FÉLIX

Decisiones Fatales

VII

—Quiero retirarme.

Tomás me miraba tranquilo, como si supiera de antemano que yo no seguiría con este sucio negocio, por eso se empeñó tanto en ocultármelo.

-Esta bien chiquito mío, pero del otro lado de la moneda, en donde los ricos dominan la economía y tienen los recursos para comprarte, déjame advertirte que intentarán descubrir de dónde estás sacando órganos, y como tienen los medios, lo más probable es que lo descubran, así que prepárate para trabajar para ellos gratis o si no tu secreto de venta no será nunca más un secreto, ellos te obligarán a vender órganos y hacer el negocio sucio sin tú ganar ningún miserable peso, o peor aún, que te obliguen a ser el hazme reír a causa de humillaciones para complacerlos, con tal de mantener tu secreto.

Son esos enfermos o son esos ricos asquerosos, pero sé que luego de comprar mi departamento no seguiré nunca más con esta masacre, pero por ahora lamentablemente tengo que seguir
ensuciándome las manos para poder surgir y para parar de sufrir en lo que se supone que es mi hogar, pero ¿y si lo que Tomás me dice es una farsa? Sé que si me quedo aquí c
on él jamás lo sabré, así que tendré que arriesgarme para asegurarme y ver los dos lados de la moneda para tomar una decisión.
—Insisto en mi retiro, y no es una advertencia, es una afirmación Tomás.
Y así se fue sin decirme ni una sola palabra, me dejo solo y tirado. Pero yo lo entiendo, al final solo somos negociantes, no sentimos cariño el uno por el otro, porque no hay motivo, lo único que nos une es el dinero sucio. Pero ya dejaré de perder mi tiempo dándome excusas para dejar el negocio con Tomás , mejor pensaré en cómo haré nuevos tratos con los ricos. Vamos Félix, tienes que ser muy astuto, pensar con inteligencia y actuar con precaución...
Necesito idear un plan en mi cabeza podrida, porque de eso depende mi bendita sangre, mi departamento, el fin del infierno.

Así que, a ver,  primero que todo debería contratar a un espía para conocer el actuar de los ricos y aprovechar para conocer más sobre los locos de la deep web. Necesito saber sus maneras de actuar para predecir sus movimientos. Recuerda Félix, de esto dependen tus sueños, tu trabajo y tu muerte.

Suponiendo que lo que me dijo Teodoro sea cierto, entonces estaré muerto en vida, sin ganar ni un miserable peso, pasar humillaciones. Así que lo mejor será no hacer tratos con ningún rico, por ahora.

Mi detective privado lo sacaré de la deep web porque no tengo amigos y estoy peleado con Teodoro, y aún así él optaría al mismo lugar de búsqueda que yo. Claro que el mercado negro es muy traicionero, así que pediré hacerles una entrevista para que me cuenten cómo lo hacen para ser precavidos y que no los descubran, ya que muchas veces se hacen pasar por trabajadores en un oficios que nunca en su vida han hecho, y después para rematar, al pagarles te amenazan de muerte o simplemente te matan. Que situación tan maldita ¿no?

En la casa a la luz de la ventana estoy cuestionándome las entrevistas presenciales, porque con mi trabajo no tengo tiempo de juntarme con los espías, pero ahora en el siglo XXI están las entrevistas en línea. Aunque no me convencen mucho las entrevistas en línea, pero no tengo más opciones...
Tendré que estudiar un poco el lenguaje corporal, los gestos de sus caras, porque las palabras pueden hacer mil maravillas para que uno caiga redondito, pero el lenguaje corporal no miente. Así que ahora mismo voy a estudiar del lenguaje corporal por libros en pdf en internet, ya a estas horas de la noche no hay ninguna librería abierta y tampoco tengo mucho tiempo luego de mi trabajo.

Al día siguiente 💡

No puede ser, carajo estoy resfriado, pero es suave, así que yo sé que me la puedo, tomaré unos medicamentos y estaré bien. Todo por quedarme anoche al frío de la luna estudiando, pero valdrá la pena, lo presiento. Así que así, con estornudos y cara roja, camino a mi trabajo, mi madre como siempre nunca está en casa y si está, es durmiendo para mantener al ahora vago asqueroso de su marido, porque él muy lindo está cansado y necesita dejar por un tiempo el trabajo.

Ahora que trabajo y mantengo la casa, él no se ha aprovechado nunca más, ya estoy echo un hombre, es ridículo que siga, además me prometí que si me volvía a tocar, yo mismo me encargaría de matarlo a golpes. Ahora estamos al mismo nivel, incluso ahora él está por debajo de mi nivel. Solo Dios sabe cuál será su castigo, porque se lo merece.

Ay no mierda, ¿Dios por qué me castigas a mi? ¿Por desahogarme contando la verdad? ¡Que rabia! Mi cuerpo se siente muy pesado y siento hormigueos en mi piel. A lo lejos veo a Tomás que viene corriendo mientras yo le veo desde el suelo ¿Qué me está pasando?

Unas horas después 💡

Me pesan mucho mis ojos, e intento abrirlos, pero ahora tengo un poco la vista borrosa, espero un poco más, y aún así no puedo ver, esto me asusta mucho ¿Estaré ciego? ¡Dios mío, ayúdame señor! Y aunque no puedo ver, mis instintos de oído y tacto me hacen darme cuenta que hay una persona tomando mi mano y dándome palabras de apoyo, por su voz sé que es Tomás, el se ha tenido que hacer cargo de la situación ya que él me encontró cuando me estaba cayendo. También concluyo que estoy en un hospital por el olor, por el sonido de más gente a mi alrededor y el llamado a las enfermeras de los otros pacientes me lo confirman.

—Tomás llama al doctor para que me de mi diagnóstico por favor— Voz calmada.

Aunque por dentro estoy asustado, no me gusta demostrarlo, porque si me muestro débil, luego pueden lastimarme con mis debilidades y miedos, y eso no lo voy a permitir, porque vivirlo es un infierno, si tan solo cuando pequeño me hubiesen dicho que cuando un hombre te dice que matará a tu mamá o a tu papá no hay que creerles, no me hubiesen desgraciado la vida, porque así se aprovechan de tus miedos y debilidades, yo no me fio de nadie, es mejor prevenir que lamentar.

—Seré directo contigo Félix , esto fue a causa de mucho estrés acumulado y el resfriado ayudó a que te bajaran las defensas, por lo qué tu cuerpo al ya no dar más,colapsó, pero tranquilo que de a poco irás recuperando tu vista, por los exámenes que te hicimos te diría que una semana estarás bien y podrás volver a ver. Aunque por ahora te dejaré con el psiquiatra para que te recete medicamentos para el estrés y te ayude a evitar este tipo de situaciones, y yo le pasaré a Tomás la receta para comprar la medicina del resfriado.

—Entendido Doctor, muchas gracias.

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