MY SHIELD: Thorin Oakenshield Fanfic.

Part. 2

Narración: Thorin

Todo a mi alrededor se volvió oscuro, apesadumbrado y repleto de angustia.

No obtenía el valor suficiente para siquiera mirar a mis miembros de mi compañía sin sentir vergüenza. Me hacía pequeño cada vez que uno de ellos mencionaba el nombre de __(t/n), o cada vez que uno de ellos se disponía a ir a buscarla al bosque  dónde había desapareció.

A pesar de estar muy molesto por todo lo que sucedió en el bosque y por el absurdo comportamiento de __(t/n). Una parte de mí estaba demasiado preocupada, se arrepentía totalmente de lo que le había dicho a esa pobre chica en aquellas circunstancias. Debí haber Sido más sensible con respecto a ella.

Mi cabeza no dejaba de pensar en esa mujer, en su seguridad y salud, pero sobre todo, en si es que pensaba  regresar, o si algún día la volvería a verla.
Quería disculparme, definitivamente, pero al mismo tiempo mi inseguridad me hacía desear que ella jamás regresará.

"No debí molestarme tanto" pensé.
No quería que nada malo pasará, no quería que nadie muriera y tampoco deseaba que está misión se viera en peligro.

Seguí torturando mi mente por unos minutos más, hasta que Gandalf aparecío y se sentó a mi lado, pensativo y con su pipa de tabaco en las manos.

—¿Thorin? —pregunto con una evidente duda en sus labios—. ¿Que fue todo eso en el bosque? Y no quiero explicaciones tontas —determino sin resentimiento, y con una cara de pocos amigos.
—No lo se Gandalf —respondí gélido—. No quería que la misión se viera afectada —suspire con la mirada clavada en el piso. No quería enfrentarme a los ojos salvajes del mago que seguían mirándome con desaprobación.
—No me parece que seas un hombre de ese carácter. Además —retomó con aire amistoso. Parecía algo importante, sino, de otro modo, seguiría reprochando mi comportamiento inapropiado, o me hubiera convertido en rana o algo por el estilo—. __(t/n)  no merece tu odio. Y mucho menos que la trates del modo en que actuaste hace rato —explicó entre una calada a la pipa, y después me miro con una evidente  tristeza—. Ella a sufrido mucho, y ha pasado por muchas cosas que ni siquiera te puedes imaginar —tomo un poco de aire y se encargó de hacerme verle a los ojos—. No tienes idea... Ella es nueva en este mundo, y lo adora demasiado, incluyendo a toda la gente que la rodea —ahora su expresión cambio a una más severa—.  Puedes imaginar el daño que fue para ella escuchar esas palabras de ti, ella te considera un amigo. Pero ahora, con tu actitud, has logrado apagar gran parte de su felicidad y curiosidad tan pura que vive en ella —su voz se volvió melodiosa, como el sonido de una canción que gritaba por una redención.

Pensé en ella un segundo. Recordaba su hermoso rostro a la luz del sol
—. Sin mencionar que estaba muy débil y herida... Tendrás mucha suerte si soporta estar sola demasiado tiempo, la última vez que tuvo esas visiones tuvo suerte de salir viva —comento aún frívolo.
Se puso de pie enseguida, con sus cejas curvadas de enojo y la pipa reposando en sus manos—. Es más no debería estarte regañando... Debería ir a buscarla, Lord Elrond se pondrá fúrico si se entera de lo que sucedió.

Habían pasado unas cuantas horas desde que __(t/n) desapareció.
Para su fortuna y al trote veloz de su caballo, es posible que haya llegado más allá del río, a solo unos kilómetros de aquí. A esa distancia, era muy posible que nuestro rastro ya  se hubiera desvanecido ante la luz de la noche.

—Gandalf... Yo —intenté persuadir al mago de su expedición apresurada.

Por supuesto que tenía intensión de ir a buscarla, pero deberíamos planear mejor nuestra búsqueda. A estás horas, es muy común que los orcos salgan a cazar al bosque y descansar un poco de sus expediciones diarias. (Expediciones que usaban para buscarnos).