Narra Laila
Estaba evidentemente molesta por la actitud de Scott, pues entre la pelea y sus recientes comportamientos solo me dejaba mas confusa, jamás habia sido alguien facil de entender pero eso no habia representado muchos problemas hasta ahora.
Antes de que mi animo decayera estaba Mia y Nix haciendo lo posible para distraerme, despues de varias copas el asunto de Scott era irrelevante, despues de otras más cualquier cosas en general me era irrelevante, unas más... Oh, ahora solo tengo sueño.
Cuando el efecto paso me levante con el cuerpo cansado en el sofá de Nix, con ella sentada a mi lado, de golpe junto con algo de resaca me volvió a la mente el Scott busque cercanía con Nix, me sentía cómoda a su lado y se habia preocupado mas por mi que mi novio. Algo que jamás espere que la cercanía de un abrazo terminara en un cálido beso, sabíamos a alcohol ambas pero eso no hizo que nos separáramos, fue lento, suave, casi como roces; Cuando hubo distancia entre nuestros labios algunas risas rompieron el silencio. Antes de que mi cabeza se llenara de mas preguntas o incluso culpa preferí dormir, Nix por lo visto tuvo la misma idea, pues momentos despues ambas habíamos caído profundas.
______________________________________________
En la mañana siguiente me levanto el abrupto golpe que me di con el suelo al haberme caído del sofá, me hizo tomar conciencia la carcajada de Nix.
-Shh- Le reproche
La rubia negó divertida. Frote mis ojos, aunque el golpe de la resaca fue igual de fuerte que el de caerme, nublo mi vista que se intentaba estabilizar -Mierda- Dije a regañadientes sobando mis sienes. Un vaso con agua y una pastilla se hicieron en frente mía, recibí sin pensar mucho.
-Gracias, Nix
Volví a acomodarme en el sofá.
-Que quieres de desayunar, borracha
-Eh!- Rei- Que tal unos panqueques
-Manos a la obra
Cuando la pastilla hizo efecto nos levantamos a preparar el desayuno, no me sorprendió ver la enorme cocina de mi amiga. Mientras batía la mescla de panqueques y Nix cortaba algunas frutas empezaron a llegar recuerdos de la noche anterior, mi estomago se revolvió, no habia hablado con Scott, el beso con Nix...
Estábamos borrachas... Pero, se sintió tan...
Detuve mi pensamiento automáticamente.
-Scott, tengo que ir a ver a Scott- El nerviosismo era evidente en mi voz.
Nix asintió compresiva.
-No te preocupes, desayunaremos en otra ocasión- Dejo un dulce beso en mi mejilla como forma de despedida.
Tome mis cosas, Nix me presto ropa un poco mas cómoda, la de fiesta no era adecuada para salir en la mañana. Tome paso decidido a la casa de Scott, jugaba con mis manos nerviosa haciéndome algo de daño en los nudillos. Cuando estuve en frente de la puerta la cual ya habia tocado muchas veces la sensación de que algo malo iba a pasar era evidente, cuando esta se abrió escondí las manos tras mi espalda y sonreí al toparme con la madre de Scott.
-Oh! Laila- Me dio dos besos en la mejilla y un abrazo cariñoso.
Hablamos un rato, le comente el que Scott según lo que paso anoche estaba enfermo, una expresión de confusión se asomo por su cara. Me dejo pasar, mientras más me acercaba por el pasillo a su habitación sentía unas frenéticas ganas de vomitar. Toque suavemente la puerta al no recibir respuesta deduje que estaba dormido, asi que abrí.
El panorama que me encontre detrás de la puerta me extraño un poco, pues no sabia que Zach habia venido aqui en la noche, pero era una escena que ya habia visto cientos de veces, dejo de ser tan normal cuando note una inusual cercanía entre ambos... A mi preocupación se unió el ver la ropa interior de los dos tirada en el suelo, empecé a atar cabos.
Negue en frenesí, me aleje varios pasos.
No puede ser...
Antes de que me viera alguien más o los viera a ellos cerré la puerta y salí rápidamente de la residencia.
El camino a mi casa se hizo eterno, mi semblante tembloroso no me permitía apurar el paso y las lagrimas que se asomaban por mis ojos nublaban mi vista, aparte de esto la respiración irregular me hacia sentir más fatiga de la normal. Frene un momento sobándome el rostro con desespero, no terminaba de creer lo que habia visto, era una escena mas que obvia y podía entender completamente lo que habia pasado la noche anterior, sentía como el pecho me escocia al revivir la imagen en mi cabeza. Me sentí triste, débil, con rabia, engañada, si de por si que te pusieran el cuerno era una experiencia horrible sumarle a eso el hecho de que sea con uno de tus mejores amigos.
Me acerque rápidamente a un bote de basura para poder vomitar, rompí en llanto.
Al llegar a casa intente esconder mis hinchados ojos, para mi suerte mi madre no estaba, subi a mi habitación con pasos pesados, me tumbe en la cama y enrolle en la frazada, apague el teléfono, no me apetecía saber de nadie, cuando me encontraba medianamente cómoda las lagrimas volvieron a brotar, me abrace con fuerza en busca de algun tipo de refugio pero solo me gobernaba un sentimiento de desolación, que lentamente se fue convirtiendo en ira, ira pura, ahora los comportamientos de Scott con Zach eran entendibles, me sentía tonta al no haberlo notado jamás, usada.
La presión de mis uñas sobre la palma de mis manos torno mis nudillos blancos.
¿Cuánto llevaba viviendo en una mentira? ¿Las noches que estuvo conmigo pensaba en el? ¿Anoche me dejo sola para estar con el?.
Las preguntas me bombardeaban y solo empeoraban mi estado anímico.
Estuvo mas Nix cuando lo necesite a el anoche.
El beso hizo presencia en mis pensamientos, una leve sonrisa se asomo pero se volvió una mueca de tristeza, tambien lo habia traicionado yo...
El ir y venir de sensaciones me dejo exhausta, mis ojos se cansaron de lagrimear, deje de temblar y solo me quede dormida en busca de olvidar.

ESTÁS LEYENDO
Unforgettable
Teen FictionNix, Mia y Laila, empezaran una historia que definitivamente cambiara sus vidas al momento de conocerse.