Capítulo 12

131 16 32
                                    

Los días pasaron y Lincoln notó que Lucy actuaba más amistosa con él, y no sólo eso; la gótica se compró un bolso nuevo de color negro, el cuál siempre estaba de un lado a otro.

Eso no le pareció extraño al albino, simplemente se sintió feliz porque su hermana no se daba cuenta de lo que él hacía a escondidas con Luz.

Sí... Era una alivio.

Y hoy abría otro encuentro con la mujer mayor.

-Nos vemos Lucy. Prometo no tardar-. Le prometió para después salir por la puerta.

Lucy simplemente se despidió agitando su mano con una linda sonrisa en su rostro, pero ésta desapareció cuando su hermano cerró la puerta.

Entonces ella esperó unos segundos y salió por la puerta también. Aún cargaba su bolso mientras seguía a Lincoln a una distancia de 2 metros sin que él se diera cuenta.

Era una ventaja que aún tuviera ese don de pasar desapercibida por el mundo, aunque ya no le importaba nada, puesto a que las lágrimas salían de sus ojos a medida que seguía de cerca a su lindo hermano mayor.

Pasaron como 50 infernales minutos en donde siguió a su hermano. Habían llegado a un vecindario un poco alejado de la casa de sus padres, y donde vivían pocas de sus hermanas menores.

Era una casa muy bonita y muy elegante, parecía ser de alguien muy rico.

Lucy le rogaba a los dioses con toda el alma para que sus pensamientos fueran erróneos, y así poder seguir con su relación intacta. Luego podría reprenderse por lo estúpida que fue al comprar el objeto que llevaba en su bolso.

Pero al parecer ninguno de ellos la escuchó...

-P-por favor... No...-. Rogó en silencio.

Una mujer rubia de grandes senos salió a recibir a Lincoln.

La joven gótica se quedó observando mientras ellos se besaban en la boca sin siquiera notarla.

El alma de la pobre Lucy se rompió en mil pedazos, luego su corazón murió, y por último, la razón se fue de cabeza; pero todo eso fue reemplazado por una horrible sed de sangre, un odio terrible hacia su hermano y hacia esa desgraciada, y unas ganas sobrehumanas de cobrar justicia por su propia cuenta.

Al pasar unos minutos salió de su trance y se dio cuenta de que estaba sola. Se encontraba parada frente a la puerta de la casa de la amante de Lincoln.

Levantó la mano y abrió la puerta con delicadeza para no hacer ruido. Ingresó a la vivienda como sólo ella sabía hacerlo.

Sus oídos empezaron a oír un zumbido, y su mundo empezó a dar vueltas al escuchar los potentes gemidos provenientes de la parte de arriba.

Lentamente caminó hasta allá. Era como un fantasma en busca de cumplir su última voluntad, y así poder descansar finalmente en paz.

Ya no sentía nada mientras observaba al tipo que ella una vez amó mientras éste tenía lo que parecía ser un sexo de lo más repulsivo.

-¡Oh, Lincoln, oh Lincoln!-. Gemía la mujer mientras era penetrada salvajemente por el hombre sobre ella.

Entonces Lucy sabía lo que tenía que hacer.

Metió su mano en su bolso para buscar algo que compró y que no quería usar, pero ya era tarde...

¡CLICK!.

Tanto Lincoln como Luz detuvieron su momento de depravación al escuchar lo que parecía ser un extraño sonido a sus espaldas.

Lincoln se dio la vuelta quitándose de encima de Luz, sacando su miembro de la mujer en el acto, causándole una descarga en la intimidad; mientras que ella simplemente miró a ver qué era.

De repente el horror fue dibujado en los rostros de ambos al ver a Lucy apuntándoles con un arma 9 milímetros.

La gótica estaba temblando y tenía los dientes apretados. Era una clara señal de que no estaba del todo bien.

-¡L-Lu-Lucy, n-no es lo que parece!-. Lincoln intentó calmarla, pero él estaba muy asustado.

En ese momento la gótica dejó de temblar, y le apuntó con el arma al albino.

Mientras que Luz también empezó a temblar.

-¿No es lo que parece?-. Preguntó Lucy con la voz quebrada, pero apretó los dientes y gritó. -¡¿NO ES LO QUE PARECE?!-. Se acercó un poco a la cama. -¡NO PERMITIRÉ QUE ME VEAS LA CARA DE ESTÚPIDA OTRA VEZ MALDITO CERDO!-.

-¡N-no hermana!-. Lincoln no encontraba que decir.

La persona frente a él parecía una persona completamente distinta. Ojalá lo hubiera pensado mejor antes de hacer éste tipo de cosas.

-¡Escúchame jovencita!-. Luz hablo. -No sé que clase de relación tenías con tu hermano, pero te pido que por favor...-.

¡BANG!.

Luz fue callada por un disparo en la frente, hecho por el arma de Lucy.

-¡NO, LUZ!-. Lincoln abrazó el cuerpo sin vida de la mujer, y con lágrimas en los ojos se dirigió a su hermana. -¡LUCY, ¿POR QUÉ?!-.

Lucy simplemente soltó una débil risa.

-Jajaja ¿Así que se llamaba Luz?-. Preguntó ella. -Vaya, supongo que aún me amas, porque resulta que Lucy también significa Luz-. Mencionó ella con seriedad para luego apuntarle con el arma a su patético hermano. -Yo también te amo Lincoln-.

Afuera de la casa.

Lily y Clara llegaban a ésta después de clases.

Obviamente Clara tomaba a la joven Loud de la mano, y la jalaba hasta su casa con el pretexto de que debía acompañarla a casa.

Iban a ingresar a la casa, cuando de repente...

¡BANG!.

El ruido de un disparo proveniente del interior de la casa las puso en alerta.

Se miraron entre sí. Tenían miedo de entrar y de toparse con algo aterrador.

Pero...

¡BANG!.

El ruido de un segundo disparo las hizo reaccionar, y entonces Clara habló.

-¡Rápido Lily, llama a la policía!-. Ordenó ella.

Soltó la mano de la Loud y corrió al interior de la casa.

Lily sólo obedeció y sacó su celular para llamar a la policía, pero...

-¡AAAAAAAH!-.

El grito aterrado de Clara la hizo soltar su teléfono e ir a donde estaba ella para ver que pasaba.

Pero al llegar a la habitación de la mamá de Clara un fuerte nudo se formó en su garganta al ver la horrible escena dentro del cuarto.

Sobre la cama yacían su hermano mayor y la Sra. Luz, ambos con un disparo en la frente.

Pero no eran los únicos; su hermana Lucy también estaba allí, sólo que ella estaba tirada bocabajo en el suelo, además de que se formaba un charco de sangre por un disparo que tenía en su cabeza.

Vio que Clara abrazaba con fuerza el cuerpo de su madre mientras lloraba y gritaba con fuerza.

Ella misma sintió que se había quedado sin voz, pero al ver nuevamente los cuerpos de sus seres queridos y de una mujer tan buena sin vida...

-¡AAAAAAAAAH!-. Gritó con todas sus fuerzas mientras caía de rodillas, y se maldecía a sí misma por no haber estado aquí para haber hecho algo.

-¡Vaya! No me esperaba que la gótica los matara y se metiera un tiro en la cabeza... Que intenso...-. Murmuró Sombra con una ceja levantada.

El ente estaba observando todo por la ventana mientras comía unas palomitas.

Sí... Parecía no interesarle nada.

Lily Y El BullyingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora