Prólogo

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INFANCIA


Jimin se escondió detrás de las piernas de su madre mientras ella hablaba con quien sería su nueva profesora. El menor miró a los demás niños correr y jugar por todos lados en ese espacio tan amplio que era la cancha de juegos. Él también quería ir a jugar con ellos. Jaló de forma delicada el pantalón de su mamá y la miró con sus pequeños ojos de cachorro señalando hacia los otros menores.

—Espera un momento, cariño. Tengo que terminar de hablar con tu nueva maestra, ya sé que quieres ir a conocer a los que serán tus amigos, pero debes ser paciente. —la mujer acarició su cabello y le mostró una sonrisa.

Jimin hizo un puchero con sus labios y se cruzó de brazos medio molesto esperando a que su madre terminara de hablar.

Cuando por fin le dieron permiso para ir a jugar, se echó a correr hacia los juegos con los demás niños, pero fue uno en especial quien llamó su atención. Miró al niño solitario en el columpio y quiso acercarse.

Alguien puso una mano en su hombro logrando que se detuviera, y cuando miró quién era, su profesora negaba con la cabeza.

—No vayas, Yoongi es muy grosero. Por tu bien, no te acerques a él.

Jimin miró al niño y luego a su profesora, asintió, rápidamente se fue a jugar con los otros niños que había visto desde un principio.







ADOLESCENCIA


Jimin miró sus manos temblorosas manchadas de sangre, caminó de un lado a otro sin saber qué hacer, sus pies parecían de gelatina porque no le respondían.

—Por eso te dije que no te acercaras a mí.














MALA VIDA. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora