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-En la casa se está bien. Llegaremos enseguida-, Yerim intentó tranquilizar a la chica, insegura de qué más hacer. Ella y Hyejoo intercambiaron miradas y Hyejoo suspiró pesadamente. Estaba empezando a ser señal de un día muy largo. Condujo hasta el aparcamiento del piso, aparcó y salió del coche, sin preocuparse de esperar a las otras chicas.

Subió las escaleras, suspirando una vez que llegó a la planta que quería. Ellas accidentalmente habían dejado la puerta abierta así que Hyejoo se deslizó dentro del piso rápidamente, dejando su calzado cerca de la puerta y yendo directamente a su cuarto.

Hyejoo se cambió la ropa por unos pantalones deportivos y una de sus camisetas favoritas. Se recogió el pelo en un moño desordenado y se quitó cualquier resto de maquillaje de su cara. Se miró durante un tiempo en el espejo para mirar su apariencia antes de bajar las escaleras.

Yerim y Chaewon no daban señal de dónde podían estar, pero Hyejoo sabía que estaban en casa ya que vió sus calzados cerca de la puerta. Se dijo a si misma que no le importaba lo que estuviesen haciendo y se dirigió a la cocina.

-Nooooo.-

Hyejoo dejó de mirar el refrigerador cuando oyó la voz de Chaewon proveniente del piso de arriba. Por mucho que quería ver que estaba pasando se forzó a ignorarlo y agarró dos pedazos de queso de la estantería antes de cerrar la puerta de la nevera.

Hubo un jaleo en el piso de arriba, junto a puertas que se abrían y se cerraban y Hyejoo zumbó para ella para intentar aliviar el escándalo que había. Puso una sartén en la vitrocerámica y esperó a que se calentase. Justamente cuando sacó el pan de la despensa escuchó pasos provenientes de la escalera.

-Hola-, Chaewon sonrió quedándose de pie en la cocina, en frente de Hyejoo. La azabache se giró a ella. El aliento se le quedó atrapado en la garganta cuando vió a la chica que estaba en frente de ella. Chaewon estaba llevando otra de las camisetas de Hyejoo que le llegaba hasta la zona media de los muslos. No llevaba puestos ningunos pantalones o calcetines o zapatos. Hyejoo notó el vendaje en sus pies, el cual asumió que Yerim había cambiado.

El pelo de la chica estaba mojado y puesto en un intento triste de un moño. Todavía habían algunos mechones de pelo sueltos que le colgaban y le caían por la cara. De alguna manera se hacía ver adorable.

Adorable. Hyejoo se maldijo por usar esa palabra.

Antes de que Hyejoo pudiese decir nada, Yerim apareció corriendo bajando las escaleras con unos pantalones de pijama de Hyejoo.

-Has olvidado esto-, se los entregó a Chaewon, quien los estudió por unos momentos. Yerim vió la mirada cuestionante que Hyejoo le estaba dando y se mordió el labio. -Insistió en llevar tu ropa, no sé-, Yerim se encogió de hombros.

-Oh-, balbuceó. Chaewon se puso la prenda de ropa y dió unas palmaditas en aquel material blando.

-¿Qué te tomó tanto tiempo?-, la menor preguntó intentando ignorar el sentimiento que era derivado en su estómago al ver a Chaewon con su ropa.

-Bueno, descubrí que se puede duchar por su cuenta-, Yerim asintió y miró hacia Chaewon quien todavía seguía acariciando el material peludo de sus pantalones de pijama. -Lo que es una cosa buena, supongo-, se mordió el labio y estudió la cara de Hyejoo.

-Agradécele a Dios por eso-, Hyejoo sacudió su cabeza. Ella todavía seguía completamente confusa con todo lo que estaba pasando en los últimos dos días. Un ruido las sacó de sus pensamientos y ambas giraron sus cabezas. Chaewon estaba en frente de la vitrocerámica con la sartén volcada ahora en el suelo.

-Quema-, Chaewon asintió una vez y señaló la sartén. Yerim y Hyejoo intercambiaron miradas.

-Bueno, diviértete con eso-, Yerim guiñó un ojo a Hyejoo. -Las chicas tienen que hacer deberes y no se pueden ocupar de esto-, Hyejoo la fulminó con la mirada, pero Yerim ya se había por las escaleras antes de que esta pudiese responder. Hyejoo bufó y camino hasta Chaewon.

Yellow | hyewon (LOONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora