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Recuerden que en el "Pregunta al personaje", podrán interactuar mejor con todos ellos, hacer preguntas y todo, pero necesitamos mínimo 10 preguntas, así que ánimo, por favor ✨

Mientras tanto...¿qué team son?
A) Team Christian
B) Team Michael

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Abrí los ojos y demoré varios segundos en recordar dónde estaba. La cama desordenada con sábanas rosadas, la luz entrando por la ventana, la ropa regada por el suelo, las cajas de mudanza a medio desempacar. Me incorporé lentamente y no vi a Nancy por ningún lado, hasta que me incliné para mirar por la puerta entreabierta y vi la figura morena a medio vestir de la chica con quien pasé la noche. Aunque se movía por la pequeña cocina al ritmo de la música en sus audífonos, podía notar cierta incomodidad en sus pasos. Claro. Me maldije por dentro al recordar que su primera vez había sido con un idiota despechado. Pero eso no tenía que saberlo ella, y yo tampoco quería recordarlo.
Tomó con manos temblorosas una taza y un plato y caminó de regreso a la habitación, nuestros ojos se miraron y sonrió. Se inclinó y me ofreció la taza, donde vi una bolsita de té de manzanilla, puso el plato a un lado y se quitó los audífonos.
— ¿Llevas mucho despierto?
— No, acabo de despertar.—no estaba seguro de cómo portarme, supuse que debía seguir con la farsa del príncipe encantador por tan sólo otro poco.
— Se nota.—sonrió y estiró su mano para acomodar mi cabello. Su toque fue amable. Toda ella era cálida.
— ¿Cómo te sientes, Nan?
— Oh...—se sonrojó y bajó un poco la cabeza—Bien...se siente incómodo, pero no duele como pensé.
— Me alegra.
— Fuiste amable.—estiré mi mano para sostener la suya y la atraje a mis labios, donde deposité un beso.
— Es lo mínimo que mereces, princesa.
— Eres un sueño...—susurró.
— No lo soy. Sólo...soy un hombre.—sonreí y di un sorbo a la taza, estaba muy azucarada, pero no dije nada.
— No tenía mucho en la cocina, aún no hago las compras, pero te preparé huevo revuelto con jamón, espero que te guste.
— Huele delicioso.
— Deberías comer y...oh, traeré tu ropa.
— ¿Harás algo hoy?—interrumpí.
— Eh...no, no creo...
— Vayamos al súper juntos, tengo trabajo por la tarde, pero estoy libre toda la mañana. ¿Quieres?
Sonrió como una niña. Yo continuaba usándola para evadir volver a casa, pero no podía hacerlo por siempre.
La gente en el supermercado me vio como un bicho raro al usar traje formal para hacer las compras. Pero ella estaba tan entusiasmada, que casi no puse atención. Sin notarlo, compró la marca de té que me gustaba, y ya prometía memorizar lo que me gustaba comer. Volvimos a su casa. La besé interrumpiendo el guardar las compras, la toqué, ella estaba tan ansiosa y lo hacía tan sencillo, no recordaba si había sido así de simple un día con Christian. Sin discusiones. Sólo besos, sonrisas coquetas, las atenciones que te hacen sentir especial. Nos besamos en el sofá, la tuve en mis piernas, sumisa, inexperta y ansiosa. Me sentí...bien, y buscaba en mi memoria la última vez que me había sentido así al lado de Christian. La acaricié, olí su fragancia, sentí su respiración, su piel suave, sus curvas, sus agrupaciones de masa, sus muslos, su cadera, sus senos...todo en ella era suave, tibio, dulce, y me deseaba. Me deseaba tanto. Y no estaba ebria, ni asustada. Cuando terminamos, en el suelo de la sala, desnudos, sudados, cansados, me aferré a sus caderas y lloré sobre su abdomen. Ella no preguntó. Me acarició el cabello con ternura y me apretó contra sí.
Nancy era linda, dulce, y por unas horas, quise quererla, ¿las cosas siempre serían así de simples con ella? Quería que las cosas fueran simples. Que todo fluyera. Como con ella...pero...
Me dejó bañarme y me pidió mi número antes de irme. Pude mentir, pero no lo hice, se lo di, y le pedí que me contactara.
Tomé el transporte a casa. Al abrir la puerta, para mi sorpresa, me encontré a Christian en la sala, me miró angustiado, sus ojos estaban rojos e hinchados. Corrió a mí y quiso abrazarme, pero me aparté.
—Mich...estás bien, oh, Dios mío, estás bien.—se desplomó y lloró aliviado a mis pies.
—Me quedé sin pila.—dije y caminé con dirección a la habitación.
—Pensé...tuve miedo de que...
—No. Christian, no iba a saltar frente a un autobús. Solamente duele como el infierno...y no cambia nada.—mascullé—¿No deberías estar en clases?
—¡Desapareciste! Estaba aterrado, no podía pensar en nada más.
—Pues ya llegué. Toma una ducha y vete. Aún alcanzas tus clases de la tarde.
Él me miraba pasmado desde la entrada, mientras yo me cambiaba de ropa, tratando de parecer lo más tranquilo posible.
—¿Dónde estuviste toda la noche?
—Estuve caminando.
—¿Por qué no volviste?—entonces volteé a donde estaba.
—Porque no quería verte.
Hubo un silencio asfixiante, hasta que se tambaleó en su lugar y entró a la habitación, se sentó a la orilla de la cama, miró sus manos y sin alzar la cabeza, dijo:
—Tenemos que hablar.
—¿De?
—Lo de anoche.
—No hay nada que hablar.
—Mich, sé que estás molesto, pero debes entender...
—Sí, soy yo quien debe entender.—tomé una mochila, metí algunas cosas y la puse sobre mi hombro.
—¿A dónde vas?
—A trabajar. Ya voy tarde.
—¿Trabajar?
—Era una de las sorpresas.—dije con una risita que pareció dolerle—Ve a clases, después de eso, vete a dormir con tu novio de la universidad. No me esperes. No vendré hoy a dormir.
—Michael...—se puso de pie y trató de alcanzarme mientras yo atravesaba la sala—Espera, espera, por favor...
—Espero que no perdieras el anillo, hazme favor de llevárselo a mi hermano. No necesitará explicaciones. Yo hablaré con él en mi descanso.
—Mich...
—Piensa en algo más que esto, Christian. ¿Esperabas algo distinto? ¿Rechazarme y seguir como si nada? No puedo...
—Tenemos que hablar.
—¿Hablar? ¿Seguro? Pensaba que el sexo de reconciliación era lo tuyo...—me burlé—Pero ahora estás sobrio, y así no es divertido, ¿no?
—Basta.
—Eso mismo digo yo. No faltes a clases, y almuerza, por favor.
Salí, cerrando la puerta tras de mí.
En la entrada del edificio, me encontré a Azula, bajando de su auto, tan pronto como se percató de que yo estaba ahí, casi tropezó.
—Hey, ¿qué haces aquí?—pregunté sonriendo.
—Al parecer, volviste.—dijo, colocando el seguro del carro.
—¿Te llamó Christian?
—Anoche, pero Paula y yo no estábamos en la ciudad. Llegamos hace unas horas.
—No le prestes atención, lamento que haya interrumpido su viaje. Fue una estupidez.
—Sonaba preocupado de que no llegaras a dormir, pero te ves muy descansado.—cruzó los brazos sobre el pecho. Para ser honestos, su vida con Paula parecía haberle sentado muy bien.
—No le hagas caso, tuvimos una pequeña pelea y necesitaba aclarar mi cabeza, sabes lo que es eso.
—Estaba aterrado. Pensó...—entonces bufé, fastidiado.
—No planeaba matarme, no con eso.
—Sabes que todo eso dejó muy afectado a Chris.
—Pues no pasará de nuevo...escucha, me alegra verte, hay que vernos pronto ahora que han vuelto a la ciudad, pero ahora debo irme a trabajar.
—¿Trabajar?
—¿Por qué todos parecen tan impresionados? No es como que sea un tipo de parásito o algo así. Hablamos luego, saluda a Pau de mi parte.
—Sí, eso haré...
¿Para qué mentir al respecto? Sí, estaba enfadado con Christian, ¿cómo se le ocurría llamar a Azula? Él era quien causaba problemas, y yo quien tenía que soportar esa pesada mirada de que sabía que algo andaba mal.
Azula había sido como una hermana mayor para mí, más que mi propio hermano, así que pensar en tener algún tipo de problema con ella, me causaba un poco de temor.
Le tenía envidia, la verdad. Cada vez que la veía, desde hace algún poco tiempo, no podía evitar envidiarla. Había encontrado a su persona ideal. Paula y ella habían pasado por tanto, el cómo se conocieron fue problemático, y desde el comienzo de su relación, habían tenido tantas turbulencias, que nadie pensaba que algo bueno fuese a salir de ello. Se habían apartado, se habían buscado, habían hecho todo mal...y luego...lo habían solucionado. Y entonces hubo calma. Eran una pareja felizmente casada en vistas de formar una familia.
Yo quería eso. Y estaba tan enfadado por haber dedicado mi vida a ello y no haber logrado lo que ellas en un par de años.

