Harry Potter: Heredero de Merlín

Capítulo 2

Capítulo 2 ||

Seis años después

En la mansión Potter se estaba celebrando un cumpleaños, en el cumpleaños debía haber dos cumpleañeros, pero uno de ellos había sido olvidado a favor de su hermano como otras muchas veces a lo largo de los años.

Hadrian Potter había intentado durante años ser notado por sus padres, había estudiado libros sobre magia y todo lo que pudo encontrar para hacer sentir orgullosos a sus padres, pero siempre que les intentaba mostrar algo de lo que había aprendido, Alexander necesitaba de su atención inmediata. Al final, había dejado de intentar hacerles sentir orgullosos, ya que nunca tenían tiempo para él.

Tuvo que empezar a pedirle la comida a los elfos domésticos, ya que su madre se había olvidado de que tal vez le gustaría sentarse a comer con ellos, su familia. Y cuando los elfos domésticos no podían, él tenía que hacer su propia comida, porque si no, no tendría nada para comer.

Hadrian había esperado que este año se acordasen de él, en una fecha tan importante como es un cumpleaños, pero como los dos años anteriores, se habían olvidado de que también era su cumpleaños, no solo el de Alexander.

Hadrian estaba contemplando a su hermano y sus amigos celebrando el cumpleaños en el jardín. Mientras ellos celebraban, él estaba sentado en las escaleras principales de la mansión con un libro en las manos, uno que era demasiado avanzado para su edad, uno que le sería imposible leer. Pero como en otras muchas cosas, sus padres no se habían dado cuenta de que estaba demasiado avanzado en comparación con otros niños de su edad .

Mirando hacia el jardín, vio que todos se lo estaban pasando bien, y que ninguno de ellos parecía reparar en su ausencia, al ver esto, sintió un sentimiento extraño y desconocido dentro de él, haciendo caso omiso de esto, se concentró una vez más en el libro que había estaba leyendo.

Su lectura fue interrumpida por los pasos que se dirigían hacia él. Al levantar la vista vio a una pareja de mediana edad con un regalo en sus manos. Se esperanzó, pensando que alguien había reparado en él, que tal vez estarían allí para felicitarle por su cumpleaños y para darle aquel regalo.

"Perdona, pequeño, ¿pero sabes dónde está Alexander Potter?" Le preguntó la pareja frente a él. La esperanza que había sentido dentro de él se aplastó rápidamente por la pregunta que le hicieron.

"Está en el jardín." Dijo Hadrian con una voz monótona, indiferente y sin emociones, aquella a la que estaba tan acostumbrado, después de años de usarla.

"Oh, muchas gracias, ¿y tú quién eres?"

"El hermano de Alexander, Hadrian." Les respondió con molestia apenas disimulada.

La pareja se miró entre sí con una mirada de desconcierto.

"Y una vez más, nadie se acuerda de que existo." Pensó Hadrian en un tono apesadumbrado.

"Oh, eh, vale, gracias."

Hadrian los vio alejarse con un sentimiento floreciente de rabia en su interior, ese sentimiento de rabia se incrementó cuando vio a Alexander disfrutando de toda la atención que tenía y de todos los regalos que había recibido.

Una de las dos únicas personas que tal vez se acordarán de él, no estaba aquí para felicitarlo. Su madrina, Alice Longbottom, había sido asesinada junto con su marido por una banda de mortifagos. Su hijo, Neville, había sido criado por su abuela.

Mientras estaba en sus pensamientos, estos fueron interrumpidos por una mano en su hombro, esa mano pertenecía a la única persona que se acordaba de que existía, Sirius Black, su padrino.