Inocencia [Argentina x UK]

115.

—No lo atormentes. ¡Ya basta de eso!

Portugal se enfrentó a Argentina días después de su lamentable encuentro, porque debía ponerle un alto a todo eso. Quería proteger a UK, así como aquel reino inglés hizo con todos los demás hace tiempo.

—¡Me ocultó algo tan importante!

—¡Tú fuiste quien no lo escuchó!

—¡Cómo que yo!

Lo empujó.

—¿Ya olvidaste cuando le diste la espalda?

—Estaba dolido, porque eligió a Francia antes que a mí. ¡No sabes cuánto me dolió eso!

—Y pensaste en cuánto le dolió a él —Portugal enfureció aún más.

—No creo que le doliera cambiarme por su amor anterior.

Portugal estampó su puño contra la cara de Argentina, porque tenía tanto rencor guardado que ya no le importaba pelear físicamente.

Le había prometido a la vida pasada de UK no decir nada, no ir contra el latino, pero las circunstancias eran diferentes ahora.

Ya no sería solo un espectador.

—¡Él quiso explicarte todo! ¡Y tú te comportaste como un maldito niño mimado! —su respirar agitado no lo detenía—. Te llamó tantas veces, te buscó otras tantas, hubo veces que incluso quiso abandonar toda la operación para salvar a Europa y América con tal de verte y contarte cada detalle —Portugal apretó sus puños con más fuerza.

—¿Y por qué no lo hizo?

—¡Porque nuestras vidas dependían de que él fuera el líder! —lo empujó mientras elevaba más su voz—. King no podía dejar morir a millones solo por cumplirse un capricho en busca de su amado Arge, ¡amado latino que lo abandonó cuando más necesitaba!

Empezó a llorar porque fue muy duro y aun lo era recordar todo eso. Porque sentía el dolor de su amigo en cada memoria.

—Él sacrificó su felicidad en nombre de Francia, Canadá, Brasil, de mí... en nombre de tu patética vida y la de muchos otros. Y al inicio creía fielmente que tú entenderías... ¡PERO NO FUE ASÍ! ¡LO ABANDONASTE!

—Él no tuvo la decencia de explicarme nada.

—¡Cállate!

Forcejearon por varios minutos, gritándose, agrediéndose, entre lágrimas y dolor.

Portugal porque ya no soportaba tanta injusticia.

Argentina defendiendo su postura, por orgullo.

—Te marcaba cada día desesperadamente porque quería que te enteraras de lo que le estaba pasando. No comía o dormía pensando en la guerra que debía evitar, y a la vez preocupado por tu maldita vida... No le importaba si estaba afiebrado o exhausto, estaba peleando en primera línea o siendo el líder día tras día.

Le asestó un golpe que rompió el labio del latino.

—Pensaba en ti... con tanto miedo de saberte herido...

Jadeó preso de la ira y el llanto entre cortado.

—Lo sé —susurró Argentina por fin.

—Te llamaba tres o cuatro veces, a pesar de que no contestabas... Seguía haciéndolo... Incluso creo que lo bloqueaste y quemabas las cartas que te mandaba... ¡Idiota!

—¡Estaba herido!

—Y quiso decirte de su hija. Lo intentó tantas veces que ya no las conté... Y se iba destruyendo cada vez más... Y cuando todo acabó, estaba tan cansado que ni siquiera pudo ver nacer a su pequeña.

—¡¿Por qué no me dejaron verla?! —llorando de rabia hacia todo, solo pedía una explicación.

—King estaba enfermo —poco a poco lo soltó, hasta dejarlo caer al suelo—, corrió peligro de morir muchas veces y la niña también... Incluso así te llamaba entre pesadillas y delirios... —Portugal soltó casa palabra que quiso gritarle muchas veces—. Y tú jamás contestaste... Y cuando alguien cercano te mencionaba a UK, tú solo te enfadabas, gritabas y te ibas... ¿Cómo querías que te dijéramos algo? ... ¿Cómo querías que te contáramos que tuviste una hija y que murió?

—¡Lo sé! ¡Fui idiota!

Ya no estaba enfadado... Solo sentía desprecio por aquella representación... Odiaba a Argentina como pocas veces odió a alguien más.

—Has memoria, pequeño idiota... King intentó decirte de Aradia en varias ocasiones, y tú solo te comportabas como imbécil y lo hacías sufrir más... Hasta que se cansó... Y ya tenía suficiente con la muerte de su hija como para lidiar contigo.

—¿Aradia? Espera... ¿Se llamaba...? —jadeó—. Ese nombre.

—Ya deja a King en paz. Ya no te le acerques... Mucho menos ahora que reencarnó en una buena época y sonríe como antes... Tiene suficiente con sus recuerdos, ya no necesita tratar con un imbécil que seguramente lo culpa de todo. ¡Ya te fuiste una vez, repite y desaparece de la vida de King!

No dijo más.

Portugal se fue.

Y juraba que si veía a Argentina a menos de cinco metros de UK, lo iba a mandar al carajo.