Historias Cortas Nacht y Morgen (Black Clover)

Página 9: "Eliminada"

----Antes de leer, poned el video de arriba para crear ambiente, gracias----

*viernes, 23 de abril. Base de los Ciervos Grises. Habitación de Morgen*

No debía de estar haciendo eso, si su hermano se diera cuenta...Suspiró mientras rebuscaba en toda la habitación, todos los rincones. Realmente no le gustaba hacer aquello, pero no tenía opción.

Necesitaba saber qué demonios le había comprado su hermano a Ani.

En dos días era su cumpleaños, y quería regalarle algo especial. Durante todo ese tiempo se habían vuelto algo más cercanos. Deseaba comprarle algo que le hiciera ilusión.

Debía admitirlo, Ani era una joven normal y corriente, no era una delincuente como había pensado en un principio. Tenía diversas facetas, que sólo aparecían cuando estaba sola. Pero todo normal, había pensado mucho en ella.

Era muy semejante a él.

Pero Morgen no dejaba de interrumpir, siempre con la misma excusa "Nii-san, el capitán me ha asignado esta misión sólo a mí, cuidarla y protegerla para que no se haga daño" decía con su más inocente sonrisa resplandeciente.

Qué pesadilla...

No podía estar con ella a solas. Eso lo frustraba. Además de que debía esconderse de los otros miembros de la base. Eso ya no era divertido.

Maldijo internamente, ¿Dónde rayos había escondido Morgen el regalo? Con tanto orden y limpieza, no había quien encontrara nada.

Ya era desesperante tener que hacer aquello a escondidas, y en un tiempo límite, no podía calcular el tiempo que estarían los dos fuera.

Esa era su misión, se había infiltrado, esperando encontrar alguna pista o el regalo escondido. Después de todo, Morgen siempre era muy planificador con todo y seguro que le habría comprado un regalo. La dificultad era saber dónde lo había escondido.

Veamos, eran gemelos. ¿Dónde lo escondería él mismo?

—¿Nii-san...?

El corazón de Nacht se detuvo durante un segundo al escuchar a su hermano detrás de él.

—....

Ambos se miraron durante cinco largos segundos.

—¡Morgen! —reclamó— ¡No me des esos sustos!

—... ¿Acaso debo llamar a la puerta de mi propio cuarto? —preguntó inocentemente mientras miraba con ternura a su hermano.

Morgen vio su propia habitación hecha un desastre, todo patas arriba, abrió sus ojos azules.

—...Oh, ya veo...—dijo al final Morgen.

Nacht pensaba a toda velocidad, no quería delatarse, pero tampoco quería mentirle, al fin y al cabo, Morgen había entrado en el peor momento posible, todo patas arriba.

Su cuerpo sudaba chorros de sudor. Maldito sea, ahora no tendría que estar allí, debía de estar comiendo o entrenando, no en su cuarto. ¿Lo hacía a cosa hecha?

—Siento que hayas venido antes de los previsto...—se excusó Nacht sin dejar de sudar.

—Nii-san...

—¡Lo recogeré todo ahora mismo! —dijo rápidamente el mayor empezando a recoger cosas.

Morgen vio el peligro en eso.