El llanto de un demonio

10.

Jiang Cheng, se fue con el rabo entre las patas después de que Hua Chen, que prácticamente lo corrió de los túmulos funerarios.

Con un poco de enojo y tristeza baja aquellas montañas llenas de energía resentida.

Su camino fue tranquilo ya que, de algún modo WuXian desde donde se encontraba ordenó a los cadáveres que no se acercarán a si hermano.

Con el alma hecha pedazos y con la hermandad rota y con si conciencia taladrando su cerebro.

Utilizando su espada para llegar loas rápido que se pueda.

El viento se encontraba a su favor, las aves no de interpusieron en su vuelo llegando así con toda seguridad.

Su hermana, una hermosa mujer que, por la culpa de cierto chico decide cancelar su compromiso.

Lo ve desde lejos y sonríe ante la presencia de su hermano, esperando a que WuXian, haya decidido venir con él, pero vaya decepción se lleva cuando ve que Jiang Cheng viene solo.

— A-Cheng y ¿A-Xian?

— Hermana, no quiso venir.

YanLi, en cuanto escucha aquella respuesta se entristece, tanto es el dolor por lo que sucedió con el hijo ilegitimo de Jin GuangShan que se niega a venir con ellos.

— A-Cheng, ¿por qué se negó a venir con nosotros? 

— Hermana, creo saber la razón — hablo recordando una de las tantas platicas.

— Entonces dime. 

— Antes de que se celebrara la reunión el la torre de los Jin, WuXian me llamo para contarme una situación que ocurrió, entonces lo que le dije fue. "No me interrumpas con problemas poco importantes, si estos no son de la secta no quiero saber nada".

Bueno, Jiang Cheng minimizo los problemas de WuXian, reduciéndolos a nada prácticamente. YanLi, a pesar de que siempre trae consigo una sonrisa y un rostro amable, pero en esta ocasión entiende a su hermano. El amor no correspondido de a quien amas.

Ella comprende la situación a la perfección, aquello que su pequeño A- Xian le quería decir a su otro hermano era lo de su corazón roto, aquel dolor que sufrió cuando vio que su primer amor se encontraba en las manos de otro y siendo besado por este.

Su corazón de hermana mayor le dolió al ver aquella imagen, un Wei Ying, cubierto de lagrimas, ahogándose con su propio llanto, aferrándose a su cintura y deseando desaparecer en ese instante, que la tierra lo tragara, que incluso la energía resentida lo hiciera explotar.

— A-Cheng, saber que lo que le dijiste lo lastimo verdad. — hablo con seriedad ante el problema.

— Sí, lo sé hermana, pero no es para tanto.

No es para tanto, no es para tanto, WuXian vio como le robaron a su primer amor y su hermano minimiza sus problemas, ah, y para colmo ese hermano dice que no es para tanto.

— A-Cheng, dime una cosa, ¿Cuándo A-Xian, ha minimizado tus problemas?, ¿Cuándo él te ha dejado para el final?, ¿Cuándo te ha hecho a un lado por otras cosas? — las palabras de YanLi eran bastante filosas.

A pesar de que Jiang Cheng es su hermano, tiene que poner las cartas sobre la mesa, darle a entender que la familia es importante ante todo, no importa que, siempre la familia es la cúspide de la pirámide de prioridades.

— Lo entiendo hermana, pero que podría haber hecho si estaba con los demás líderes de secta, no podía haber desairado o haber quedado mal o ¿Si?

Un enojo broto en el estómago de YanLi, ¿qué está escuchando? Entonces lo que él está diciendo es que prefiere mantener la imagen y su familia mandarla al carajo.

— Mhm, entonces me dices que antes que tu familia es la imagen Jiang WanYin

— No hermana, no es eso.

— ¿Entonces?, ¿Qué esas importante para tí? — habla levantando una de sus cejas.

—...... — WanYin no sabe que decir.

— Ves, no sabes que decir, tengo razón en lo que digo.

WanYin teme que su hermana se enojé con él, ya que a partir de hoy solo es el único familiar que le queda.

— Jiang Cheng, en tres días me llevaras al lugar donde se encuentra A-Xian y me ayudarás a traerlo de vuelta.

— Hermana, no creo que quiera venirse con nosotros.

— Eso tú no lo decides, quién debe decirme esto es él, no tú. Ah. Por el momento no me molestes, estoy bastante enojada que podría decirte algo de lo cual me pueda arrepentír.

YanLi da media vuelta y camina de regreso a sus apocentos para así pensar de alguna manera el como hacer que su pequeño hermanito regrese a casa sin problemas.

Mientras tanto WanYin tiene que pensar las cosas, claramente su hermana le ha marcado un error, y vaya que lo cometió, pero ahora no sabe que hacer. Y, como dijo su hermana hasta que se le pase la molestia.

Dejar que las aguas se tranquilicen.

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