MY SHIELD: Thorin Oakenshield Fanfic.

Part. 3

Narración: __(t/n)

Cuando todo comenzaba a volverse frío y acogedor. Una brisa fresca y vigorizante golpeó mi rostro, despejando cada rastro de aquellos recuerdos que atormentan mi mente.

Respire ondo, intentaba lograr que cada parte de mi cuerpo se llenará de aquel aire refrescante que estaba siendo de mucha ayuda para limpiar todos mis horribles y renovados recuerdos de mi pasado que estaban ahora cada segundo del día en mi cabeza.

Miraba el cielo, despejado de nubes y repleto de estrellas. Se veía tan hermoso, tan limpio y puro.
Desafortunadamente nunca tuve la oportunidad de apreciar un cielo como este en Mordor. Allá, casi siempre estaba vacío, oscuro y pocas veces la luna se dejaba ver entre los árboles muertos de la redonda.

Suspiré, también recordaba mi vida en Rivendel, en compañía de, Glorfindel, Lindir y arwen, así como también Elrond y Galadriel, cuando solía visitarnos.
En Rivendel era muy fácil apreciar el cielo, un cielo muy hermoso, lleno de estrellas, y la luz del sol, repleto de nubes y aves que volaban hacia las lejanias del río.

Mis recuerdos parecían tener formar y claridad propia. Como un espejismo de algo que era absolutamente real, tan real que incluso podía escuchar las olas fluidas del río corriendo hacia lo profundo del bosque dónde solía perderse entre la maleza.

Retome mi posición, y cubrí mucho más mi cuerpo con la sábana que Bilbo amablemente me prestó.
Tenía frío, más no era tan desgarrador como otras veces.

Todo iba de maravilla, hasta que escuche la voz conocida de alguien, quien, con un tono tranquilo, se inclinó.
—Hola —Thorin repitió aquel saludo al momento de mirarme de pie a mi lado.
—Hola —respondí amable.
—¿Puedo sentarme? —pregunto con aire pasivo, señalando el espacio vacío justo a mi lado.
Asentí con la mirada baja, no tenía muchas ganas de enfrentarme a  Thorin y sus posibles regaños que estuviera a punto de decirme.
—Que... Quería hablar contigo, ¿Si no te molesta? —dijo a trompicones.
—No. Dime —respondí nuevamente con un tono serio, pero agradable. Tampoco quería hacer de este momento algo incómodo para ambos.
—Bueno... Yo —tomo una gran cantidad de oxígeno antes de poder continuar, juntó ambas manos y continuo con un pequeño nerviosismo que mostraba en sus dedos macizos—. Yo... Yo sé qué lo que hice estuvo mal, y entiendo si no puedes hacerlo ahora, pero, por favor, solo vine a decir que lo siento... Lo siento y mucho. ¿En verdad podrías perdonarme? —sus ojos se abrieron paso para poder mirarme a mi.
Eran tan lindos, brillando a la luz de la luna cuál estrellas en su comparación.
Me quedé helada un momento, perdida en aquellos ojos que me inspeccionaban con delicadeza, e impresionante, con agrado.
—En verdad lo siento —retomo compungido.
Era la primera vez que veía a Thorin pedir una disculpa,y era la primera vez que me habla en un tono amable.
Aunque, debo decir, que a pesar de si intento, me resultó difícil poder creerle.
—Esta bien, no es nada —sonreí al momento de bajar la vista. Aquellos ojos ya comenzaban a marearme— en verdad aprecio que lo intentarás —sugerí incrédula, decidiendo si volver a mirar sus ojos o no.
—¿Intentarlo? —dijo con aire ofendido, frío y dispuesto a corregir mi hipótesis—. Pero no estoy intentándolo. Te lo digo de verdad, me siento muy mal por como actúe, y vine a decir que lo siento... ¿Si puedes, por favor,  perdonarme? —su rostro se acercó al mío—. No debí haberte dicho esas cosas, estuve mal y quiero disculparme por mis acciones —una sonrisa diminuta se dejó escapar de esos delgados y rosados labios que parecían ocultar una frase de más, que reposaba en sus labios ansiosos.
—Gracias —dije conteniendo el aliento.
Sus ojos, a pesar de no verme directamente, si que me tenían embobada.
Además, nunca había esperado que Thorin se disculpara. Creí que dejaría pasar por alto este asunto como cualquier otro, sin hacer ni decir nada para corregirlo. Aunque también estaba agradecida, confieso que Thorin me acababa de impresionar.
—Vaya —dije aún con sorpresa—. Yo lamento pensar que era un intento. Pero... Aún así, te lo agradezco, Thorin —dije y volví mi mirada a él hombre frente a mí.