𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓲𝓷𝓬𝓮

58 8 0
                                    

Luna nunca había estado tan enojada en su vida, sin contar cuando mataron a Norman y no a ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luna nunca había estado tan enojada en su vida, sin contar cuando mataron a Norman y no a ella.

—¿Como vamos a salir de esto?— Emma preguntó. Los demonios rugían con fuerza e intentaban trepar el enorme tronco, unos se subían en otros, poco a poco alcanzándolos.

—Bueno, mucha suerte, veré el espectáculo desde un lugar seguro, cuando uno muera, salvo a los otros dos— Dijo el hombre y se movió de lugar.

—¡Pero señor!— Emma empezó, pero Ray la interrumpió, tomando su muñeca y jalándola.

—Olvídalo Emma— Luna dijo. —Si quiere ver cómo nos va, entonces no está lejos— Luna razonó. —No irá al refugio, Gilda lo explotaría— Terminó.

—Nosotros tenemos que concentrarnos en sobrevivir esto— Ray se unió. Los tres se quedaron pensando un poco, y luego todo empeoró.

—¡Están escalando!— Emma exclamó asustada. La desesperación llegó a Luna y las ganas de llorar le llegaron, pero de todos modos jaló a Ray y a Emma cuando vio un espacio.

—¡Por acá!— dijo apurada. Ray disparaba a las bestias, intentando darles en los ojos, como Sonju y Música les habían dicho, pero con tanto movimiento, era muy complicado.

—¡Emma! ¡Usa el arma que elegiste, pica el botón verde!— Ray ordenó, y la chica hizo caso, una red disparando hacia los monstruos, enredándolos.

—Vamos, no tenemos tiempo— Ray dijo, y las dos lo siguieron. Pero no había acabado aún su pequeña y divertida aventura.

—Están devorando a su compañero...— Emma dijo casi en un susurro.

Los demonios se soltaron y siguió la persecución. Si sobrevivía, Luna iba a parear con todas sus fuerzas al señor.

Disparo tras disparo, pero sólo seguían regenerándose. Las balas no eran infinitas, y ansiedad burbujeó dentro de Luna. Estaban desperdiciando municiones a la tonto.

De un momento a otro, una bestia tomó a Ray. Luna se volteó y apunto al ojo del demonio, y con dos disparos estaba muerto.

Soltó a Ray y Emma tomó su mano para evitar que se cayera. Luna miró al otro lado, aún habían 6 más. Su trabajo en equipo se volvió más eficaz, y lograron matarlos a todos.

Cayeron rendidos en el piso, completamente agotados.

—Buen trabajo— el señor dijo con una sonrisa sarcástica.

Luna se paró, lista para pegarle, pero Ray tomó su mano. Luna suspiró y se sentó junto a él.

—¡Podemos ser ingenuos, pero salimos vivos!— Emma dijo animada. Aunque Luna sentía que ya no tenía energía, las palabras de Emma le dieron un poco de fé.

Todavía les faltaban siete días para llegar a Goldy Pond, siete días, con la mitad de las municiones que tenían, gastadas en un día.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝓝𝓾𝓷𝓬𝓪 𝓙𝓪𝓶𝓪𝓼 // 𝓡𝓪𝔂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora