Hyunjin abrió los ojos ante el tacto de Felix, dibujaba en su pecho trazos imaginarios con el dedo mientras su cabeza descansaba en este, escuchando los latidos en calma del peliceniza.
Se habían quedado dormidos en aquél sillón, con sus cuerpos enredados para la máxima cercanía debajo de la manta que Felix había dejado ahí horas antes de que se encontraran en el baile. Había preparado todo lo necesario y estaba feliz de que hubiera sido una experiencia incluso mejor de lo que podría haber imaginado, aunque tuviera que volver a la helada realidad.
—Buenos días, bonito —musitó Hyunjin, acariciando el cabello del rubio.
Felix subió solo la mirada, sin despegar su mejilla del cálido pecho, y sonrió dulcemente.
—¿Cómo dormiste?
—Nunca había dormido tan bien —suspiró alegremente Hyunjin —¿Y tú? ¿Te molesta algo?
—Quizás siento un poco de dolor, pero está bien —respondió el rubio, atenuando su verdadero sentir, aunque de todas formas era algo soportable.
—¿Seguro? —preguntó algo preocupado el peliceniza, y el rubio asintió —Bien, sabes que puedes decirme si no fuera así.
—Lo sé, tranquilo.
—¿Cuánto llevas despierto?
—Solo un rato —respondió Felix, volviendo la mirada a los caminos que seguía su dedo por la piel del contrario. Hyunjin pudo notar que había algo de lo que no se estaba enterando.
—¿En qué piensas tanto, principito?
—Tú sabías que lo que sentías por mí era amor, desde antes... —murmuró el rubio, todavía con la mirada escondida, intentando no sonrojarse al hablar tan abiertamente.
Felix pudo sentir bajo su oreja, como el latido del peliceniza comenzaba a aumentar en crescendo.
—Sí... Ya lo sabía —respondió finalmente, y luego desvió un poco el rostro por lo que preguntaría —¿Es un problema para ti que haya estado enamorado todo este tiempo?
—No, no, no lo es —Felix abrió los ojos de sobremanera y se levantó un poco, apoyándose en sus manos para poder mirar al peliceniza de frente, aunque de todas formas agachó la cabeza —Pero no puedo evitar pensar que tal vez podríamos haber estado juntos desde hace mucho si yo no fuera tan ingenuo.
—No eres ingenuo, simplemente no prestabas atención a esas cosas. Pero ahora lo estamos, ¿No? —Hyunjin sonrió a mitad de la frase, mientras pasaba sus dedos por la nuca del rubio —Estamos juntos.
El rubio sonrió ante eso, pero seguía con la cabeza gacha.
—Anoche Yuta me dijo algo a lo que tal vez le di un par de vueltas —soltó, dejando que el tema que ocupaba su cabeza se liberara.
—¿Yuta? —preguntó Hyunjin tensando un poco el rostro, el rubio pudo sentir como dejaba de acariciar su cuello.
—Dijo que no le importaría que yo estuviera con alguien más si tuviéramos que casarnos.
—Felix...
—Y no solo pienso que tal vez es nuestra oportunidad para estar juntos, si no, para que puedas salir del torneo sin salir herido, mañana puedes fingir alguna lesión o algo parecido a la mitad de la prueba. Además, no habría riesgo de que te descubran y...
Como ya era común entre ellos, Hyunjin hizo que se detuviera a tomar aire luego de besarlo, acariciando su mejilla. —Sé que lo dices porque te preocupas por mí, y lo agradezco, no sabes cuánto, pero no creo que pueda aceptar algo así.
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La Douleur Exquise | 𝑯𝒀𝑼𝑵𝑳𝑰𝑿
Romance❝La audiencia gritaba de emoción, los príncipes aumentaban su ego, los reyes aplaudían el espectáculo, pero el pequeño príncipe parecía confundido. No entendía por qué su mejor amigo, Hwang Hyunjin, siendo solo un plebeyo, se encontraba entre los co...