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Entonces me dirigió una radiante y pícara sonrisa, se puso de puntitas y besó mi mejilla.
Por mi parte, le di unas palmadas en la espalda, de forma amistosa, tratando de volver a centrarlo. Ganándome una sonrisa suya. Aunque sabía que Thomas era un hombre de palabra, o algo así, aún me sentía un poco extraño cuando se ponía cariñoso en algún sentido. Sabía que no rompería su promesa...pero casi cualquier contacto físico entre nosotros me hacía recordar nuestra temporada de novios. Y no me mal entiendan, no es que extrañara tenerlo como pareja, aún si era sumiso y complaciente, prefería a Christian.

Desde la última vez que habíamos salido, decidimos que...solo seríamos amigos. Me juré a mi mismo no acudir a él de nuevo en la forma que solía hacerlo, quería encaminar esa relación a algo mejor, no podía estar huyendo. Y tampoco podía seguir quitándole a él la oportunidad de darse cuenta de que alguien lo amaba.

—Thommy, ¿has traído lo que te pedí?—pregunté un poco más relajado.

—Oh, claro, Michi, jamás te fallaría, nene, lo sabes.—caminó al sofá, donde había colocado su bolso, y de él sacó algunos folders, luego volvió a mi lado y me los entregó—Ahí está todo. El amarillo tiene papeles con información que recolectamos, y el rosa trae propuestas.

—¿Propuestas?

—Pediste mi ayuda, nene. Soy bueno organizando eventos, y con ustedes...ufff...tengo miles de ideas.

Entonces yo reí. Coloqué por un momento la carpeta rosa a un lado, estaba nervioso de verla. Y abrí la otra. Claro que había algunos trabajos llamativos...y otros que no tanto.

—¿Hablas en serio?—cuestioné, alzando la ceja y señalando la hoja.

—Serías un miembro valioso en cualquier agencia. Y yo podría ayudarte.—dijo encogiéndose de hombros.

—Chris me mataría si le dijera que quiero ser modelo.

—Él te mata por todo, amor. Ganarías bien y podrías conseguir una sirvienta para este...desastre.—paseó su mirada por el lugar, con una terrible mueca de asco.

—Yo puedo encargarme de eso, por ese motivo, quiero un trabajo con horarios flexibles.—continué  leyendo los papeles, mientras él me miraba algo decepcionado.

—Michi, ¿no has considerado...—lo miré con severidad, haciendo que su voz se apagara antes de terminar la oración.

—Ya hablamos de esto, sabes cuál es mi respuesta.

—Michi, estás desperdiciando tu maravilloso potencial, bebé. No tendrías ningún problema para ser aceptado en la universidad que te propongas. Siempre has sido muy inteligente.

—Christian estudia, no quiero que descuide la escuela por trabajar más horas.

—Si el dinero es el problema, yo podría...

—No, Thomas. Quiero hacerme cargo yo mismo. Yo debo cuidar de Christian. Si todo sale bien, pronto dependerá la casa de mí y yo....

—¡Michi!—alzó la voz—Sé que quieres hacerte cargo de todo, que quieres darle una vida cómoda, que no quieres que se preocupe...pero...¿estás dispuesto a lanzar todos tus talentos, tu salud, tu juventud, tus sueños, todo, por esto? ¿Chris estaría feliz de saberlo? Tú también tienes metas en tu vida, cosas que quieres hacer, y lo vas a dejar de lado por eso. Michi, piénsalo bien. Puedo conseguirte un puesto temporal con la empresa de papá, solo mientras estudias y ahorras dinero.

—Te conozco, me darán trato preferencial. Y no quiero eso. Thomas, amo a Christian, estoy dispuesto a todo.

—¿A desperdiciarte y olvidar tus sueños?

Solo tú [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora