ੈ Epílogo♡‧

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-Sí, mamá- Hyejoo rodó los ojos, mirando a la chica en el asiento del pasajero. -Nosotros acabamos de salir del aeropuerto. Estaremos allí pronto-.

-Ya verás, mamá, te lo dije- Hyejoo se mordió el labio y miró a Chaewon . La pequeña en el asiento del pasajero sonrió suavemente. -Está bien mamá, tengo que conducir. Nos vemos pronto. -

Hyejoo se rió en voz baja una vez que ella colgó, dejando su teléfono en el porta vasos y entrelazando su mano libre con la de Chaewon .

-Te ves nerviosa- Chaewon inclinó la cabeza ligeramente, dejando que su cabello suelto cayera por encima del hombro. -¿Estás nerviosa?-

Hyejoo se encogió de hombros y volvió su atención de nuevo a la carretera, siguiendo la ruta familiar a su casa de la infancia. -Un poco, sí. No tengo ninguna razón de estarlo, sin embargo. -

-Va a ser divertido, ¿verdad?- Chaewon acarició con sus dedos la muñeca de Hyejoo distraídamente.

-Por supuesto- Hyejoo sonrió. -Vas a conocer a mi loca familia.- Chaewon se rió y giro la mano de Hyejoo, trazando círculos en su palma.

Semanas habían pasado desde la absolución de Chaewon. Las estaciones habían cambiado, el clima era perfecto, era cómodo no importa lo que llevaran puesto.

Después de ser liberada, Chaewon estaba obligada a iniciar sesiones de terapia de rutina. Al principio, la chica había dudado. Pero con ayuda de Hyejoo, y el tiempo, las visitas quincenales comenzaron a mostrar progreso.

Ella nunca estaría de vuelta al 100%. Pero cómo su médico le había dicho, siempre había espacio para mejorar.

Una de las principales preocupaciones de Hyejoo había sido la relación entre ella y Chaewon. Habló con el terapeuta de Chaewon directamente, disparando preguntas, una tras otra a la mujer de mediana edad.

Ella había estado saliendo con una lista interminable de términos médicos, que básicamente explicó a Hyejoo que sí, Chaewon era capaz de amar. Y una relación estaba bien, siempre y cuando tomaran las cosas a un ritmo lento, y que Chaewon fuera muy consciente de a dónde iban las cosas.

Chaewon era consciente. Definitivamente consciente. Cuando Hyejoo había discutido el futuro con ella, ella se encontró con una Chaewon muy animada, hablando y hablando sobre lo cómo iban a nombrar a sus hijos, y de qué color pintarían su casa. (Amarillo, obviamente.)

La idea de pasar el resto de su vida con Chaewon le causaba mariposas a Hyejoo cada vez que pensaba en ello. Pero ella podía esperar. Cuanta más gente conocía diariamente, más se daba cuenta de lo mucho que necesitaba a Chaewon .

Y ahora, aquí estaban. Semanas más tarde, de la mano en el coche de camino a casa de Hyejoo. La madre de Hyejoo había invitado a Hyejoo y a su 'misteriosa novia' para pasar la Navidad con ellos.

Así que, sí, Hyejoo estaba nerviosa. Extremadamente nerviosa. No tenía idea de cómo sus padres reaccionarían cuando se enteraran de quien en realidad era la misteriosa chica. Porque hasta donde sabían, Hyejoo todavía odiaba Chaewon con todo su ser.

-Aquí estamos,- Hyejoo sonrió nerviosamente. Ella apretó la mano de Chaewon y apuntó con la cabeza hacia la casa en la esquina de la calle. Un grupo de niños pequeños se reunieron en el jardín delantero, pateando una pelota inflable.

-Me gusta- Chaewon sonrió ampliamente, sentada más derecha para tener una mejor vista de la casa. Hyejoo aparcó el coche y respiró hondo, volviéndose a Chaewon .

-¿Estas lista?- preguntó, mordiéndose el labio. Chaewon asintió.

-¿Tu lo estás?- le preguntó de vuelta, con el hecho de que Hyejoo estaba más nerviosa de lo que ella había de admitido.

Yellow | hyewon (LOONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora