-Los humanos son unos seres extraños. Desde que abandoné en un pueblo muy pobre y sin futuro a mis 2 hijos siameses hace más de 100 años, no he podido estar tranquila. Las personas con quienes los dejé eran buenas y algo estúpidas, aunque eso fue en el planeta tierra de otra dimensión; la cual, para mi sorpresa, me di cuenta de que se encontraba completamente destruida cuando regresé allá. Mi oscuro corazón tenía la débil esperanza de encontrar a mis bebés ya convertidos en adultos algún día, pero por desgracia, mis esperanzas murieron al igual que ellos; ni siquiera había rastro del guardián proveniente del planeta Magma World que contraté para que los cuidara. Ellos han muerto...-. El extraño ente dejó de observar a Clara y a Lily mientras hacían la tarea.
Se alejó un poco de la casa y un extraño portal se abrió frente a ella, y lo atravesó sin pensarlo.
Al salir por el otro lado, se hallaba en otro Royal Woods totalmente diferente.
-Aunque desde hace tiempo siento una presencia conocida en éste mundo. Es como si mis 2 hijos y el guardián que les asigné hubieran encontrado el modo de viajar a éste mundo. No, no es posible... ¿O sí?-.
Más tarde.
-Oye Linka, ¿Estarás bien mientras estoy fuera de casa?-. Preguntó el ente ya en forma humana.
Usaba un traje de falda de oficina de color gris; su cabello era negro y muy largo, y sus ojos eran rojos.
Le habló a una niña de cabello blanco muy largo. Ésta vestía una camisa naranja, y usaba una falda azul a cuadros.
Linka se dio la vuelta y la miró sin interés.
-Sí, sí. Iré a darle tutoría a Lynn; ya sabes, ese chico Loud que ama los deportes. Además...-. Sonrió y se acercó a su mentora para darle un abrazo. -Recuerda que no soy una niña pequeña-. Le aseguró la menor.
-Está bien, pero recuerda usar tus habilidades en cualquiera que se pase de la raya contigo, ¿De acuerdo?-. Le ofreció su puño a Linka.
-No hace falta mencionarlo-. Sin dudarlo, chocó su puño con el de su mentora de forma amistosa.
Después de eso, la mujer salió por la puerta de la entrada de lo que parecía ser un edificio de 4 o 5 pisos de alto. La edificación estaba en muy malas condiciones, y no parecía que iba a aguantar otro año más en pie...
-Un temblor y ese edificio se vendrá abajo-. Dijo preocupada la mujer. -¡Naah! Sólo tomaré a Linka y me iré a toda velocidad cuando eso pase-. Le restó importancia al asunto nuevamente, y otra vez cruzó otro portal que llevaba a la dimensión en donde vivía Lily, su otra discípula... ¿O no lo era?.
-Han pasado días desde que el hermano mayor de Lily se ve a escondidas con la madre de Clara, y todas las reuniones terminan con resultados sexuales jeje. Si esa chica, Lucy Loud se entera, no sé que hará. Jajaja, probablemente escriba un poema de cómo su hermano le vio la cara de estúpida haciéndole creer que lo suyo era una hermosa relación prohibida entre hermanos. Pobre chica ilusa...-. Dijo en tono burlón.
Rápidamente se bajó del árbol en donde estaba subida para observar el apartamento de Lucy y Lincoln.
Vio que el albino iba a salir otra vez, y la gótica claramente iba a hacerle un millón de preguntas por su constante ausencia.
-Ésto se va a poner bueno-. Se volvió neblina y entró al apartamento sin ser notada. Debía escuchar lo que esos dos iban a decir a como diera lugar
Fin Sombra POV.
-¿Tienes que irte otra vez?-. Preguntó Lucy.
Lincoln rodó los ojos
-Sí Lucy. Prometo que volveré pronto-.
Iba a salir por la puerta, pero ella lo tomó de la mano para evitar que éste saliera.
Con enojo él la volteó a ver.
-Pero... Has salido mucho-. Cuestionó sus intenciones.
Lincoln se soltó de forma brusca y la miró un poco ofendido.
-¿Acaso insinúas algo?-. Preguntó observándola fijamente.
Lucy no mostraba emoción alguna. Su cabello cubría sus ojos, y era imposible ver qué pensaba la gótica de los Loud.
A sus 18 años, Lucy era una mujer alta; usaba ropa negra, y su piel era muy suave y blanca, sin mencionar que se mudó con Lincoln, con quien compartía apartamento. También compartió con su hermano su primer beso y su primera vez.
Compartía todo con él. Prácticamente era su baúl de los secretos, su confidente, su hermoso ángel de la noche y su amado, con quien quería formar una familia sin importar lo qe dijeran los demás.
Ella lo amaba, aunque sentía que le ocultaba algo.
Pero no quería arruinar su vida por una boba superstición. No sabría que haría sin Lincoln.
-No, no insinúo nada Lincoln. Sólo que...-. No sabía cómo decir lo siguiente, así que simplemente lo abrazó del cuello y lo besó en los labios. -Olvídalo, sólo es una tontería-.
El albino no lo quería hacer notar, pero sudaba un poco y su nerviosismo era muy evidente; pero se relajó al ver que ella se tranquilizaba.
-Volveré pronto-. Le aseguró.
Después de darle un beso en los labios salió del apartamento, y caminó a la casa de la Sra. Luz Glamuriel.
Una genial amante y una muy buena experta en el sexo.
-Soy un desgraciado-. Pensó Lincoln para sí mismo con mucho dolor, pero ya nada podía hacer.
-Ésto se pondrá bueno. Predigo que un albino será castrado muy pronto jeje-. Sombra lo observaba irse hasta que se perdía de vista.
Los días pasaron, y Lincoln ya no pasaba mucho tiempo con Lucy en el apartamento.
La excusa de siempre era: "Lucy, estoy cansado; la universidad está muy dura. Mañana te voy a compensar". Y llegaba el día siguiente y la gótica no era compensada.
Eso la empezaba a preocupar. Sentía que su hermano se le iba de sus manos, y que su bella relación poco a poco moría.
Un día, mientras Lincoln dormía, ella lo miraba fijamente. Algo le llamó la atención, y tenía miedo de comprobarlo.
-Vamos Lucy, seguramente no es nada...-. Se dio fuerzas para continuar.
Poco a poco se iba acercando al albino y le revisó el cuello, moviendo un poco su camisa.
Rápidamente se alejó de él al ver que éste tenía la marca de unos labios en su cuello.
La joven gótica no sabía que sentir, pero "traición" era una de las principales ideas que se le venían a la mente.
Mientras las lágrimas salían por sus ojos y se escurrían por sus mejillas, se recostó al lado de su hermano y lo abrazó con fuerza.
Se acercó a su rostro y le dio un apasionado beso en los labios mientras éste dormía.
-El beso de la muerte...-. Lloró ella por lo bajo. -L-lo siento si no fui lo suficientemente buena para ti, pero debes saber...-. Susurró muy bajo y se pegó más a él. -...Que yo no puedo vivir sin ti-. Entre lágrimas de odio y tristeza se quedó dormida al lado de su hermano mayor, que aunque la haya traicionado, ella no permitiría que el destino los separara.
En verdad que no lo permitiría.
ESTÁS LEYENDO
Lily Y El Bullying
FanficSinceramente no recuerdo la descripción de éste fanfic. Si llego a recordarla (o recuperarla) la pondré. No trato de hacer pasar el fanfic o el one-shot como mío, mis intenciones son resubir los fanfics y one-shots que fueron eliminados de la plataf...