La Douleur Exquise | 𝑯𝒀𝑼𝑵𝑳𝑰𝑿

18

Minho descansaba en uno de los sillones que había en la habitación de Chan cuando este llegó, despertándolo con su sobresalto al verlo.

—No deberías dormir en la oscuridad si estás en la habitación de otro —mencionó el mayor.

—No estaba oscuro cuando llegué —murmuró Minho, restregándose los ojos mientras se incorporaba —¿Qué tal te fue? Tardaste más de lo que pensé.

—¿Y Jisung? —preguntó Chan caminando por su habitación, dejando algunas cosas en su lugar mientras se ponía cómodo.

Minho frunció el ceño ante la evasión. —Durmiendo, estuvo todo el día de un lado a otro para saber sobre Felix.

 —¿Cómo está? —preguntó algo intranquilo, finalmente sentándose en el borde de su cama.

—Seungmin dijo que estaba bien, no le sintió fiebre pero seguía dormido cuando lo vio.

—¿Le contaron algo? 

Minho negó con la cabeza. —No sabíamos si debíamos, preferimos no hacerlo.

—Está bien, algo me dice que será Lix quién les cuente luego. Además, Hyunjin...

—¿Vendrá mañana? 

Chan se rascó la nuca. —A eso iba. La verdad es que no lo sé.

—¿Cómo? Estuviste casi todo el día allá, ¿No tuviste tiempo de más para preguntarle? —preguntó Minho, frunciendo el ceño. Toda la situación se le estaba haciendo bastante lenta.

—Digamos que tuve que encontrarlo primero —Minho alzó una ceja —Verás...

Chan le contó sobre todo lo que había pasado desde que había llegado, con pequeñas interrupciones del contrario, e incluyendo la conversación que habían tenido luego, siendo interrumpido nuevamente antes de terminar.

—Espera, ¿Entonces Jeongin sabía? 

—No exactamente, su madre fue bastante inteligente a mi parecer y le contó mucho de su historia como si fuera un cuento de hadas, obviamente Jeongin no pensó que sería una historia verdadera.

Minho sonrió cortamente resoplando por la nariz. —¿Y qué descubrieron?

—No tanto como quisiera, solo es seguro que su madre era parte de un reino, pero ni siquiera sabemos de cuál. Tuve que irme porque ya se hacía muy tarde después de que nos contara, pero prometió que intentaría escribir todo lo que recuerde.

—¿Nada sobre...?

—¿Sus muertes? No, nada todavía.

Minho se echó hacia atrás, suspirando. —Siempre he odiado a tu padre, pero no quiero odiarlo aun más.

Chan guardó silencio por un momento. —Yo tampoco, pero creo que tendremos que ser nosotros los que nos encarguemos ahora de este tema. Somos los mayores entre estos chicos y sinceramente, prefiero que escuchen de mí lo que sea que tengan que saber. 

Minho observó a Chan con firmeza, y tal vez con cierto brillo de respeto, o admiración.

—Bien —se levantó —¿Por dónde empezamos?

—Por hoy necesito descansar —le detuvo Chan, mientras hacia ademán de lo agotado que estaba —Pero mañana nos encontramos aquí durante la prueba, dudo que alguien nos extrañe.

—Le avisaré a Jisung —respondió Minho, asintiendo —¿Qué pasa con Felix?

—Intentaré hablar con él antes, pero no creo que lo dejen salir de la habitación si sigue enfermo.