Capítulo 7

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La mañana era muy tranquila y silenciosa.

Los cantos de los pájaros hacían que las personas durmieran con una paz que tranquilizaría hasta a la más salvaje de las bestias.


En la habitación que era de Lincoln.

Ambas rubias dormían con una sonrisa de tranquilidad en sus jóvenes rostros; éste día no podía comenzar mejor, y nadie lo podría arruinar.

Ni las constantes entradas a la habitación de cierta rubia de gorra roja que bufaba y miraba mal a la chica inválida que dormía con su cabeza recostada sobre el hombro de su hermana menor.

Tampoco las moscas espías con diminutas videocámaras instaladas en ellas para que así fuera más fácil para cierta genio espiar a su hermana menor, con la que compartía habitación.

Tampoco las entradas a la habitación de cierta diva de vestido rosa, la cuál espiaba a su hermanita; no porque desconfiara de la chica inválida, si no porque en verdad quedó fascinada con el elegante vestido que usaba su hermana.

Aún no podía creer que alguien se viera mejor que ella en la casa Loud, cosa que debía ser un delito que debía castigarse con la horca (según ella).

Tampoco las podían despertar los flashes de la cámara que su madre usaba para tomarles tantas fotos como para llenar unos 10 álbumes.

Todo iba bien hasta que olvidaron que era martes, un día de escuela.

¡RIIIIIIIIIIIIIIING!.

Sonó el despertador, haciendo que ambas rubias se removieran con claras expresiones de fastidio en sus rostros, ¿Y cómo no iban a hacerlo? Si sus ganas de levantarse eran nulas y casi inexistentes.

-¡Lily! ¡Apaga eso!-. Dijo Clara con enojo.

-Um-. Lily soltó un murmullo de cansancio. Quién sabe que dijo.

-¡LILY!-. Gritó Clara.

Acto seguido le dio un empujón a Lily, tirándola de la cama.

¡SLAP!.

La cara de Lily chocó contra el suelo.

-¡Ooooouch!-. Gimió del dolor al tocarse su rojo enrojecido por el impacto. -¿Qué pasó?-. Preguntó totalmente desorientada.

-¡LILY, APAGA ESA MIERDA Y VUELVE A LA CAMA!-. Gritó la rubia con furia.

La Loud rápidamente sintió un fuerte escalofrío al escuchar ese tono de voz.

-¡En seguida!-. Dijo rápidamente.

El ruido cesó y ya estaban listas para ir a la escuela.

-¡Ay, pero que flojera!-. Decía la rubia inválida con claro fastidio mientras se vestía, o mejor dicho, la vestían.

-Quédate quieta-. Pidió Lily con el rostro sonrojado, mientras le ponía la camisa a Clara.

-No quiero ir a clases, quiero seguir durmiendo... A tu lado-. Dijo eso último con una mirada seductora.

Lily se puso más roja de lo que era posible.

En verdad estaba en una situación muy incómoda, debía persuadir a su novia (O lo que sea que fuera Clara) para que ambas fueran a su clase.

Un segundo... ¿Que acaso Clara no era de un grado superior al suyo?.

-¡No podemos! Debemos llegar a clases, o sino la señorita Rose se molestará mucho con nosotras-. Dijo Lily cambiando su semblante a preocupado.

Lily Y El BullyingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora