22 🌻 Negative?

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Las jornadas laborales eran mas bien tranquilas desde que Ten comenzó a trabajar en la pastelería wowuwu fantasy hace un par de años, o al menos asi sentía que eran antes, mas específicamente, antes de que Taeyong comenzará su licencia por paternidad.

Ten no sabia porque su trabajo le resultaba menos agobiante antes, tal vez porque en ese entonces no tenía a un Sicheng histérico gritándole junto a la oreja luego de enterarse de algo que, según este, era inaudito.

—Sicheng, ¿quieres calmarte? Estoy tratando de decorar un pastel por si no lo has notado.—Le recriminó el Tailandés al Chino, optando por abandonar su tarea de colocar las perlitas de colores sobre el pastel perfectamente glaseado frente a él para calmar los regaños de su menor.

—¿Como quieres que me calmé cuando me dices que no has comido desde la mañana? ¡Y desde hace una semana, por amor de dios!—Expresó Sicheng, agitando el rodillo de amasar que tenía en su mano derecha, el cual estaba utilizando para hacer unas galletas.

—Solo fueron cinco dias, deja de exagerar y, en serio, para de gritar o Kun vendra a ver que ocurre.—

—¡Me importa un sorbete que venga Kun! ¡No puedes saltearte el desayuno! ¿Sabes lo mal que te hará eso? En este momento ire a conseguirte algo de comer.—Sentenció.

—¡Ya! No es necesario, simplemente puedo comer algo de aqui, alguna sobra o algo.—

—Nada de sobras, vas a comer algo contundente, como...—Sicheng pensó un poco antes de mirar el pastel que Ten estaba decorando, sus ojos brillaron como dos lindos faroles ante la idea que se le ocurrió.—¡Como ese pastel!—

—Ajam, perfecto, ¿te has dado cuenta de que lo estoy decorando justo ahora?—Objetó, mirándolo con una ceja alzada.

—No puedes entregarlo asi.—Argumentó, provocando que el ceño de Ten se frunciera en desconcierto.

—¿Asi como?—Cuestionó mirando el pastel, esperando hallar alguna razon que le impidiera entregárselo a Kun para que lo entregará.

Nada. El pastel estaba perfecto, o lo estaba hasta que Sicheng estrelló con fuerza su rodillo de amasar en el, destruyéndolo por completo.

Ten dio un salto hacia atras por el susto y observó estupefacto como trozos de bizcocho con crema batida volaron por los aires, manchando todo a su paso. Sicheng levantó el rodillo del desastre que antes era un bonito pastel y lo recargó sobre su hombro derecho, luciendo como un jugador de béisbol que acababa de realizar un homerun.

—Asi todo aplastado.—

A Ten le tomó varios segundos poder respirar profundo, procesar lo que acababa de suceder y canalizar toda su ira para no abalanzarse sobre Sicheng para vengarse por arruinar el pastel que tanto le había costado emparejar.

—Ahora come mientras que yo ire a comprarte un juguito de naranja. Te traeria un café pero como Kun dijo que te hace mal a la barriguita, mejor no me arriesgo. Enseguida vuelvo hyung ¡Y limpia rapido antes de que llegue Kun–ge! ¡Yo intentaré distraerlo!—

Con una sonrisa dulce y radiante, Sicheng abandonó el palo de amazar sobre la mesa y dio un elegante giro, encarando hacia la puerta y salio de la cocina dando saltitos en busca del juguito de Ten. Tal vez lo compraría en las máquinas expendedoras o pediría permiso a Kun para ir a comprarlo a alguna tienda con la excusa de que faltaba algún ingrediente importante en la cocina.

Sicheng tenia suerte de que Chitaphon realmente amara el jugó de naranja en estos días, sino ya estaría buscando uno de los pastelera que glaseo Sicheng para destruirlo también, aunque a decir verdad, no seria capaz de hacerlo de todos modos. No a Sicheng y menos cuando este apenas comenzaba a dejar sus problemas atrás, los cuales tenían nombre y apellido.

Nuestros primeros pasos ☁ JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora