Park Twins

31.

Meses después

-Mamá ¿puedes dejar de avergonzarme con Jimin?--pregunté y ella rió mientras el seguía viendo mis fotos de bebé

-Oh Tn, estabas vestida de la sirenita--dijo él riendo y yo cubri mi rostro

-¿No creen que es suficiente?

-Iré a checar como va la cena--dijo mi madre y se levantó de la silla para ir a la cocina

-Jimin, no sigas viendo, es tan abrumador

-Pero si eras tierna, mírate--me enseñó la foto--¿puedo quedarmela?

-No--se la quité y la guardé en el albúm de fotos

-Que grosera--dijo riendo y yo besé sus labios

Jimin estaba pasando el día en mi casa aprovechando que mi padre no está en la ciudad por un mes, mi madre adora a Jimin ahora así que no hay problemas con ella. Además, estas semanas su madre ha estado algo enferma y el se siente triste por lo que decidí animarlo dejando que lo consintiera y que de paso mi madre también.

-¿Ni siquiera me la darás porque estoy triste?--preguntó haciendome ojitos

-Ahg bien, puedes tenerla, pero no se la enseñes a nadie o te ahorcaré--lo señalé

-Uy eso me gusta...--dijo riendo y me besó

-Oye mi mamá está en la cocina--susurré sobre sus labios y reímos después de eso

-Muchas gracias--tomó la foto y vi como la guardó en su billetera acomodandola en un bolsillo transparente asi se ve

-No puedo creer que de tantas fotos escogieras esa en dónde estoy vestida de la sirenita

-Te ves adorable y me agrada la sirenita--dijo y yo negué riendo

-La comida está lista chicos--dijo mi madre captando nuestra atención

-Oh, yo te ayudo--dije y me levanté para ir con ella

Le ayudé con servir la lasaña que había hecho y nos pusimos a comer, luego disfrutamos de una película juntos para después ir a mi habitación a pasar algo de tiempo solos mientras que mi madre se fue a su cuarto.

-Y, señorita sirena--dijo el riendo mientras se tumbaba en mi cama

-Ya basta, superalo--dije subiendo a su regazo y el me abrazo por la cintura

-¿Por qué luces más bonita de lo normal?

-Hmm...no sé, siempre he sido bonita--dije y el sonrió

Vimos a nuestro gato subir a la cama para morder las pulseras que tiene Jimin en la mano y el rió.

-Heeey, quieto--dijo y reímos

-Aún no tiene nombre

-¿Qué tal mimi?

-¿Mimi? no lo sé amor, no me suena--dijo no tan convencido

-Bueno, entonces busca tú un nombre y lo discutiremos

-Auch hey, ¿qué te pasa?--dijo Jimin viendo que nuestro gato lo mordía

-No lastimes a Jimin--dije cargandolo y acaricié su pancita mientras que él maullaba

-Te tiene toda rasguñada--dijo él acariciando mi brazo y yo asentí

-Ve a tu cama--dije riendo y lo bajé viendo como el corrió hasta su lugar para jugar con la alfombra

-¿Y? ¿Cómo se ha sentido tu madre?--pregunté acariciando su cabello