*viernes, 1:08 am. Habitación de invitados*
Definitivamente era el peor resultado posible para Nacht. No sabía si podía aguantar hasta el lunes, donde por la noche dormiría en su cuarto, completamente solo. En la oscuridad total y sin el más mínimo ruido que perturbara su sueño.
En aquel momento lamentaba tener el sueño ligero, estaba siendo una auténtica odisea estar en el mismo cuarto que Morgen.
¿Acaso había hecho algo mal? No era un santo, pero tampoco era mala persona para merecer aquello. Era una tortura estar escuchando la banda sonora de los ronquidos de su hermano enfrente suya.
La culpa la tenía esa desesperante mujer llamada Sanita. Los había tenido que meter en el mismo cuarto. Él ya sabía lo que iba a pasar.
Sólo de pensar en aquello, le entraron escalofríos. Además, aunque su gemelo menor pareciera un joven angelito con una luz brillante...era demasiado ruidoso cuando se trataba de dormir. No paraba quieto.
Pareciera como si se fuera a despertar en cualquier momento.
Cielos, ¿Acaso no podía dormir quieto y sin hacer ruido? Por no hablar de sus ronquidos variados.
La cálida luz de la luna se filtraba a través de las finas cortinas, iluminando tenuemente la habitación donde dormían los gemelos. O al menos Morgen sí estaba durmiendo. Ambos en camas separadas, La madre de Ani se había encargado de que cada uno tuviera su espacio propio para acomodar sus cosas; además la habitación era espaciosa, y contaba con un baño privado y una chimenea.
Morgen dormía profundamente en la mullida y esponjosa cama, con una sonrisa de satisfacción en su joven rostro infantil.
Nacht está despierto en su cama, arropado hasta arriba, con la mirada fija en el techo y en la lámpara de araña que adornaba la habitación. Preguntándose cómo había llegado a sentirse así en aquella enorme casa.
Suspiró pesadamente. Se sentía extraño e intranquilo. El aire de la habitación se le hacía muy pesado para respirar, lo que aumentaba su nerviosismo. Se sentía atrapado, con el corazón en un puño y todo gracias al padre de Ani. Y ya no hablar del ser que roncaba enfrente suyo.
Maldijo internamente a ese hombre, una, y otra, y otra vez. Hasta aborrecerlo. ¿Era posible odiar a ese señor tan pronto? Era exasperante, demonios, sólo tenía que decir "Buenas noches" y no "Esta casa está construida encima de un cementerio demasiado antiguo" y "los fantasmas son muy amigables...Ni siquiera notaréis que os están observando mientras dormís..."
Lo odiaba por decir aquello. ¿Era una broma o algo más? Sin duda alguna se estaba riendo como loco cuando dijo eso. Sólo iba a ser dos días aguantando a ese hombre. Había que tener paciencia.
Sabía perfectamente que aquella era una casa normal, grande y laberíntica, pero una casa normal. No había nada de cementerios ocultos ni nada que le diera miedo y que hubiera visto allí dentro, sólo era un poco confusa con tanto pasillo. Sólo era eso.
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Historias Cortas Nacht y Morgen (Black Clover)
RandomPequeños historias divertidas inventadas por mi de cuando Yami, Nacht, Morgen y William estaban en el mismo escuadrón, en su época adolescente. Los personajes son creación de Yuki Tabata, menos mi oc Ani y su familia. Comedia, amor, diversión, trast...