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Caminando por tierra desconocida.

Estados Unidos
Ciudad Gótica.
Lena.

- Estás... ¿Estás segura de esto? - Preguntó Lucy, mirando indecisa la gran tienda de en frente.

- Si... D-Debes dis-distraer a los g-guardias, ¿Bien? - Pregunté, Lucy asintió insegura de lo que iba a hacer, sin mirarme. 

Así fue como ingresamos al lugar, donde nos miraban extraño por nuestra desalineada apariencia, tal vez era muy obvio a lo que veíamos, pero de algo serviría entrar aquí. 

- Tengo algo de miedo, ¿Qué haremos si llaman a la policía? - Preguntó en un susurro. 

- O-Ojala no lleguemos a e-eso... Pero espero q-que las bombas de hu-humo funcionen. - Le intenté tranquilizar.

Lo sé, no era lo mejor, pero llevábamos dos semanas en esta ciudad sin comer casi nada, y comer de la basura no era demasiado agradable para Lucy. Yo, por otro lado, ya me había acostumbrado a comer desechos. El plan era hurtar un poco de comida, bebida, y algo para reemplazar nuestras maltratadas ropas. La policía venia persiguiendo a Lucy desde Detroit, y aunque aún no me había dicho la razón real, confiaba en que ella no era una mala persona, pero debíamos cambiar la apariencia si queríamos despistar. No sería demasiado difícil encontrar a dos chicas andrajosas en una ciudad tan... diferente.  

Me fijé en las cámaras del lugar y su posición. No estaban tan bien ubicadas como en el banco del pueblo, así que sería relativamente fácil quitar algunas cosas sin que los que monitorean los pasillos se percaten. El problema eran los guardias, cuales eran bastante grandes y fuertes. 

- B-Bien... Encontré e-el punto ciego... - Le indiqué. - Como lo ensayamos...

Lucy asintió, y luego de que yo me alejara unos metros de ella, la chica se dejó caer en el piso de la nada. Las personas a su alrededor se alertaron, incluyendo a varios guardias que se acercaron para ver porque tanto revuelo. 

Aproveché para correr hacia los estantes que no se veían en la cámara y llenar la mochila de Lucy con variedad de cosas lo más rápido que pude. También tomé de una gran caja ropa que estaba allí a montones, sin importar que fuera lo que tomara. 

Apenas pasé corriendo detrás de los guardias, Lucy se puso de pie y me siguió el paso, claro que estos no tardaron en alertarse. 

- ¡Vuelvan aquí, putas ratas! - Gritó un grandote que venía persiguiéndonos. 

La ropa me dificultaba correr, y supe que si seguíamos a este paso nos alcanzaría en cualquier momento. Por suerte, a una sola cuadra, vi nuestra salvación: Una avenida. 

- ¡Maldita sea Lena! ¡Te dije que era una mala idea! - Alegó Lucy con la voz jadeante. 

- ¡Corre y c-confía en mí! - Le dije de vuelta. 

Ambas continuamos corriendo, y aunque los autos estaban pasando, me aventuré a correr entre ellos, al igual que Lucy, que continuó mi paso sin cesar. Finalmente, en medio de la calle, saqué del bolsillo de mi compañera una bomba de humo y la arrojé al piso. Muchos autos frenaron de golpe, y esto me dio tiempo suficiente para tomar la mano de la chica y correr detrás de un callejón cercano, que se abría paso a otra calle completamente diferente a la anterior. 

Nos detuvimos a recobrar el aire, mientras soltaba todo en el piso. 

- Es- ¿Estás bien? - Le pregunté jadeante. 

- Si... ¿Tú? 

- Si...

Nos sentamos en el piso a descansar un rato, esperando a que ningún guardia se le ocurriera seguirnos por aquí. 

- De-debemos cambiarnos L-Lucy... - Le sugerí apenas pude controlar mi respiración. 

- Estoy de acuerdo...

Caminamos por la calle, siendo observadas por varias personas curiosas que pasaban por el lugar. No estaba acostumbrada a esto, así que aproveché la altura que me sacaba Lucy para "ocultarme" detrás de ella. Pronto observé un grifo a lo lejos, y con él, la oportunidad de bañarnos. Así que sin decir nada, ni avisarle a Lucy, me acerqué a un fierro oxidado y lo golpeé con fuerza sobre la tapa del grifo unas tres veces, hasta que estuvo suficientemente magullada que terminó cediendo. 

El agua salió disparada la grieta, y aproveché esto para meterme dentro de ella. 

- ¡Rápido L-Lucy! ¡E-Entra! - Le llamé con un gesto de mano. 

Ella acudió a mí y se metió al agua fría. Claro, estaba congelada, pero era agua limpia y nos serviría para quitarnos las manchas del cabello, la cara y algunas partes visibles. No nos quedamos mucho tiempo allí, puesto que en cualquier momento podrían llamar a la policía. Luego nos fuimos a un callejón para cambiarnos.

Lucy reemplazó su camiseta mojada por una de mangas largas, y su falda se sustituyó por un short azul, aunque conservó sus medias negras algo rotas. 

Yo, por mi parte, tomé del montón de ropa una camiseta blanca bastante holgada y grande, y unos pantalones que se estiraban, pero que al mismo tiempo lucías como apretados. Me cambié después de Lucy, para que de esa forma, ella vigilara mientras me cambiaba la ropa. 

Lo que nos restó de cosas lo dejamos en el mismo callejón a petición de Lucy. Dijo que ella de pequeña encontraba muchas cosas interesantes en lugares así, y que seguramente algún niño necesitado encontraría esto y le daría un mejor uso que nosotras. Yo solo acepté lo que quería, y sin más nos fuimos con nuestra nueva ropa. 

- ¿Q-qué tenemos? - Pregunté cuando Lucy comenzó a revisar su mochila. 

- Tenemos... Muchas galletas, queso, jamón, papas fritas y pescado en conserva... Y también jugo de naranja. - Mencionó mientras revisaba con sus manos. 

- Ba-bastante bien. - Comenté mientras asentía. 

- Debemos suministrar la comida para que nos dure, no quiero involucrarme otra vez en asuntos legales sin no es completamente necesario. - Propuso Lucy.

- Esta bien. 

Continuamos caminando después de revisar nuestra comida disponible. 

Decidimos que comeríamos mañana, porque, según Lucy, aguantábamos otro día sin comer. Yo no  tuve problemas en aquello, puesto que no me molestaba encontrar comida del basurero, así que mientras ella debía conformarse con eso, yo tenía variedad de alimentos por todos lados. 

Silencio en ciudad gótica. [New Teen Titans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora