mucho tiempo.

-no, no no, ¡Déjame!, ¡Ayuda!. -era inútil pedir ayuda cuando nadie iba a venir y menos sabiendo que era yo.

-aunque grites nadie vendrá, nadie ayuda a algo que ya esta usado por muchas personas y tu no serás la excepción.

El miedo era latente y la desesperación era cada vez mas grande con forme me quitaban la ropa, mis opciones eran nulas por lo que actuando sin pensar alce mi mano en dirección a la cara del chico logrando hacerle un pequeño corte en la mejilla.

Mala idea, se habia enojado.

-hoy quería ser mas sutil contigo pero al parecer prefieres los golpes. . , Bien serán como los de ayer, agárrenlo. -ordeno a sus amigos acatando su orden de inmediato 

Me agarraron del cabello obligándome a ponerme de pie y cuando lo hice el primer golpe llego, el aire se habia escapado de mi cuerpo al instante y en un intento de buscarlo el segundo y mas golpes empezaron a llegar en mi cuerpo eran tantos y en tan poco tiempo que caí al suelo casi inconsciente mas no se detuvieron, yo me encogía en un intento de ocultar mi cara de los golpes y patadas que recibía mi espalda y piernas, eran tantos insultos y tanto dolor que habia perdido la noción del tiempo, minutos pasaron y al creer que habia acabado su ultimo golpe antes de sonar la campana fue en el estomago, siendo el golpe que finalmente me dejo inconsciente durante varios minutos.



Desperté con un dolor de cuerpo y cabeza tan grandes que el tan solo mover mi cabeza me daban mareos demasiado fuertes pero ya sabia que hacer en esos momentos, agarrando mi mochila mojada busque hasta el fondo hasta encontrar mi cajita de pastillas, parches y analgésicos que suelo esconder diariamente para estas situaciones junto con ropa de repuesto. Tomado los analgésicos y parches me voy a la esquina del salón lentamente sin apresurarme a que alguien venga, sabia que no me iban a buscar, nunca lo hacían cuando quedaba inconsciente, solo decían que me habia ido de puta en algún lugar de la escuela y hasta hay se quedaba, los maestros nunca intervenían cuando se trataba de mi solo se quedaban callados sin decir nada, e incluso cuando iba a la dirección se quedaban callados sin nada para decir hasta que el director nos retiraba de su oficina era cuando el maestro empezaba a regañarme y darme trabajos extra diciendo que era mi castigo por haberlo hecho pasar vergüenza delante del director.

Me mire el cuerpo viendo en este manchas rojas, moradas u unas que otras verdosas que eran de antes, tenia rasguños y una que otra marca de manos marcadas en mis muñecas, brazos y cuello, era tan común en mi traer camisas de cuello alto y sudaderas para evitar hacer las marcas visibles ante los demás, ya tenia suficiente con lo que decían de mi como para crear mas rumores y despreciarme mas.

A decir verdad no se cuando empezó ese rumor, un día era invisible y al otro ya era una puta que se acostaba con todos, nunca supe quien lo esparció ni quien me tiene tanto odio como para decir esas cosas de mi, después de una semana mas personas empezaron a despreciarme e insultarme diciendo que me habia acostado con sus novio, paso lo mismo con mis calificaciones y maestros para un mes ya era conocido como eso, mas nunca recibí golpes hasta el semestre pasado que me habían culpado de acostarme con el novio de la hermana de un chico, hay empezaron los golpes y demás.


Pasaron minutos cuando por fin pude levantarme sin sentir tanto dolor, me cambie de ropa lentamente con cuidado de no despegar los parches y cuando estuve listo salí del salón hasta la salida de la universidad camino a casa, era un desperdicio de tiempo ir a clases cuando sabia que no me recibirían por la tardanza, era mejor ir a casa y descansar todo el fin de semana para que el lunes volviera a la misma rutina de siempre.


De camino a casa siempre era lo mismo, cambiar mi manera de caminar por una sin dolor una cara seria por una mas alegre, dejar mi dolor de lado a cambio de la sonrisa de mi madre y hermana menor era un sacrificio que tenia que pagar para verlas sonreír sin preocupaciones por culpa mía.

Yo no tenia valor, así que no tenia que preocuparlas por cosas como yo.

Ellas son tan alegres que me daban tanta envidia no poder ser ellas y sonreír como ellas lo hacían a pesar de estar enojadas o estresadas siempre aunque sea sonreían solo un poco, en cambio yo tenia que fingir para no preocupar a terceros de lo que pasaba y hacían en la escuela conmigo.

Era tan cansado. . .


En frente de la casa solo soltaba un suspiro mentalizándome que el dolor seria pasajero, que podía aguantarlo aunque sea un minuto.

-¡Minnie!, llegaste. -mi hermana vino corriendo en dirección mía y tragándome el dolor la cargue alzándola por los aires dándole vueltas en el proceso.

-¿Como estas Hani?, ¿Cómo es la escuela?. -pregunte titubéate ante el dolor que hacia la presión que su cuerpo hacia en mis hematomas y heridas.

-¿Estas bien Minnie?, te escuchas mal. -pregunto preocupada a lo que no pude evitar darme un golpe mental al no poder ocultar bien el dolor en mi cuerpo.


No debería causarles preocupación. . . Nunca


-Estoy bien, solo que es mas difícil cargarte ahora que estas mas grande, deberías dejar de comer tanto. -dije burlón a lo que enojada empezó a darme pequeños golpes, que por mas débiles que fueran dolían como cuchillos atravesándose en la piel.

-¡Mamá!, Minho me esta diciendo gorda. - antes de volverme a golpear la baje rápidamente sintiendo punzadas en mi espalda, solté un leve jadeo que ella no escucho al estar protestando con mamá.

-deberías dejar de gritar y ayúdame a poner la mesa que ya vamos a comer, ¿Vas a comer Minnie?.

-claro solo me baño rápido y bajo. 

-esta bien, apúrate. -dijo sonriendo caminando hacia la cocina nuevamente.

Caminando a paso rápido subí las escaleras casi corriendo por el pasillo hasta mi habitación que cerré con cerrojo para después tirarme al suelo sin fuerzas en las piernas y con un terrible dolor en mi cuerpo, rápidamente tome mi mochila abriendo la cajita tomado de esta tres pastillas que metí a mi boca esperando que el dolor se fuera mas rápido y esperando el sueño se hizo presente en mi no dude mucho en resistirme ante el dejándome caer ante el.


Desperté arropado en mi cama con la luz de la luna golpeándome en la cara, me habia dormido que ni siquiera pude comer con mama y Hana.

-maldición ni para eso sirvo bien. -enojado y sin pensar me pare bruscamente de la cama recibiendo punzadas en mi cuerpo que me hicieron caer al instante al piso, era tan débil en ese momento que ni siquiera un dedo podía mover, resignado solo me quede en el piso sin nada que hacer.


-jodidos efectos secundarios. 







Bang_Sook

ᴴᵉᵉ⁻ˢᵒᵒᵏ                                                                                                                                                                                    ㅇㅅㅇ


𝒮𝓌𝑒𝑒𝓉 𝒫𝓇𝑜𝓅𝑜𝓈𝒾𝓉𝒾𝑜𝓃 | Minchan • Hyunho |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora