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—¿Querés que te dé un masaje o...?

—No gracias —miró su reloj—. Ya es muy tarde, debo ir a casa. Es impropio que una alfa permanezca hasta tan tarde en casa de un omega —se levantó—. Debo irme, no quisiera...

—Bueno... ¡Me cansé! —golpeó la mesita con sus palmas.

Argentina se acercó a la inglesa, sin siquiera darle tiempo a reaccionar.

—Qué...

—Cogéme —la miró a los ojos—. ¡Cogeme!

—Eh... —parpadeó rápidamente—. What?

—Llevo intentando ligar con vos desde hace ¡semanas! —estaba frustrado—. No sé cómo hacerte entender.

—Tú... Eh...

—Sí.

—Me siento impactada... Hum... —sus labios temblaron un poquito—. ¿Gracias?

—¡Por dios! ¿No te gusto ni un poco?

—En realidad es todo lo contrario... Pero justo ahora me has tomado por sorpresa... ¿Qué quieres que te diga?

Pero Argentina no dijo nada, solo captó los labios de aquella mujer. Le dio un beso algo apresurado, desesperado, que le correspondieron de poco a poco... y que le supo a una gloria agridulce.

Se esperaba una respuesta más emocionante, pero algo era algo.

Inocencia [Argentina x UK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora