----Antes de empezar a leer pongan el video para crear ambiente, gracias----
*Un día después. Residencia de la familia Faust*
La madre de nuestros gemelos favoritos se encuentra sentada en un sillón lujoso enfrente de una ventana abierta mirando a través de unos prismáticos. A su lado, se encuentra su marido, leyendo el periódico con las piernas cruzadas.
—Querido mío, —su tono sensual hace que su marido le preste atención— ¿compraste lo te dije?
—Por supuesto, querida mía —le dedica una sonrisa y sigue leyendo.
—Bien, —asiente— hay que hacer todo lo posible para erradicar esa plaga impura. Es una suerte que los niños no estén.
¿Plaga? Oh, se debía referir a ESA plaga. Esa inmunda plaga por la que su amada y su familia sufrían constantemente. Aunque sus hijos no habían tenido apenas contacto con esas bestias. Ya se habían encargado de enseñarles que no debían ir por cierto camino en cuanto se mudó esa horrible familia.
De hecho, se habían encargado de que no tuvieran ninguna necesidad de circundar ningún área cercana a esa horrible casa.
—¿Querida? —cierra el periódico y se dedica a observarla, algo preocupado— ¿A qué te refieres?
—No quiero que nuestros hijos cojan un trauma innecesariamente.
¿Los niños? Los niños en cuestión tenían veinte años. El marido dudaba que se traumaran, si acaso, Morgen.
—Oh, ya veo —dijo con malicia— Hicimos bien en darles ciertas libertades.
Ahora mismo no estaban en casa. No se sabía el paradero de Nacht, hacía lo que quería. Sólo sabían por el servicio si estaba o no en casa. Siempre haciendo trastadas. En cambio...Morgen, desde que era caballero mágico, sabían en todo momento si llegaba a casa o no, siempre avisaba con tiempo. Era un alivio.
—Sí, —afirmó la señora Faust sin dejar de mirar por los prismáticos— ahora tenemos más libertad para dedicarnos a nuestros asuntos, sin tener que preocuparnos por si nos ven o no.
Michiko ya estaba calmada y relajada, el ataque de ayer le pasó factura. Había dejado que escapara su parte penosa delante de su marido, eso era un error imperdonable. Aunque su marido le hubiera dicho, que era perfecta tal y como era, se avergonzaba de comportarse de semejante manera.
No había nada que una noche tórrida con su marido no arreglara. Con él era con quien más a salvo a salvo se sentía. Era una suerte que estuvieran casados.
—Hay que felicitar a Morgen —dijo Michiko suavemente— hizo un excelente trabajo regalándome estos prismáticos.
El marido alzó una deja, sorprendido y extrañado.
—¿No es algo habitual? Él siempre nos está regalando cosas que nos son bastante útiles.
—Este es un objeto mágico, —dijo señalando los prismáticos— que permite ver alrededor de ocho kilómetros a la redonda, sólo hay que ajustar la distancia y no habrá nada que se nos escape.
Neizan, dejó de leer el periódico, sorprendido.
—¿Ocho kilómetros? ¿De verdad? —exclamó atónico— eso nos es muy conveniente dadas las circunstancias actuales.
—Exacto.
Michiko, le entrega el objeto en cuestión.
—¿Alguna noticia sobre él? —preguntó viendo cómo funcionaban esos prismáticos milagrosos—, es bueno que tenga la necesidad de ser caballero mágico.
—¿Oh? De hecho, me llamó hace dos días —respondió pensativa mientras observaba a su marido juguetear con los prismáticos— preguntándome si podía asistir al cumpleaños de una amiga suya.
—¿Cumpleaños? —extrañado el marido observó a su esposa.
—Obviamente le dije que sí, no hay nada de malo que tenga una amiga, —dijo despreocupadamente— Además, mientras más lejos esté de casa y más ocupado se encuentre, mejor. Le di permiso para quedarse en su casa todo el fin de semana.
Eso sonaba glorioso. Morgen ya estaba en esa edad. De vez en cuando necesitaba relajarse y divertirse. Pero nunca habían visto ese lado suyo, parecía que no existía.
—Y en cuanto a Nahato, —añadió Michiko— le dije que debía acompañar a su hermano menor al cumpleaños, es bueno que coquetee y se mantenga entretenido con las mujeres.
Con eso mataba dos pájaros de un tiro.
—Sí, me preocupa que nuestro heredero no nos haya presentado todavía a ninguna mujer. Yo sé por el servicio que ha tenido varias amantes, pero lamentablemente, ninguna ha podido conquistarlo.
—Siempre ha sido difícil de dominar.
—Morgen ha tenido siempre muchas solicitudes de matrimonio...—suspiró el marido pensando en su hijo— pero Nahato...todas salían huyendo...
Ambos padres suspiraron con pesar. ¿Había sido buena idea que ambos eligieran su pareja? Ninguno de los dos les había presentado alguna pareja o amiga.
A Nacht lo habían pillado alguna vez con alguna jovencita, pero no había nada indecente ni amoroso que se pudiera apreciar...Y Morgen...era demasiado amable con las mujeres...no coqueteaba con ninguna...
Estos niños...
—Querida, —fijó su mirada en ella— hay que aumentarle la paga a Morgen, este objeto es grandioso para nuestros planes. No puedo imaginar nada mejor.
—Eso estaba pensando, me extrañaba que me regalara algo así, pero me dijo que así podía avistar a las criaturas peligrosas que salieran de la zona de magia cuantiosa antes de que entraran en nuestra casa...
Ambos se empezaron a reír con ganas.
—¿Todavía se creen esa invención?
—Sí, —afirmó la señora Faust sin dejar de reírse— Morgen ha sido siempre muy inocente. A Nahato sólo bastaba decirle que allí estaban todos sus terrores nocturnos esperando la ocasión para devorarlo vivo.
No pudieron aguantar la risa, ambos siguieron riendo durante diez minutos más.
Todo lo que hacían era por el bienestar de su familia. No podían permitir de ninguna manera que ninguno de sus hijos se relacionara con aquellos salvajes.
Este ha sido el corto de hoy.
No os preocupéis, en el próximo, ya veremos a nuestros gemelos favoritos ^^
Como siempre, dejen en los comentarios sus opiniones o demás, me gusta saber vuestros pensamientos
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Nos leemos en el próximo corto, cuídense :)
Gracias a todos por leer :)
ESTÁS LEYENDO
Historias Cortas Nacht y Morgen (Black Clover)
RandomPequeños historias divertidas inventadas por mi de cuando Yami, Nacht, Morgen y William estaban en el mismo escuadrón, en su época adolescente. Los personajes son creación de Yuki Tabata, menos mi oc Ani y su familia. Comedia, amor, diversión, trast...