Simplemente Reed900

𝙳𝚎𝚋𝚒𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍

Todos tenemos una debilidad -o varias-, y esto no exceptuaba a los androides, y claro que nuestros divergentes sabían esto de sobra.

Nines podía decir que era el androide más avanzado, hecho para ser perfecto, para que nada se le dificultara, pero había descubierto que tenía un talón de aquiles, y era nada más y nada menos que el detective y su actual compañero de trabajo

Gavin Reed

Era algo que no podía olvidar o evitar; Gavin lo había notado y no dudaba en aprovecharlo cada vez que podía. Esta situación era un claro ejemplo, lamentablemente para el androide no era la primera vez y probablemente tampoco la última.

Se encontraban jugando pulso, él al ser más fuerte podía ganar fácilmente, en el fondo se sentía algo superior por esto, pero había olvidado un detalle importante...

Gavin le había lanzado un pequeño beso entre medias de la ronda. Rápidamente su sistema se desestabilizó desconcentrándolo del juego mientras un sonrojo cubría parte su rostro, y al ver la sonrisa victoriosa en el rostro del contrario se dio cuenta que había perdido.

—¡Gané!—. Se escuchó decir a un alegre Gavin acompañado de unas risas.

Aún tragando el sabor de la derrota con su LED de un color rojo supo que su humano una vez más se burlado de él. Pero ¿Qué podía hacer? Sin duda todo lo que conformaba a Gavin era su gran debilidad, desde esa bella cicatriz en su nariz hasta su divertido caracter.