Mi primer día de trabajo fue...tranquilo.
Las chicas eran amables, atentas y bobeaban a mi alrededor. Una de las chicas, muy linda, me había mostrado dónde podía cargar mi celular, por lo que en mi descanso, pude comunicarme con Carlos.
—¿Y bien? ¿Ya vas a presumirme que me equivocaba?—dijo al otro lado del teléfono.
—Tenías razón.—susurré y hubo silencio.
Lo lamento...—respondió.
—No, está bien. Debería haberte hecho caso.
Puedes venir a la casa si lo necesitas.
Aún no decido si será necesario, pero gracias.
¿Pasó ayer?
Sí.
¿Durmieron juntos a pesar de ello?—sonaba casi sorprendido.
—No. No. Me quedé en casa de una amistad.
¿Qué harás ahora? Espero que esta vez sí me escuches...
—¿Sobre terminar con esto? No lo sé. Una parte de mí...quiere...intentarlo un poco más, otra parte de mí quiere terminarlo. Pero ya no estoy seguro.
¿Vas a quedarte ahí estancado?
No es eso...siento que aún falta algo.
¿Qué buscas ahí si ya te demostró que no hay más?
La pregunta flotó en la línea por un momento. ¿Qué quería? Había sido rechazado por el hombre al que había amado toda la vida. Y esa misma noche, había tenido sexo con una mujer a la que acababa de conocer. Christian no quería algo más conmigo, quizá no veía un futuro conmigo, ¿qué quería de él? Podía volver con mi padre y darme una oportunidad con alguien que no fuese Thomas. Si las cosas iban bien, esa chica podía darme lo que yo quería...¿por qué me aferraba a Christian? ¿Por qué siempre a Christian?
—No lo sé...
No vas a encontrar nada nuevo ahí. Todo lo que tenían para darse, ya lo hicieron. No vas a obtener nada más. Christian y tú...quizá no debieron haberlo intentado siquiera, ¿no extrañas a tu mejor amigo, cuando discutes con tu novio?
No lo había pensado. Pero quizá. A veces, cuando jugábamos algún videojuego, o hacíamos algo que me recordaba a nuestra infancia, miraba a Christian reír como tonto, y pensaba en mi mejor amigo, el niño con quien crecí, y sentía nostalgia.
¿Alguna vez sentiste que habías perdido a un amigo, por un capricho?
—Me enamoré de él, no fue un capricho.
Quizá un...platónico pudo ser mejor que esto. Al final, perderás a tu novio y a tu amigo.
Debo volver al trabajo. Christian te llevará el anillo, no le digas nada, ¿quieres?
No tengo nada en su contra, son problemas suyos.
Gracias.
No es nada. Suerte en el trabajo. Asegúrate de que no te despidan.
Adiós...gracias, Carlos, ahora tengo más en qué pensar.
No hay nada que pensar, solamente debes actuar. Hasta te apoyaría con Thomas, si promete dejar de insinuar cosas frente a mi novia.
Adiós.
Chao.
Perder a mi novio y a mi mejor amigo por un capricho...haber quedado solamente como amigos...¿esa era la única solución? ¿Estábamos destinados a estancarnos y fracasar como pareja? Y al final de todo, ¿la culpa era de Christian o mía? ¿Valía la pena culpar a alguien más?

