Cuidado con el James

V E I N T I D O S

Antes que todo, he hecho una nueva novela, he publicado un capítulo y se llama L O G A N. Espero y les guste.
Ahora sí, a leer morros.

Me despierta el sonido de mi teléfono sonar, siendo insistente.

Lo agarro y de ahí ya estoy despierta.

Es mamá. Me pongo nerviosa, contesto estando nerviosa. Me voy rápido a la sala con ella en llamada.

- ¡¿ Beverly ?! ¿¡ Me oyes !? - dijo mi mamá. Parece muy preocupada y enfadada, por el tono de voz.

- Sí mamá, te oigo. ¿ Por qué llamas mamá ? - dije.

- ¿¡ Que por qué llamo !? - dijo enfadada - ¡¡ Ve las malditas noticias Beverly !!

Voy a la sala y prendo el televisor.

Lo primero que sale es el reportero de las farándula.

- Y dinos Ben ¿ Qué farándula nos traes hoy ? - dijo una hermosa mujer.

- Mm, como que el chisme vuela Maite, lo que te contaré te va a ser desmayar - dijo con una sonrisa, hecha para un anuncio de colgate - Un camarógrafo, vió una imagen comprometedora el día de ayer - de ahí, en toda la pantalla se muestra a Stephen y a mí, apunto de besarnos, en el hueco donde nos escondimos ayer.

- Pero miren eso, ¿ Quiénes son esos individuos reconocibles ? - dijo la chica muy sorprendida.

- No es nada más y nada menos que, Stephen James y Beverly Olson. Stephen, el mejor empresario de la década, por lo que parece ha caído hechizado bajo las riendas de esa bellísima y jóven chica, quien no es nada más ni nada menos que, Beverly Olson, la hija de los empresarios Olson, reconocida por haber estudiado en Oxford y ser hija de la hermosa pareja del año, Louis y Marcela Olson - dijeron poniendo una foto mía cuando dijeron mi nombre y la de mis padres al nombrarlos a ellos - es la hija menor de ellos ¿ Sabías ?

- Obvio que sí, Ben - dijo la chica. Apago la televisión.

- ¡¿ Cómo se te ocurre Beverly ?!, ¡¡¿ Cómo mierda se te ocurre ?!! - dijo preguntando lo último gritando.

- Mamá por favor...- dije. No me dejó terminar.

- ¡¡ No !! ¡ Ese hombre te ha golpeado y humillado !! Te prohíbo salir con él, ¡ Entiendes ! - dijo enfadada.

- No no entiendo, el tiene ataques de ira, no quiero dejarlo, tengo 22 años, no tienes control sobre mi, no vivo en tu casa, así que... - iba a seguir, pero me interrumpió.

- Bien...haz lo que quieras - dijo. Suspiré tranquila - Sólo quiero que sepas que mamá y papá, estarán para ti, aquí, en hogar.

Cuando terminó de hablar, colgó. Me siento en el sofá y me pongo a pensar.

Creo que haz sido muy dura con ella, imbécil.

No fue mi culpa, conciencia.

Fue culpa de las dos... ¿ Pero que digo ?, aquí venimos a buscar una solución, no un culpable.

Es verdad.

Ok, ¿ Que tal si le presentamos a mamá y papá al verdadero Stephen ?

Ni si quiera estamos juntos y ya quieres que se lo presente a mis padres, estás mal.

Puede que haya algo serio en un futuro.

Puede, pero no está confirmado.

Cierto...

Dejo de pensar al oír unos pasos pequeños, levantó al cabeza y es Hércules. Sonrío y le doy palmadas a mis piernas.

- Hola - dije con ternura al ver cómo se monta con dificultad y se para en mis piernas. Ladra y se baja de mis piernas, lo sigo y veo porque ha venido a mi.

Se ha cargado en medio del pasillo, creo que el tamaño del perro no importa o no le quedó claro al mojón que es un perro chiquito.

Agarro al perro en mis manos y lo llevo al baño. Le lavo el culo con papel higiénico y lo dejo en le piso, voy con cuidado a la cocina, para no caer en la verdadera mierda.

Llego a la cocina y agarro una bolsa de plástico. Camino por la sala y escucho como me llaman.

- Beverly - dijo Stephen en le pasillo.

Camino rápido y veo que está parado en el mojón, veo sus pies y parece no notar que tiene un pedazo de mierda en la pata, pero un pedazo de mierda enorme, salida del micro ano de un perro chiquito.

Hércules ladra con la cola moviéndose, parece saber de la situación.

- Stephen...no te muevas por favor - dije.

Él mueve sus pies, puede que se haya dado cuenta, parece que había estado tan dormido que no se fijó que había mojón de perro en el suelo. Mira su pie.

- ¿ Que mierda ? - dijo. Camino a la cocina y saco unas pastillas para Stephen. Voy caminando rápido y llego a él.

- Stephen, respira por favor, tómate está pastilla y respira conmigo - dije nerviosa.

Él se la traga de una, sin agua.

El diablo se rinde ante Stephen por eso.

- Respira conmigo Stephen - dije. Empezamos a a respirara. Él parece colmarse y me empuja haciendo que caiga al suelo. Hércules ladra enfadado por eso, se acerca corriendo y le muerde el pie.

Stephen lo mira y lo patea de manera brusca con el pie.

- ¡¡ Nooo !! - grito. Corro hasta Hércules y lo agarro entre mis manos - ¡¡ Stephen fuera de mi casa !!

Él va a mi baño, mientras tanto, me voy con Hércules en brazos a esconderme.

Me escondo con Hércules en las puertas que están en la parte baja de la cocina.

Oigo como azotan una puerta, oigo pisadas, luego un estruendo, y luego otro azote más ruidoso.

Espero unos segundos y no oigo nada.

Salgo con Hércules, veo como llora en mis brazos, se me cae un lágrima por ello.

Voy a mi cuarto y lo veo todo normal, solo que la puerta del closet está abajo. Agarro mi agenda y veo que solo me queda una cita para terminar este trabajo de mi semana, es de la Señora Jules, es mañana, a las 15 : 30 p.m. Agarro un bolso, pongo efectivo, ropa de cambio, zapatillas, dejo el bolso en la puerta de mi cuarto. Voy al baño y me miro al espejo.

Necesito un descanso.

Asiento, me lavo la cara con jabón y una crema facial. Me lavo los dientes, la lengua y el interior de mis mejillas.
Voy otra vez a mi cuarto y escojo una prenda de ropa :

Salgo y voy directa al baño.
Agarro mi cepillo, peine y mi crema para la cara y toallas para menstruar.

De la entrada agarro mis lentes, mi libreta y mi cartuchera que contiene un lápiz, borrador y un bolígrafo.

Agarro de Hércules en mis brazos y él paró de llorar desde hace un rato, pero se le nota triste.

- Hércules, nos vamos a ir a dónde mis padres - dije.

Él solo se acomodó en mis brazos y listo.

Agarro las llaves del departamento y voy a el ascensor.

Este será un largo viaje... Y una humillante visita.

Mierda.