Nuestros primeros pasos ☁ Jaeyong

20 🌻 Now what?

🌻 Johnten 2/? 🌻

—Ok, vamos a analizar la situación.—Espetó Ten, sentándose en la mesa de la cocina, frente a su acompañante.—Llevó... Yo que se cuantos dias sin tomar mis pastillas anticonceptivas, ¡pero no te alarmes! Eso no quiere decir nada, no hemos tenido tiempo ni siquiera para cenar juntos estás semanas, todo esta bien, si. No hay nada de que preocuparse. Solo debo ir y comprar más.—Dijo, tratando de tranquilizarsé a si mismo, pero terminó por levantarse abruptamente de la silla al recordar un detalle muy importante.—¡Esa noche!—

Diaval miró con sus ojos azules bien abiertos al humano frente a él cubrir su rostro con sus manos y negar una y otra vez.

—¿John uso protección? ¡Ahg! ¡No lo recuerdo! ¡¿Por que no lo recuerdo si no estaba borracho?! ¡Demonios!—

Al ver que su humano estaba alterando su paz con sus fuertes gritos, Diaval optó por bajarse de la mesa y abandonar a su dueño para irse a dormir a la sala

—¡No me dejes hablando solo, ingrato de cuatro patas! ¡Esto también te incumbe a ti!—Le grito a su gato como todo un loco y el minino solo lo ignoró y se acosto en el sillón a dormir.—¡Bien! ¡Pero cuando tengas hambre no vengas a buscarme porque también te voy a ignorar!—

Unos golpes en la pared de la cocina lograron que Ten cerrara la boca de una vez. Ya estaba lo suficientemente alterado como para ahora sumarle tener problemas con los vecinos.

Pasando una mano por su frente sudorosa, Ten se dejo caer nuevamente sobre la silla de la cocina aquel sábado y miro a la nada misma, pensando en las posibilidades y lo que esto traería consigo.

Vivían en un departamento que apenas alcanzaba para ellos dos, sólo había una habitación ¿como harían para que entrada una cuna alli? ¿Donde meterían la ropa? Es más, ¿como lo mantendrían? El sueldo de Ten no era malo, pero no alcanzaria. John aún no conseguía un trabajo fijó a parte del de la radio. ¿Como pagarian las cuentas y las cosas que necesitaría la criatura? ¿Podrían sobrellevar tan inesperada sorpresa?

¿Esto les traerá tanta felicidad como Ten había esperado?

En algún punto, Ten sintió como sus mejillas se humedecian a causa de las abundantes lágrimas que estaba derramando y sollozó bajito, demasiado asustado y preocupado al respecto.

¿Como se lo diria a John?

[🌻]

Durante las próximas semanas, Ten intentó no pensar mucho en eso, es decir, tampoco es que le costara tanto ignorarlo, ya que no tenia ningún sintoma, o bueno, eso quería creer él.

Nuevamente sentado en la mesa de la cocina, una mañana antes de ir al trabajo, Ten comenzó a anotar en una libreta los sintomas que, a su parecer, no tenía.

No habían nauseas.

“—¿Otra vez llegando tarde?—Le había preguntado Kun en son de broma un día apenas entro al local. Ten bufo.

—Solo fueron cinco minutos y no fue mi culpa. La autopista es un desastre.—Se excusó el tailandés con un pequeño puchero a la vez que se acercaba al mostrador y pasaba al otro lado.

—Muchas cosas pueden pasar en cinco minutos.—Provocó juguetonamente el gerente y quiso sonreír con diversión al ver la expresión exasperada del más bajito, pero terminó por fruncir el ceño después de notar sus marcadas ojeras y el cansancio en sus ojos.—¿Te sientes bien?—

Ten suaviso su expresión enojada y miró al gerente con desconcierto.

—Si, ¿por que?—