Pequeños historias divertidas inventadas por mi de cuando Yami, Nacht, Morgen y William estaban en el mismo escuadrón, en su época adolescente.
Los personajes son creación de Yuki Tabata, menos mi oc Ani y su familia.
Comedia, amor, diversión, trast...
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*viernes 23 de abril, por la tarde. Habitación de Morgen*
Listo, por fin había terminado de acomodar las bolsas de equipaje con todo lo necesario para que su hermano y él no necesitaran pedir nada en casa de Ani.
Tanto sus cosas como las de su amado hermano, todo lo que necesitarían, estaba ya cuidadosamente guardado y clasificado.
Ya sólo faltaba esperar a que su querido hermano regresara.
Realmente era un bobo sin remedio.
Morgen suspiró. Su hermano mayor lo agotaba algunas veces.
En cuanto sintió su presencia en su habitación, supo lo que estaba haciendo allí. Había tenido que ir rápidamente a su encuentro, ya que no quería que encontrara sus libretas y otras cosas que no se podía permitir que viera.
Hacía tiempo, Yami le había enseñado a percibir y a leer el ki de las personas, gracias a eso, sabía cuándo estaba su hermano en su sombra y en los alrededores. Le había dicho a su amigo Yami, que no le dijera nada al respecto, no quería avergonzarlo, ni alejarlo más.
Le gustaba tener a su amado hermano tan cerca como fuera posible.
Tenía que admitir, no esperaba encontrarse su cuarto tan desordenado en poco tiempo, casi le da un infarto cuando entró y pilla a su hermano a punto de abrir una de sus muchas cajas secretas.
No sólo tenía una caja destinada a esas personas que hicieron daño a su hermano.
Había más, pero dedicada a otras cosas.
Nacht estaba buscando lo que él le había comprado a Ani, ¿realmente se esperaba que lo tuviera escondido en su cuarto?
Una risa suave se escuchó en la habitación.
A pesar de que lucía muy malote, su hermano era demasiado ingenuo e inocente.
Eran gemelos. Morgen había aprendido a descifrar a su hermano hace muchos años, y sabía cómo actuaba en base a su comportamiento. Era muy fácil leerlo.
Por supuesto, sus preciados regalos no los tenía en su habitación. Demasiado peligroso.
Ani podría querer que le enseñara su cuarto y se los encontraría, y Nacht...bueno, los habría encontrado sin mucho esfuerzo.
Por eso, había escogido un lugar adecuado para ellos, lejos de miradas indiscretas.
Nada mejor que la habitación de su superior Marx. Allí nadie los buscaría nunca. En el altillo de su armario, era el sitio perfecto, pues ocupaban espacio. No demasiado.
No eran pequeños, y si lo fueran, no podía permitirse llevarlos encima todo el tiempo. Tampoco estarían seguros, algún hechizo durante los entrenamientos con Ani podía dañarlos sin querer.