En la bandeja de entrada, tenía un mensaje de Nancy.

"Hola, soy Nancy. Espero que hayas llegado bien. Gracias por lo de anoche...me gustó mucho, me gustas mucho. ¿Es raro que lo diga? Jaja ¿tienes planes por la noche? ¿Podemos vernos? Disculpa si es pronto...pero no he podido dejar de pensar en ti. Te extraño muchísimo.Y disculpa si sueno intensa jaja no es mi intención. Como sea, avísame si quieres que nos veamos de nuevo..."

Lo pensé un instante, quizá no debía arrastrarla a esto, ella no tenía culpa de nada...pero al final, Christian terminaría llorando en brazos de David o de Oscar, ¿y yo era el jodido?
Si íbamos a estancarnos o a dar fin a ello, nos iríamos en igualdad de condiciones.

"Hey, linda, me alegra que me escribieras. ¿Es normal que piense en tus adorables mejillas rojas cuando leo tu mensaje? Jaja te llamo saliendo del trabajo y quedamos dónde vernos. Podemos ir a comer, o a tu casa, bonita. Hablamos al rato. Besos. Yo también te extraño."

Luego, volví al trabajo.

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ANUNCIO IMPORTANTE

(Lo pongo en mayúsculas para que no lo ignoren)

EL DÍA SÁBADO 24 DE ABRIL, HARÉ UNA REUNIÓN DONDE PODREMOS PLATICAR Y RESPONDERÉ TODAS SUS DUDAS, ADEMÁS, LES HARÉ ALGUNOS ANUNCIOS Y...LES HABLARÉ SOBRE ALGÚN CONTENIDO ESPECIAL QUE HE PLANEADO.

QUIENES QUIERAN Y PUEDAN ASISTIR, MÁNDENME UN MENSAJE O DEJEN SU COMENTARIO, LES DARÉ EL LINK ✨

Solo tú [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora