MALA VIDA. ➸yoonmin

Capítulo 13

Me tiré a la cama cansado, sabía que tenía que preparar mi maleta para irme con los abuelos, pero estaba con mucho sueño y pocas ganas de hacer una actividad de "provecho".

Me levanté peleando contra la flojera y fui a la cocina para comer algo, encontrado solo sopa de verduras y arroz con leche.

—¿Ya hiciste tu maleta? —preguntó mamá. Yo negué y seguí disfrutando de la comida— ¿Y qué se supone que estás esperando?

—Ahorita la hago, no seas desesperada.

—No me hables así, Jimin. —dijo ella molesta, barriendo el piso de la sala.

Yo lo había hecho en la mañana, pero mamá era de esas personas que no podían estar sin hacer algo y acomodaba las cosas aunque ya estuvieran en su lugar.

—¿Así cómo? —pregunté sin darle importancia.

Seguía algo enojado por lo que había dicho el otro día que invité a Yoongi.

—Así como lo estás haciendo.

—Lo siento —me disculpé porque no tenía ganas de pelear con ella—, ya voy a hacerla.

●     ●     ●

Subí corriendo por las escaleras de la casa y entré a mi habitación cerrando la puerta. Saqué una maleta roja y pequeña del armario y busqué algunas prendas, que fueran abrigadoras.

Un ruido en la ventana me distrajo y me asomé, entonces una piedra pequeña golpeó mi cara y tuve que apartarme rápido. Volví a asomarme a los pocos segundos.

—Lo siento. —dijo Yoongi regalándome una sonrisa.

Volví a alejarme de la ventana.

"Dios mío, era Yoongi. Había venido a buscarme, a mí".

"¿Qué hago?"

Me asomé de nuevo y él seguía ahí.

—Mamá está abajo.

—¿Puedo subir? —preguntó.

Miré alrededor, no había escaleras, y el árbol era muy pequeño como para poder llegar hasta aquí.

—Pero ¿cómo?

Él trepó por la ventana, algo que me parecía muy difícil. Realmente estaba siendo un trabajo dificultoso hasta que logré tomar su mano y lo ayudé a llegar.

—Eso fue fantástico —dije cuando estuvo arriba—, ¡y viniste!

Yoongi pasó su mano por su nuca, nervioso.

—Quería verte antes de que te fueras... No quería que estuvieras enojado conmigo.

—No estoy enojado contigo, estaba furioso.

Él solo sonrió y se sentó en la cama.

—Gracias por el regalo, es muy bonito. —comentó, jugueteando con el reloj que le había comprado.

—No fue nada. —respondí moviéndome por la habitación nervioso y metiendo más cosas en la maleta.

Yoongi la miró y, sonriendo, sacó un bóxer de Bob Esponja.

—¡Oye no!, ¡deja eso ahí! —traté de quitárselo, pero él lo alzó impidiéndolo— Basta, no estoy jugando.

Me quedé quieto y escuché los pasos de mamá.

Yoongi me miró y luego a la ventana.

—Escóndete debajo de la cama, tengo un plan. —le dije antes de que se fuera, y me obedeció ocultándose rápidamente.

Me metí a la cama y me cubrí con las cobijas, mamá entró y me miró.

—Jimin, no has terminado tu maleta, ¿por qué estás acostado?

—No me siento bien mamá, ¿puedo quedarme este año aquí?

Preocupada, pasó su mano por mi frente.

—No tienes temperatura, Jimin, ¿dónde te sientes mal?

—Del estómago... me duele mucho.

—¿Pero por qué?, ¿qué comiste?

—Comida instantánea.

—Por Dios, Jimin, ya te dije una y otra vez que no comas esas cosas. ¿Quieres que me quede contigo?

—No mamá, no quiero arruinarte el viaje, ve tú, no te preocupes por mí, te mandaré mensajes y haré videollamadas.

—Está bien, pero promete que estarás en contacto.

—Lo prometo.