𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓼

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Los siguientes días fueron callado, los ojos de Isabella no se iban de ninguno de los cuatro mayores

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Los siguientes días fueron callado, los ojos de Isabella no se iban de ninguno de los cuatro mayores. Les dió muchos más trabajos de los esperados, y apenas y tenían momento para respirar.

Uno de los siguientes días, pasó algo inesperado.

Todos estaban en la entrada después de que Isabella los llamara.

—Les presento a la hermana Krone y a su nueva hermanita, Carol— Isabella habló.

—Mucho gusto, espero ser muy cercana con cada uno de ustedes— dijo con una sonrisa, que a simple vista se veía dulce, pero para Luna y los otros cuatro, se veía siniestra.

—Es nuestra oportunidad para buscar el rastreador— Luna dijo una vez solos. —Si, busqué por todo mi cuerpo, pero no encontré nada— Emma informó.

—Hoy me toca estar con los bebés con Emma, podemos buscar juntas— Luna dijo, y Emma asintió segura.

*

Ambas chicas estaban pasando de cuna en cuna checando a los bebés.

—No puedo creer que todo esto fuera una mentira...— Emma mencionó.

—¿Qué es una mentira?—

La piel de Luna se erizó al escuchar la voz de la hermana Krone, pero habló sin ningún problema. —Ray le había dicho a Emma que los idiotas no se enfermaban, y ahora Emma acaba de estornudar— Luna mintió. —Oh, ya veo, bueno, quería conocerlas bien—

Después de un intercambio corto de palabras, la mujer de piel morena salió del lugar, y en ese momento, Emma encontró la clave.

—Es en la oreja, la parte de abajo— dijo Emma.

—¿Cómo se supone que lo desactivaremos?— Luna preguntó a nadie en especifico.

—Norman o Ray han de tener una idea— Emma mencionó. Luna asintió recostando al pequeño infante en la cuna. Este tenía los ojos grandes y redondos, color avellana, y el cabello claro, y una tez algo morena.

Luna se sintió mal. El niño crecería para ser comida. Por más que Emma quisiera escapar con todos, los bebés eran imposibles, debían de dejarlos.

***

Tuvimos nuestro descanso como siempre, Isabella no nos podía mantener ocupados toda la vida, y ahora ella no tenía control en ni vino de ellos... pero había alguien más en su camino.

Yo también quiero jugar

—Yo también quiero jugar—

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𝓝𝓾𝓷𝓬𝓪 𝓙𝓪𝓶𝓪𝓼 // 𝓡𝓪𝔂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora