𝚃𝚛𝚒𝚝𝚘𝚗𝚎𝚜 𝙰𝚄

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Las leyendas y mitos nunca mueren, siempre se encuentran; ya sea en aquel borroso recuerdo de haberlas escuchado o en tal fanático de los relatos fantasiosos. Los seres, sin embargo, se ven limitados a las letras que dejan libre la imaginación; y es que las características corporales, los escenarios y los diálogos eran bienvenidos en las mentes que lo idealizaban, pero eso no quitaba que el raciocinio no tenía piedad, y la idea de sus existencias era más descabellada que la hipérbole de los dichosos personajes.

Bien se cita la frase célebre «La realidad supera a la ficción». Se debería empezar a cuestionar el verdadero concepto de realidad, porque queda desmontado ante la existencia de semejante mundo marino, donde esta decidió darse unas vacaciones para hacer lo que quisiera, y de ese resultado surgió la vida marina. Pero no del concepto normal de peces y algas, algo mucho más allá...

Criaturas similares a los humanos, que perdían esta semejanza con el detalle inferior, notando el reemplazo de las piernas por unas largas colas de pescado. Tritones los hombres y sirenas las mujeres, así se hacían llamar en ese casi irreal mundo. Su régimen estaba constituido de atributos a Tritón, dios de los mismos, que según decían proclamaba a uno de ellos como el lider personificado de todos.

Loco, delirante, especulador; así se tacharía a quien se atreviera a plantear la posibilidad de que lo detallado fuera cierto. En contexto, a veces estos locos se presentaban en entornos curiosos, tal es el caso de Carl, y si bien a este hombre se le puede nombrar como creativo y divulgador, no limpiaba el caso sin sentido que le exponía a Gavin. El señor de setenta y tantos años se permitía especular e incluso apostar de su convicción sobre que tal creación existía en verdad, proponiéndole al investigador una treta: él tendría que investigar el caso a profundidad, y si llegaba a la conclusión de que eran meros delirios, le pagaría diez mil dólares, pero si por el contrario él encontraba evidencia de su creencía entonces perdería toda remuneración de los gastos de la búsqueda. 

Gavin, quien era un investigador privado, siempre poseyó un carácter pesimista respecto a esas cosas, no era de menos, incluso de niño no divagaba en los escritos de ese índole, pero esta situación era diferente. Suerte, mera suerte, ya podía sentir el olor de esos dólares; era una apuesta tonta, pero la fortuna de Carl permitía hacerla, él solo se aprovecharía de ese pobre anciano que seguro fantaseaba por su avanzada edad. Y aunque por orgullo podía negarse a perder su tiempo, a su bolsillo le convenía. ¿Dudar de dinero gratis? Claro que no.

—Acepto.

—Muy bien, muchacho. Tómate el tiempo que quieras, estaré esperando.

El señor Manfred no era tonto, Reed lo sabía bien, así que tratar de engañarlo no era opción, no entendía si se trataba por su experiencia o por el genio que únicamente reflejaba en sus pinturas. Tampoco es que necesitara hacerlo, no le importaba gastar por la premisa que le esperaba. Así que teniendo su objetivo claro, comenzó la preparación de la investigación más estúpida que ha realizado.

Respiró hondo, y con la imagen de él rebosando en billetes comenzó sus búsquedas. Los BBS (Bulletin Board System) serían su base, era un fastidio esperar y tener poco tiempo, pero fue suficiente para encontrar algo interesante:

«¡Yo si ví una sirena! Estaba con mi familia en la playa. Y en un paseo dentro mar en lanchas pudimos ver una sirena, no la alcancé a divisar muy bien, pero pude notar que era pelirroja. Lamentablemente no tenemos cámara, pero si así fuera tendría pruebas irrefutables».

Excusas baratas, poca descripción, típico. No obstante no era un relato como cualquiera, muchos otros confesaban que también habían visto a la misma sirena, e incluso agregaban detalles como el color aparente de su cola. Gavin analizó los otros relatos y todos parecían coincidir. Eso era lo más sólido que tenía hasta el momento, de burla parecerá, pero a los pocos días ya se encontraba en el litoral.

Simplemente Reed900Donde viven las historias. Descúbrelo ahora