𝑲𝒊𝒏𝒅𝒆𝒓𝒈𝒂𝒓𝒕𝒆𝒏 [Hiatus]

XI.✿

Harry fue el primero en despertar gracias a que sentía que le picaban la cara con un dedo.

Frunció el entrecejo por la luz del sol. Abrió los ojos lentamente encontrándose con los ojos curiosos de su alumnito y entonces recordó que no estaba en su casa.

— ¿Qué es un condón? — preguntó William.

Harry no supo que contestar, ¿de dónde había sacado uno?
Louis despertó confundido ¿qué hacía Harry en su cama?

Y aún más importante para William ¿qué era ese globito grasoso?

Louis miró el condón, - que anteriormente William había abierto - miró a Harry y nuevamente al condón usado.

Miró que no tenía ropa más que sus bóxers y que su vestimenta estaba por todo el suelo.

— ¡Oh, mierda! — habló horrorizado.

William dio un brinquito hacia atrás por el repentino grito de su padre y Harry se levantó palpando sus bolsillos del pantalón y encontrando varios condones.

«Jodido Niall» sin duda mataría al irlandés cuando lo tuviera de frente.

— William, amor. Sal de la habitación en lo que yo hablo con tu papi ¿puedes hacer eso por mí? — pidió el ojiverde, William asintió saliendo de la habitación y cerrando la puerta.

— ¿Qué demonios haces en mi casa? Más bien ¿qué haces en mi cama y por qué tienes condones y por qué hay uno en el piso?

— Los condones no son míos, técnicamente. Un amigo me los echó sin que me diera cuenta por si pasaba algo en mi cita... — murmuró lo último. — Y por casualidad nos encontramos en ese lugar y tú estabas muy ebrio y te traje a tu casa pero tú no querías que me fuera y yo sólo iba a esperar a que te durmieras para que yo me fuera pero insististe tanto que me quedé y me dormí sin querer. Pero te juro, Dios, te juro que no sucedió nada. — habló rápido tratando de explicarse.

— ¿Nada de nada?

«Quitando el hecho que me besaste y me dijiste que te gusto...»

— Nada de nada.

Louis soltó un suspiro de alivio, al menos aún seguía siendo virgen. Pequeños fragmentos de la noche anterior llegaron a su mente comprobando que Harry no mentía.

Hasta que recordó vagamente haber besado a alguien y decirle que le gustaba pero no recordaba a quien.

— ¿Sólo eso pasó?

Harry se sonrojó ligeramente y asintió apartando la vista y mordiéndose el labio inferior por el nerviosismo.

— Sólo eso. — afirmó.

— Siento haber arruinado tu cita... — por supuesto que no lo sentía, era muy hipócrita de su parte disculparse.

— Descuida, saldré con él otro día. — sonrió incómodo.

Louis se levantó de la cama recogiendo su ropa del piso, Harry supuso que se la quitó en la noche.

No pudo evitar darle un vista rápida al cuerpo de Louis - que a comparación del de él se veía delgado  - tampoco sabía que tenía varios tatuajes pero sin duda el tatuaje que tenía en las clavículas se le hacía sexy.

Apartó la vista y se puso sus zapatos.

«¿Debería decirle sobre el beso y su confesión?»

Miró nuevamente a Louis y este se estaba paseando por toda la habitación hasta llegar a su clóset. Sin querer su vista bajó hasta sus tafanarios.