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Hyejoo se sintió aliviada de que no tenía ninguna clase cuando se despertó. Todas sus compañeras estaban en clases, por lo tanto sólo era ella y Chaewon en el apartamento. Se dio cuenta de que la chica más joven amaba las puestas de Sol cuando fue despertada por una voz suave.

-Oli-, susurró Chaewon, tocando el brazo de Hyejoo suavemente. -Oli, mira.-

Hyejoo se quejó, frotándose los ojos y abriéndolos a tiempo. Antes de lo que estaba acostumbrada. Ella bostezó, sentándose y mirando a Chaewon. La pequeña estaba sentada en el borde de la cama de Hyejoo mirando por la ventana a poca distancia. Se dio la vuelta con una amplia sonrisa en su rostro cuando oyó a Hyejoo sentarse.

-Mira, Oli, mira el cielo-, intervino, señalando la ventana. Hyejoo no pudo evitar sonreír ante el entusiasmo de Chaewon tan temprano en la mañana. Se sentó junto a la chica y amplió sus ojos cuando vió justo lo que Chaewon estaba mirando.

-Es bastante...-, susurró Hyejoo. El amanecer era increíble esa mañana. Era un brillante naranja, iluminando el cielo e incluso dejando teñidas rayas naranjas de luz a través del piso de la habitación de Hyejoo. Había manchas de color rosa salpicado por todas partes, también. Si el cielo estaba así de hermoso cada mañana, a Hyejoo no le importaría despertarse tan temprano.

Chaewon asintió suavemente. -Colorido-, añadió, dirigiéndose a Hyejoo con una sonrisa sincera. Hyejoo se rió en voz baja y se pasó una mano por el pelo sucio de la mañana. El comentario de Chaewon de repente le dió una idea y se puso de pie.

-Voy a conseguir algo, ¿de acuerdo? Vuelvo enseguida-.

Chaewon volvió a mirarla, preocupada. Ella levantó su dedo meñique y se mordió el labio.-¿Promesa?-, Preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado.

-Por supuesto,- Hyejoo sonrió y cerró sus dedos juntos. Señaló a la ventana. -¿Ves ese coche negro, justo ahí?-, preguntó. Chaewon asintió. -Tengo que conseguir algo de su interior, pero luego regresaré-.

-Está bien-, Chaewon sonrió suavemente. Se levantó y presionó sus palmas contra la ventana. -Voy a saludarte.-

Riendo, Hyejoo asintió. -Y yo voy a regresarte el saludo-, se rió. Chaewon la observó mientras Hyejoo salió de la habitación, y la chica mayor estaba pronto en su camino por las escaleras de su edificio de apartamentos.

Normalmente, ella no dejaba el apartamento en pijama. Pero Chaewon la hacía hacer cosas locas, y por alguna razón a ella no le importaba. Una vez que estaba en el estacionamiento, ella miró hacia arriba, tratando de ver si podía encontrar donde estaba la ventana de su apartamento. Ella notó un destello de blanco y se rió, saludando a Chaewon desde abajo.

Ella probablemente se veía como una idiota en el momento, pero a Hyejoo no le importaba. Finalmente llegó a su coche y abrió su baúl, reuniendo el caballete y las pinturas que había tomado de su profesor. Cerró su coche, y corrió de nuevo al edificio.

Antes de que pudiera poner la llave en la puerta, se abrió de golpe. Hyejoo se rió cuando vió a Chaewon sonriendo ampliamente del otro lado.

-¡Te vi! ¡Me saludaste!- Chaewon habló. Hyejoo asintió y se metió dentro del apartamento. Se dirigió hacia la pared de ventanas en el fondo de la sala y comenzó a acomodar sus cosas. Mientras Chaewon la seguía de cerca.

-¿Qué es esto?-, preguntó Chaewon. Se agachó y cogió un pincel, agitándolo de nuevo delante de la cara de Hyejoo. La chica pelinegra rápidamente lo tomó y rió.

-Mi pincel-, que colocó en el hueco que tenía el caballete. Comenzó a abrir los tubos de pintura y a mezclar pequeñas gotas juntas para crear los colores que necesitaba. Mientras que Chaewon la veía con asombro.

Yellow | hyewon (LOONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora