Brincos dieras

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-Te veí preciosa -elogio el Alex mientras me miraba mirándome en el espejo.

La wea enredada.

Estaba terminando de maquillarme por lo que estaba frente al espejo. Y el Alex estaba aquí de copuchento porque me dijo que iba a venir a buscarme a cierta hora pero me atrase como siempre.

-No habli tonteras, loco. ¿Creí que dure mucho el carrete?

No me acostumbro a los cumplidos... No es la media cuestión, pero te hace sentir algo bonito y a la vez vergüenza.

Ando mamona hoy, mor.

-El pancho dijo que es algo piola. Igual siempre que se saca carrete suelen ser tranquilos así que no creo que de para largo.

-Okay -termine poniéndome un pinche en el pelo porque se me venía a la cara y se me pegaba al labial.

¡Y eso que ni siquiera es un gloss! Pero esta recién pintado y es incomoda la wea.

-El Javier me pidió si lo podía ir a buscar, ¿te incomoda? -preguntó levantándose de mi cama.

-Nop. De echo muy pocas cosas me incomodan, si es buena onda nos vamos a llevar super bien -le guiñe el ojo.

Luego de eso se quedó callado mientras nos subiamos al auto, como si estuviera pensativo.

-Nono. No me gusto la idea -habló de la nada, confundiendome.

-¿Qué?

-No suelo ser asi pero prefiero que no te llevi bien con él porque conozco lo lanzado y confianzudo que puede llegar a ser ese weon.

Alce una ceja divertida. Mira, salió celoso el niño.

Me acerque a el rodeando su cuello con mis brazos.

-¿Eres celoso?

-Mmm... Eso podemos averiguarlo mediante nos vayamos conociendo más -hablo, para después dejar un piquito en mis labios. Por suerte ya se había secado el labial.

Y quedo dando vueltas el
"Conocernos más..." aun después de subir al auto.

Me sonroje un poco sin poder evitarlo. Pero me centre en mirar los lugares por donde pasábamos.

(...)
-¡No si de verdad cuando chico me trague un sacapuntas! -exclamó el Javier riendo conmigo- no le sacó punta a mis mojones pero al menos salió.

Volví a reír con fuerza causando un leve dolor en mi guata.

El weon cómico, la cago.

Efectivamente y como había mencionado el Alex antes de pasarlo a buscar, es alguien que toma confianza extremadamente rápido.

-Llegamos -anunció el "chófer". Quien por cierto, por más que trató de no reír le fue imposible con su amigo.

-Bueno mi reina... un gusto haberla echo reír en el camino pero yo aquí desaparezco. Chao perro, nos vemos en clases.

Volví a reír una vez más antes que desapareciera de mi vista entre las personas.

Una vez que estuvimos dentro el Alex habló cerca de mí oreja sobresaltandome.

-¿Quieres que pasemos juntos o cada quien por su lado?

-Cualquiera está bien. Ya di mi palabra de no volver a curarme como la vez pasada -sonreí con vergüenza.

¿Y mandarme otro numerito? No, gracias. Ahora quizás a quien agarraba pal webeo.

Justo en el momento en que me iba a contestar llego un mino abrazándolo por detrás. O más bien tirándose encima.

Mala suerte culia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora