En Busca Del Hogar.

I

En un bosque resguardado por seres conocidos como demonios cambia formas se encontraban un niño de seis años y una adulta hablando amenamente en un claro.

- mami ¿por qué no podemos salir del bosque?

- fuera del bosque se esconden muchos peligros.

La mujer se limitaba a contestar las preguntas y a su vez jugaba con el cabello del pequeño.

- entonces ¿Por qué los guerreros salen si es tan peligroso?

- los guerreros ayudan a nuestro pueblo, ellos se arriesgan por nuestra seguridad.

- y es cierto que los humanos son malos.

- la mayoría de los humanos son malvados, pero hay unos pocos que portan un noble corazón; por precaución debemos mantenernos alejados de ellos porque...

- porque ellos rechazan todo lo que les es diferente, la raza humana no es de confianza y destroza todo por dónde avanza.

La mujer dió una cálida sonrisa al saber que el niño comprendía lo más escencial para la supervivencia de su especie.

- así es mi niño.

Ambos se quedaron en ese lugar disfrutando de la tranquilidad que su bosque y hogar les brindaba.

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La mayoría de humanos no se acercaba al bosque de los cambia formas aún cuando esté se encontraba cerca de la frontera con el mundo humano pues sabían de su fuerza sin embargo la codicia era suficiente para que algunos de ellos tramaran un ataque.

La codicia del hombre era alimentada por leyendas que hablaban de piedras preciosas abundantes en un lago en medio del bosque y que por dichas piedras harían cualquier cosa inclusive vender su alma al diablo; y más porque actualmente ya existía el tráfico de personas y adivinen que especie vale mucho dinero, exacto, los cambia forma son seres realmente extravagantes a los ojos humanos más sin embargo poseer uno como esclavo era un lujo que limitadas personas se podían dar.
Cuál era la razón de eso? sencillo, atrapar a un cambia formas con vida no es una tarea fácil ya que son guerreros muy hábiles y fuertes que pelearán hasta la muerte pero eso no limita los intentos arriesgados, astutos y tramposos que ponian por las posibilidades de poder dar un golpe de suerte y hacerce con una pequeña fortuna.

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De regreso en el tranquilo bosque en dónde los cachorros de la manada jugaban sin preocupación alguna ya que no corrían peligro al estar en dicho lugar bien resguardado por los mayores se encontraban apartados del grupo dos pequeños niños.
El más bajo de cabellos albinos y ojos azules con rasgos finos y delicados.
El alto de cabellos oscuros como la misma noche acompañados de mechones verdes-azulados, y ojos verde floresente.

- mira mira tengo algo que mostrarte.

El más bajo de los dos saltaba con emoción al hacerle saber de su nuevo hallazgo a su mejor amigo.

- que conseguiste está vez? Déjame ver!

- mira esto.

Le extendió un colgante en forma de luna de tonalidades azules. Al verlo el más alto quedó impresionado por la belleza de aquel artefacto desconocido para ellos.

- wow! Es hermoso! ¿Qué es? ¿Dónde lo encontraste?

- fui cerca de la frontera, habían algunas cosas humanas ahí adentro de esta cosa y es donde lo encontré.

Le mostró una mochila con varias cosas dentro.

- no estoy seguro de que son estás cosas pero son bonitas.

- ya te creo.

Lo decía mientras aplastaba una pelota chillona, se quedaron admirando y tratando de saber que era todo lo que podían observar hasta que una voz los saco de su mundo.