Página 5: Mis cereales de ositos.

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-----Antes de leer, por favor, pongan la música del video para crear ambiente-----



*Residencia de la familia Urahara*

Aparece la madre de Ani en la cocina, mirando el calendario con cara pensativa, al otro lado de la sala, se puede ver a su marido comiendo cereales tranquilamente. Recién levantado y con un pijama de ositos.

—¡CÓMO ES POSIBLE! ¡NO ME LO PUEDO CREER! ¡SABÍA QUE ERA MALA IDEA!

—...—el marido posa su mirada sobre ella, irritado por las voces— ¿Cuál es el problema?

Él empieza a masticar de la manera más ruidosa posible. Si él no iba a tener silencio, ella tampoco.

— ¿Qué cuál es el problema, cariño?,—lo mira cariñosamente durante unos segundos— QUE YA HA PASADO UN MES Y TODAVÍA NO HE VISTO A MI HIJA! ¡ESO ES LO QUE PASA!

—Nuestra hija...—la rectifica, siguiendo a lo suyo y soltando un suspiro— ...un mes, y ¿te acuerdas de ella ahora?

La madre lo mira con el ceño fruncido y venitas por toda la cara.

—... ¿CÓMO TE ATREVES? —Su cara se transformó dando paso a la ira— ¿te crees que no pienso en mi hija a diario? FUE IDEA TUYA ABANDONARLA ALLI, y te recuerdo que me obligaste a dejarla ir.

—No me grites, por favor.

—¡MI HIJA DE 18 AÑOS, EN PLENA PUBERTAD HA SIDO ABANDONADA POR SU FAMILIA EN UNA ORDEN DONDE SOLO HAY HOMBRES! —se escandaliza mientras se lleva las manos a la cabeza.

—Entonces ¿eso quiere decir que admites que tú has dado tu consentimiento para tal abandono? —se le escapa una risita que no pasa desapercibida.

En realidad, le gustaba hacerla enfadar a cosa hecha, era lo único divertido que podía permitirse hacer.

—Ohhhhh...¿Te estás riendo? ¿Te parece gracioso que el bienestar de mi hija esté en juego? Y encima sin vigilancia.

—Nuestra hija... —la vuelve a rectificar, echándole un pulso con la mirada— ¿Eso es lo que te preocupa, que esté sin vigilancia? Ya es mayorcita, ya sabe lo que puede o no hacer. Tiene que vivir la vida. Además, tú hacías cosas perores...ya me entiendes...

La mujer joven se va acercando lentamente, sigue con cara de enfado. Aguantando la mirada despreocupada de su esposo que seguía comiendo cereales como si no hubiera un mañana.

—¡¿COSAS PEORES!? —empieza a gritar en modo histérica— aaaahhhh... y ¿tú no las hacías? TE RECUERDO QUE ERAS TÚ EL QUE VENÍA A HACER ESAS COSAS...yo sólo quería patinar sobre hielo. —terminó frustrada.

El hombre negó con la cabeza, mientras tenía toda la boca llena de sus deliciosos cereales.

—En cinco días es su cumpleaños —quería cambiar de tema, no quería ser aporreado de nuevo.

—¡Su cumpleaños!, es verdad, —se podía notar por el tono de voz que le se había olvidado— ¡es todo culpa tuya!, —grito de nuevo— su cumpleaños lo va a pasar fuera de casa, rodeada de extraños, sin su familia, sin su única amiga, se sentirá sola, triste, angustiada, ¡querrá volver a toda costa!

El marido de ojos verdes carraspea para llamar su atención.

—Si mal no recuerdo...—empezó dulcemente— tú estabas de lo más feliz cuando se fue, creo que decías algo de tener la casa para nosotros solos para hacer cosas malas, más tranquilidad, mas silencio, y que su habitación pasaría a ser la habitación de Winkie.

Historias Cortas Nacht y Morgen (Black Clover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora