Escena Erótica

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-Sebastian... Mas... Mas rápido, apurate... Quiero mas, mas...-Gemía el chico en el oido de su querido demonio.

-Si... Ciel mas, rapido... ¿Asi?.-Este aumentó sus embestidas, mas rápidas, mas duras, que mas resonara, en el cuerpo de ellos.

-Si... Si, pero aún quiero... Quiero mas Sebastian...

Estaban sufriendo de una escena S&M*, pues era el momento ideal para hacerlo. Siempre habian querido intentarlo, y ahora era el momento perfecto.

Ciel, con manos atadas, y sus ojos vendados, se hacía mas sensible a las caricias de su amante. Este mordia los pezones de su niño, dejandole su propia marca. Ciel mordia su labio inferior, pues se sentía terriblemente bien.

-Me... Me voy a correr...

-No... Aun no.

Sebastian hurgo en el mueble en donde se encontraban, y saco un anillo algo grueso para un dedo común. Lo tomó, y colocó en el miembro de Ciel, dejándolo al final de su extremidad sexual.

-¡Que... Que haces!.-Grito y gimió Ciel, pues aunque lo intentara, no podia correrse, le dolia. Pero ese era el tipo de dolor placentero, el que se sentía bien, el vivirlo en carne propia.

-Tan solo... Hago que no te corras demasiado rápido... My lord.-Esa ultima frase, la hizo cerca de su oído. Estremeciendo a Ciel.

-Preocupate... Por... Por meterla... Mas rápido...-Gemia el chico, al saber que se sentía tan bien... Sintiendo dolor.

Sebastian estiraba sus labios, estaba contento de que su amo le pudiera que hiciera aquello. Tanto como el, y su amante disfrutaban.

El mayordomo, volvió a embestir con fuerza a Ciel.

"Ahh... Si... Mas..."

Era lo que se escuchaba en la habitación, tomó entre sus manos, el pequeño miembro de su niño, pero que ya estaba demasiado duro a punto de explotar. Así, comenzó a acariciarlo, subiendo y bajando su piel externa.
Ciel terminó corriéndose a medias, ya que si no lo hacia, sentía que iba a morir.
Pero las embestidas, y el anillo, aun seguían ahí. Así que no perdió tiempo en que miembro se erectase nuevamente.
Sebastian, no se corría aún. No porque no pudiera, quería hacerlo, pero quería aguantar un poco mas.

Lamieron ambos sus labios, para luego volver a juntarlos, sintiendo aquella lengua del otro, lamer la suya.
Lamentablemente, sus cuerpos demoniacos no aguantaron mucho mas.
Las últimas estocadas mas duras, Ciel no aguanto mas, y otra vez se corrió en el cuerpo de Sebastian a medias.
Este demonio, sonrió, y para no darle mas dolor su amado, le quito el anillo.

Ciel agarró con fuerza el cuello de su atacante, y con un gemido bastante sonoro, se corrió nuevamente en el cuerpo de Sebastian.
Pero aun faltaba, Sebastian seguía embistiendo... Esperó unos segundos mas, y su cuerpo dejó de resistir. Con un gruñido, se corrió dentro y fuera del cuerpo de Ciel.

Ambos calleron al suelo, acostándose, y tranquilizando su respiración. Para después de unos minutos, ambos dormir tanto como sus cuerpos pudieron.

S&M: Sadomasoquista

Solo soy un mayordomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora