Capítulo 5

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Capítulo 5 ||

Hadrian se despertó por sí solo a las seis de la mañana, como normalmente hacía, se comenzó a espabilar intentando no hacer ruido para no despertar a Blaise, cuando estuvo completamente despierto, se puso un pantalón corto de deporte y una camiseta térmica, y con cuidado salió de la habitación, salió de la sala común y se dirigió a los terrenos del castillo, donde comenzó a calentar para hacer deporte, una vez que estuvo preparado, se dirigió al lago, donde comenzó a correr alrededor de él, un hábito que había desarrollado de los años pasados con su abuelo.

Todavía recordaba claro como el agua lo que había ocurrido después de que le acogiese.

Hadrian se despertó al día siguiente de aquel día que había estado lleno de esperanzas, en ese día, había vuelto a nacer en él una pizca de esperanza, esperanza de poder tener una familia. Al recordar los pensamientos que tuvo antes de caer rendido, decidió que tenía que hacer algo por la única familia que se había preocupado de él, con ese en mente, decidió buscar al hombre que le había acogido, al hombre que, en todos los sentidos, era su familia.

Mientras pasaba por salas de aspecto espléndido, Hadrian miró alrededor buscando a su única familia y no pudo evitar fijarse en todo, que tenía pinta de ser muy caro y era muy bonito, más bonito de lo que nunca podría su madre decorar algo.

Hadrian llegó a unas puertas dobles de roble que parecían pertenecer a un despacho, decidiendo que no tenía que perder si miraba dentro, Hadrian abrió la puerta.

Al pasar por la puerta vio un despacho de tamaño grande decorado de la misma manera que el resto de la casa. Sentado en el escritorio de madera negra, que estaba llena de papeles, estaba su abuelo. 'Abuelo, me gusta como suena eso.' Pensó Hadrian.

"Abuelo," Hadrian se perdió la mirada de placer que cruzó el rostro de Myrddin por ser llamado así. "Te quiero preguntar algo, ¿podemos reunirnos con Sirius? Es el único que se ha preocupado por mí y estará bastante preocupado por mí." Dijo Hadrian con nerviosismo mientras se retorcía las manos por la posibilidad de que no le dejasen ver a Sirius.

Myrddin miró a Hadrian con una expresión indescifrable en su rostro.

"¿Te quería?" Al ver que Hadrian asintió, continuó. "Bien, contactaré al Señor Black cuando pueda y nos reuniremos con él lo más pronto posible, ¿de acuerdo? Luego iremos a visitar al Señor Black, y una vez que con él iremos a Gringotts a visitar las bóvedas, ahora a desayunar, debes de estar hambriento."

Mientras Myrddin decía esto, el estómago de Hadrian gruñó, haciendo que el niño se sonrojara. Fueron a desayunar con Myrddin riéndose a carcajadas.

[~~~~~~]

Sirius Black tenía un aspecto demacrado, ya que su cachorro llevaba desaparecido dos días, y nadie excepto él y algunas personas parecían preocupados por lo que le podría haber pasado al pequeño niño pelinegro. Le había perdido la pista cuando fue a gritarle lo estupido que era a su padre, que en opinión de Sirius no merecía ser llamado así, después de que James hubiera desheredado a Hadrian, convirtiéndose automáticamente en una persona sin apellido ni familia. Sirius tenía la intención de convertirlo en su heredero en cuanto lo volviese a ver.

Mientras estaba sumido en sus pensamientos de tristeza y desesperación, no vio cómo alguien estaba intentando pedir el permiso para entrar por red Flú. Cuando finalmente se dio cuenta, corrió hacia la chimenea, con esperanzas de que fuese alguno de los conocidos a los que había llamado para buscar a Hadrian.

Mientras se agachaba frente a la chimenea para permitirle el paso a quien fuese, rezó porque el que viniese tuviese noticias sobre su cachorro.

Harry Potter: Heredero de MerlínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora