XI

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Desayunaron los 4 en silencio, se notaba
raro que 4 demonios comieran... Comida humana, ya que ellos... Comían humanos, pero igual lo hacían, estaban esperando al momento para comerse un alma.
Sebastian y Ciel, junto a Claude y Alois, se fueron a clases tomados de la mano de su pareja, e incluso cuando llegaron a la escuela, todos los miraban pero a ellos no les importaba en ese momento. Las parejas se despidieron de un tierno beso, y cada uno se fue a su clase.
Y así paso todo el día un día muy aburrido para ser sinceros. Al terminar todas las clases, exactamente a las 17:40hrs, fueron a su hogar, se alistaron e hicieron "tareas".

En la noche, las parejas se mantenían acostadas, Ciel y Alois dormían, pero Claude y Sebastian se mantenían despiertos. Al llegar medianoche, se levantaron, los 2 dejando a sus parejas un tierno beso.
Se sentaron en las escaleras desubicadamente, ya que la charla no duraría mucho.

-Bien Claude, ¿Quien es el que nos hace la vida imposible?-Preguntó Sebastian, su voz sonaba tranquila, pero por dentro quería explotar de la rabia y matar a quien se le cruzara.

-Aquel día en el que fui con Alois a cenar... Cuando estábamos a punto de volver, escuche una voz... Aquella voz chillona que tanto odio, y escuche nuestros nombres... Así que supongo que por su era el... Era Grell Stucliff... Junto a Willian T. Spears.-Dijo Claude, enojado. En su voz se notaba esa ira.

¿Alguna vez han sentido ese dolor que se presenta cuando te quieren quitar algo, y haces de todo para que no suceda? Bueno... Ellos pasan eso, es aquel dolor tan agudo que a penas lo tocan... Podría explotar.

-Tiempo atrás, cuando con mi joven amor, aún teníamos esa simple relación no recíproca, él me mando a buscar unos documentos, en donde por ello, tuve que saciar la sed rara que el señor Grell tiene por mantenerte abrazado-. Suspiró el demonio.-Son horribles recuerdos, ¿Y usted, por qué tiene un tipo de tensión con el otro shinigami?
-.
-Larga historia... Quizás te la cuente mas adelante.-Respondio serio Claude.

-Bien... ¿Que haremos?-

-Aún no lo sé, déjeme pens-.

-Si, ¿Qué haremos?-Respondieron Ciel y Alois, bajando lentamente las escaleras, sorprendiendo a los mayores.

-Que hacen despiertos tan tarde?.-Preguntó Sebastian.

-No... Te sentí en la cama... Y me asuste-. Respondió sonrojado Ciel.-¡A... A parte a que idiota se le ocurre gritar a media noche!.-. Alegó. Hizo que Sebastian sonriera.

-No me había dormido, pues, quería... Estar contigo.-Respondió Alois, acercándose a Claude.

Al final, los pequeños fueron a sentarse en las piernas de los mayores, y se acurrucaron en ellos, recibiendo el calor... Hacia frío esa noche en especial.

-Bien... ¿Que haremos?-. Preguntó Ciel.

-Fácil... Como en las películas y cosas así, haremos un plan, alguien sera el cebo, y así lo atraparemos, como carnada... ¡FINAL FELIZ!.-Dijo bromeando Sebastian, haciendo que los 3 a parte de el que estaban ahí, lo observaran con cara de que era un verdadero idiota.

-Tonto...-Lo reprendió Ciel, haciendo que este sonriera.

-Aunque... No es tan mala idea... Lo arreglaremos y podría servir, ¿Quien sera ma carnada?.-Preguntó Claude.

-Yo creo que es obvio que tienen que ser Ciel o Alois-. Respondió Sebastian..

-¿Y porque no ustedes? Al final... La culpa de todo esto es de ustedes, no de nosotros-.

Al final, Sebastian y Ciel se quedaron observando detenidamente, como si estuvieran a punto de largar una pelea, en cambio Claude y Alois, estaban suspirando ante tal estupidez, pero de repente... A Alois se le ocurrió una idea, así que toco el hombro derecho de Ciel, y este lo observa.
Después de eso, sin emitir sonido alguno, Alois mueve sus labios, diciéndole a Ciel, "Tengo un plan... Sube conmigo".
Este asiente y se van, dejando con la duda a los demonios.

Fueron a la habitación principal, y se sentaron en la cama.

-Que plan tienes?.-Pregunta ansioso Ciel.

-Tenemos que vestirnos muy... Pero muy provocativos, y al mismo provocar a esos dos, si no se aguantan y nos atacan, ganamos nosotros y ellos deberán ser carnada, pero se resisten durante una semana, perdemos, así que tendremos que ser la carnada... ¿Te parece?-.

Ciel sonrió y asintió, fueron al baño a cambiarse, ellos " no sabían" el porque tenían tanta ropa erótica... Pero aun así.

Ciel se puso unas orejas de gato, junto a una cola del mismo, se puso un bóxer que se notaba mucho aquella parte, se maquilló como aquel animal, y se puso guantes de gato, con un peluche de oso.
Alois hizo lo mismo, pero con forma de perrito, y su oso, le faltaba un ojo, lo que lo hacia mas adorable.
Cuando se vieron en el espejo, se sorprendieron y se sonrojaron muy rápido, pero lo hecho, hecho esta.
Comenzaron a bajar, cuando Sebastian y Claude se fijaron, abrieron muy grandes sus ojos, y se taparon con sus manos aquella parte, ese fue el comienzo.

Los pequeños comenzaron a bajar, y cada uno se movía sensualmente alrededor de su amante, cuando ellos estaban a punto de agarrarlos para tirarlos a su habitación y hacerles de todo, ellos los paran.

-Solo ver, no tocar-. Dijeron al unisono.-Si duran una semana viéndonos así sin hacernos nada, ganaran, pero si atacan, perderán. Así que el juego comienza. Por cierto... Tienen prohibido hacerlo solo, no se pueden masturbar... Sería trampa.

Los demonios mayores, quedaron perplejos... ¿Duraran una semana completa sin violar a esas dos criaturas hechas para eso?...

Solo soy un mayordomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora