13 ☁ Irregularities

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Aquella semana fue, un tanto agitada y confusa para Taeyong, no solo por el clima cambiante, sino tambien por un gran revoltijo de emociones que iría intensificándose a lo largo de los días, y que no sólo le afectaría a él.

Era martes por la mañana, el día prometía mantenerse soleado y calido, cosa que ponía de buen humor a Taeyong, el cual se encontraba en la cocina de su hogar, terminando de preparar el almuerzo de su esposo mientras cuidaba de Mark.

Con una mano y una cuchara de madera revolvía los vegetales en la sartén y con la otra sostenía a Mark contra su hombro. Su pequeño acababa de tomar su biberón hace unos minutos y se entretenía soltando lindos balbuceos y jugaba con los bordes de su camiseta con sus pequeñas manitas torpes, como si fuese lo mas divertido del mundo.

—¡Ya deja de patearme, travieso!—Regañó entre una pequeña risa a su hijo. Aparte de desarreglar su ropa y hablar como bebé en su oído, a Mark le parecía divertido patalear contra el estómago de su papá.—Ash, no me hagas dejarte en tu sillita que tanto odias.—Amenazó a modo de juego a pesar de que su pequeño no le entendería absolutamente nada.

Intentó sostener mejor a su bebé a la vez que tomaba la sarten por el mango y dejaba caer los vegetales salteados sobre todo el monton de arroz dentro de la lonchera de Jaehyun. Dejó el traste a un lado y cerró el recipiente como pudo con su mano libre, al conseguir su objetivo, alcanzo la botella de Jaehyun para llenarla con su cafe.

—¿Necesitas ayuda, cariño?—

Taeyong miró por encima de su hombro cuando oyó la conocida voz y sonrió inmediatamente al dar con la imagen de su esposo ya vestido con uno de sus elegantes trajes, listo para ir a trabajar.

—Por favor, mis pobres brazos ya no pueden con tanta hermosura.—Dramatizó, a la vez que apretaba los ojos en signo de agotamiento. Jaehyun dejó salir una ligera risa y fue a salvar a su gatito de las garras del cachorrito de león.

Recogió a Markie de los brazos de su esposo para cargarlo por él y aprovechó para depositar un beso en los labios de su esposo, dibujandole una sonrisa aun más bonita en el rostro y provocando que Mark hiciera un pequeño puchero, odiaba tanto los besos sin importar que estos no fueran para él.

—Tu madre vendrá en una hora, ¿verdad?—Consultó al mismo tiempo que limpiaba las babitas de Mark cuidadosamente con su babero.

—Así es, aun tengo tiempo de cambiarme y pasar un poco más de tiempo de calidad con Markie.—Soltó con cierta alegría en su voz y procedió a recoger unas rebanadas de pan de la tostadora para meterlas dentro de otro recipiente luego de cerrar la botella termica.

Jaehyun sonrió de lado ante las palabras de su esposo y soltó un ligero suspiro.

—Siento ya no poder llevarte al trabajó.—Se lamentó el menor. Me hubiese gustado que ir juntos al trabajo fuese un complemento mas que agregar a su rutina, pero sus horas de ingresó seguían siendo diferentes, con Jaehyun entrando a trabajar a las 8am y Taeyong a las 12pm y eso era algo que con los años no ha podido cambiar.

Taeyong le resto importancia al asunto.

—No importa, hyunie, sabes que me gusta tomar el autobus.—

—Pero quisiera tener la seguridad de que puedas llegar a salvo al trabajo y a casa todos los días.—Argumentó, apoyando a Mark en su costado a la vez que se recargaba en el borde de la barra.—He estado pensando en conseguir otro auto para tí, asi no tendrías que tomar el transporte público cada vez que quieras ir a algún lugar.—

Nuestros primeros pasos ☁ JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora