4

148 21 3
                                    

Sé que soy mala por desaparecer y dejar tanta intriga, pero como no soy taaaaan mala...les traigo buenas noticias, sobreviví a mi primer año de preparatoria. Así que me tendrán por aquí dos meses jeje. Espero que adelantemos, y haré algunos especiales y transmisiones en directo, solo para hablar del pasado, presente y futuro de esta parejita tan complicada que tanto amamos jajaja

Así que...inicia el drama.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Tal como cualquiera hubiera esperado, en el auto se encontraba Roger, quien solo me saludó con un movimiento de cabeza cuando ingresé a éste acompañado de Thomas.
Creo que va de más decirlo, porque es muy obvio que Roger y yo no tenemos una relación...hmm...agradable, por decirle de alguna forma. Y es comprensible hasta cierto punto. Es decir...yo había estado aprovechándome descaradamente de Thomas y restregándoselo en la cara, poniendo a Thomas en contra de Roger. Es obvio que iba a odiarme.
Pero preferíamos llevar la fiesta en paz, y el único motivo era Tommy. Él era importante para ambos, claro, de distinta forma, pero lo apreciábamos.

De camino, Thomas y Roger mantuvieron una conversación en francés, me pareció que hablaban sobre trabajo. A pesar de que me había enseñado algo del idioma en pago a que yo le enseñara español, yo no continué practicando, además de no tener suficiente vocabulario como para comprender del todo su charla.

A ratos, Tommy de dirigía dulces sonrisas y Roger me lanzaba miradas asesinas. Un lío.

Cuando por fin llegamos, Thomas fue el único que me acompañó, aún cuando insistí en que se quedara a charlar con Roger.

—No, no, nene, te acompaño.—dijo al aferrarse a mi brazo con una amplia sonrisa en los labios. Y eran esas actitudes, amigos míos, las que hacían que Roger me odiara más y que mi relación con el menor de los Anderson pudiera prestarse a malos entendidos de vez en cuando.

Aunque algo incómodo, caminé a la puerta de entrada, con Thomas agarrado de mi brazo cual niño pequeño. Toqué el timbre y esperé. Pude notar que el auto de mi padre no estaba, pero sí el de Carlos. Por lo que mantuve la esperanza de que no estuviera dormido y bajara a atender la puerta.
Carlos aún vivía con mi padre, a pesar de que le iba bien como maestro de universidad. Había caído la casualidad de que impartiera una de las materias que llevaba Chris, pero aún así, no hablaban más de lo que lo hacía un alumno promedio con su maestro.
Mi padre parecía conforme con la compañía de Carlos, aunque nunca lo decía, tampoco lo negaba.
Tras un par de minutos, se escuchó el sonido de pasos amortiguados por el suelo de madera me indicaron que alguien bajaba las escales con tan solo unos calcetines. Pocos segundos después, la puerta se abrió, revelando a un hombre de cabello marrón, despeinado, con grandes ojeras, barba mañanera, el traje que solía usar para dar clases totalmente desordenado. Nos miró con los ojos entrecerrados, demoró un momento en reconocernos, lo que me reveló que ese aspecto se debía a una cruda.

—Oh, Michael...

—¡Te ves horrible, Carlos! ¿Qué te ocurrió?—pronunció Thomas con desagrado—Es obvio que no es por haber tenido sexo toda la noche, de ser así, al menos estarías de buen humor.

—Por lo que más quieras, baja la voz.—exigió mientras se agarraba la frente con una expresión de dolor.

—Carlos, vine por eso que te comenté por teléfono el otro día.

—¿Eh? Oh, eso. Pasen.—hizo un ademán con la mano y ambos entramos, cerrando la puerta una vez que estuvimos en la sala—Deben de estar en el armario de mi padre, vamos, Michael. Thomas quédate en el sofá, por favor.

—¿Eh?—hizo pucheros como niño y luego sonrió ampliamente—¿Y si mejor te espero en tu cama?

—Esperan aquí.—repitió y luego comenzó a subir las escaleras, conmigo pisándole los talones.

Solo tú [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora