El plan de Jack
Estados Unidos.
Ciudad Gótica
Jack Stone BeecherPara los que me vieran desde afuera, solo me observarían dibujar algún producto de mi imaginación, más lo que estaba plasmando en aquella hoja iba mucho más allá de todo eso. Ajusté algunos detalles en el diseño de la máquina, debía estar perfecta, sin ningún error.
Recordaba que mamá me llamaba "pequeño desquiciado" cuando aún era un niño, aunque, claro, ella hacía que esas palabras sonaran dulces de su boca. Ahora esa frase cobraba más sentido, puesto que lo que estaba armando era digno de un demente alocado que no conoce límite de locura. Hasta me hacía recordar la época en la que papá aún combatía el crimen. Claro que mi plan no era con esos fines, mi plan iba a beneficiar al mundo como nadie se lo imaginaba.
Concentrado en mi dibujo, no me percaté cuando alguien tomó asiento junto a mí.
- Se ve bien, aunque no sé lo que es...
Me asusté al escuchar esa voz, y mi primera reacción fue ocultar el plano. Violet se rió cortamente, para luego silenciarse al ver que todos nos miraban. Esto no era bueno, si la bestia que tenía de novio se enteraba de esto, no le iría muy bien ni a la chica ni a mí. Ella tomó mi mano y me obligó a irme del lugar, guiándome al compartimiento debajo de las escaleras.
- Quería disculparme por lo que hizo John hace un rato... Él no debió tratarte así... - Mencionó en un susurro.
Chasqueé la lengua y rodé los ojos. Por supuesto que no debía haberlo hecho, simplemente estaba en su genética de bestia asquerosa.
Pronto me fijé en el notable golpe debajo de su ojo, se notaba que ella había tratado de cubrirlo con mucho maquillaje y sus habituales anteojos, pero aún así, esa marca se veía. Repasé mis dedos sobre esta y ella jadeó de dolor. Rápidamente cubrió el golpe con su mano para dejarlo fuera de mi vista, y yo volví a girar los ojos en signo de frustración. Se había ensañado con ella por protegerme, y seguramente lo hacía a diario. Esto solo provocaba que le odiara más.
Salí del compartimiento dejándole allí, y me dirigí al segundo piso que daba vista hacia el patio de la escuela.
Cuando supe que estaba debajo de mí, no dudé en reventar el globo con mierda y orina (que guardé debajo de la tabla suelta de la pared) sobre su cabeza, y mientras el líquido caía, corrí hasta la ventana del salón de matemáticas y salté de esta a el árbol que estaba junto en frente. Debía largarme si es que no deseaba terminar llorando otra vez en los baños como un puto cobarde, así que bajé por el árbol lo más rápido que pude, llegando junto al mismo tiempo que él comenzaba a subir las escaleras con sus matones.
Caminé de forma casual por el patio, ignorando el hecho de que John gritaba y se quejaba como un loco en el segundo piso.
Cuando volvió a sonar la campana, el hijito de papi entró con el director, intentando encontrar al culpable de la hazaña. Sabía que cualquiera me hubiese delatado, pero por suerte, también fui precavido en ese sentido y lo hice de forma bastante bien oculta. Nunca se encontró al culpable, y John tampoco tenía una sospecha, ya que tantas personas le odiaban que sería difícil encontrar al responsable de oler peor que culo de una anciana vagabunda. Esa era mi lección temporal, porque lo que le esperaba era tres mil veces mejor que un globo de desechos humanos.
Luego de algunas horas nos dejaron libres para irnos a casa, y de camino, volví a ponerme los audífonos para continuar escuchando mi música.
Apenas llegué, cocine pasta para uno, y a Agata volví a alimentarla.
Puse mi plano sobre la mesa y lo observé. Se veía bastante bien, aunque había algo que no me convencía de él, tal vez era la estética de este, pero definitivamente algo me hacía falta.
Volví a enrollar mi máquina de tortura y la dejé en mi cuarto, para, posteriormente, vestir mi ropa de trabajo y todo mi equipamiento.
Me fui al trabajo e hice lo de siempre, hice caso a mi superior. Volteé hamburguesas. Recibí comentarios déspotas de algunos clientes. Volví a voltear hamburguesas. Limpié el piso de la alacena. Volví a voltear hamburguesas, y así hasta una hora muy próxima a las 10 de la noche, en donde finalmente terminaba mi turno y podía irme a casa.
Era mucho trabajo y no pagaban muy bien que digamos, pero era lo único que pude conseguir, así que tuve que conformarme. Mi padre no sabía de este empleo aunque estuviese igual desde hace un año más o menos.
Iba caminando tranquilamente a mi casa por un paseo bastante concurrido, cuando de pronto, un alarmante sonido golpeó en mi cerebro.
El techo de club nocturno estalló literalmente, y de este, volaron lejos cuerpos de personas, entre las que estaban hombres y mujeres. Los gritos no tardaron.
El lugar se envolvió en llamas mientras que de todo eso salía la figura de un hombre encapuchado, que pronto saltó al siguiente edificio, tal como si fuese una especie de gorila. Lo único que alcancé a ver fueron sus naranjos ojos que transmitían una sola cosa: Odio.
- ¡Sáquenme por favor! - Gritaron desde adentro del club.
Intenté derribar los escombros mientras el lugar aún seguía en llamas, y varios hombres se me unieron. Entre patadas y golpes pudimos remover todo eso, pero junto con ello y tratando de ayudar a la gente, solo logramos sacar extremidades chamuscadas de una persona que aún gritaba por su vida... No pudimos salvarlo...
Cada parte que sujeté con la intención de salvarle se deshacía, y solo sacaba trozos de carne quemada.
El eco de sus gritos desesperados resonaba en mi cabeza una y otra vez, y pronto vi todo detenerse.
¿Qué estaba pasando?
Mis ojos se abrieron cuando vi como instalaba una bomba en el edificio, haciendo volar este en un segundo, y junto con ello muchos más cuerpos inertes, varias construcciones cercanas y autos que transitaban por el lugar.
Todo era un caos, y yo estaba en medio de él.
¿Quién era este monstruo y por qué hacía esto? Era una pregunta que en el momento no me supe responder. Solo sabía que debía hacer algo, pues si dejaba esto así, estaría yendo contra todos los ideales que me inculcó mi madre y todo por lo que he trabajado.
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Silencio en ciudad gótica. [New Teen Titans]
FanficLuego de que nuestros súperheroes, los jóvenes titanes, disolvieran su grupo, todo se ha encontrado en bastantes buenas manos, y la paz parece reinar entre las personas... O parecía, pues nuevas amenazas aparecen en ciudad gótica con la partida del...