Wang Yibo un amante de las motocicletas y patinetas, en pocas palabras un fiel a la adrenalina pura, era un joven de 19 años cuando conoció a Xiao Zhan, un estudiante de medicina de 24 años, quién diría que con el pasar del tiempo se harían más que...
Ante ese brutal accidente aunque sólo Yibo y su equipo sabían que no era así, rápidamente lo trasladaron al hospital, el rostro del castaño se encontraba con heridas y la mano donde portaba el anillo también había unas pocas, la sangre que yacía en esta es debido a que alcanzó a agarrarse la cabeza justamente donde se dio el golpe. Su vista cada vez se nublaba y los recuerdos de Zhan y él eran como pequeñas fotografías, lloraba como un niño pequeño a lo lejos escuchaba la voz de su manager diciéndole que no se durmiera por nada del mundo ya que estaban a pocas horas de llegar al hospital.
Cerca de 15 minutos la ambulancia se encontraba en la entrada de urgencias bajaron al castaño quien portaba el collarín y otros elementos que colocan los paramédicos para que el cuerpo no se mueva de un lado a otro en el trayecto a la sala de traumas. Todo era un alboroto, médicos corriendo y Zhan se encontraba en el comedor esperando a Yibo, su turno había terminado y volvía a leer el mensaje de su amado, como no respondía el celular optó por responderle dicho mensaje que le mandó hace unas horas.
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Al no recibir respuesta alguna se fue del comedor, en el camino vio el alboroto que se creó ante la llegada del castaño gravemente herido, curioso se asomó a la sala de trauma y pudo visualizar la mano con aquel anillo puesto. Acercándose más vio el rostro de su esposo entrando en un estado de shock y rápidamente lo tomó de la mano mientras que lágrimas resbalaban por sus mejillas.
El pelinegro lloraba a mares, sus compañeros intentaban separarlo pero les era imposible puesto que se aferró a la mano ajena. Yibo le apretó la suya débilmente mientras susurraba un sálvame ZhanGe soltando la mano de este, el castaño entró en paro y necesitaban reanimarle.
Xiao Zhan gritaba descontrolado, estaba decidido a hacer todo pero como se trata de su esposo no se lo permitían, lo tomaron de los brazos alejándolo de la sala mientras continuaba llorando y gritando a su vez el nombre del castaño. Molesto se alejó de los médicos y corrió al baño para lavarse la mano que tenía rastro de sangre, le era difícil asimilar la situación.
Mientras tanto unas personas desconocidas por el momento, se mandaban mensajes y estos mismos revelaban una oscura confesión.
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Cuando el joven pelinegro salió del baño se encontró con Guo Cheng y este le dio las malas noticias. Lo siento Xiao Zhan, tu esposo no sobrevivió ya era demasiado tarde, mi más sentido pésame — comentó —
No necesito de tu lástima y gracias por avisarme, aunque ya debes de estar feliz ¿no? Se cumplió lo que tanto deseabas y ese maldito deseo me ha destrozado la vida por completo. — agregó con cierta molestia —
Volviendo a romper en llanto salió del hospital, no quería saber nada sólo quería llegar a su departamento y admirar las fotos de su esposo recordando los maravillosos momentos que habían pasado.
